Las aulas de Estados Unidos se blindan

Un pizarrón ‘a prueba de balas’ de RTS Tactical, hecho de paneles de protección balística diseñados para centros de reclutamiento militar. (First Line Furniture vía The New York Times).
Un pizarrón ‘a prueba de balas’ de RTS Tactical, hecho de paneles de protección balística diseñados para centros de reclutamiento militar. (First Line Furniture vía The New York Times).

En la última década, ha habido más de 230 tiroteos escolares en Estados Unidos y los simulacros de tirador activo se han vuelto parte de la normalidad en la vida de los estudiantes. Ahora tecnologías desarrolladas para proteger soldados en la guerra se están incorporando a objetos cotidianos de las jornadas escolares de los niños.


Hace poco, en una feria comercial sobre educación, un mostrador de mochilas con escudos antibalas desmontables —repletos de marcas de balas por pruebas— estaba ubicado entre puestos de la editorial de libros de texto McGraw Hill y el juguete de aprendizaje Speak & Spell.

Algunos de estos productos provienen de marcas importantes como 3M; otros son diseños de padres de familia emprendedores. Todos tienen algo en común: son costosos (185 dólares por un estuche de lápices, 450 dólares por una sudadera a prueba de balas, 60.000 dólares por un refugio para salones de clases).

Pese a las afirmaciones que pregonan índices de protección oficiales del Instituto Nacional de Justicia, la agencia federal calificó esas declaraciones de “falsas” y afirmó que jamás ha puesto a prueba ni certificado ningún artículo antibalas más allá del blindaje corporal de las fuerzas del orden público.

“Las medidas de seguridad escolar y el llamado “endurecimiento del objetivo” son sumamente costosos y, hasta el momento, no hay evidencia científica de que aumenten la seguridad en las escuelas”, comentó Dewey Cornell, experto en seguridad en las aulas de la Universidad de Virginia que ha capacitado a equipos de evaluación de amenazas en miles de colegios.


Steve Naremore, propietario de la empresa de escudos balísticos TuffyPacks, reconoció que esta era una “industria mórbida”. Afirmó que, una semana después del tiroteo escolar en Uvalde, Texas, de 2022, vendió decenas de miles de productos a padres de familia.

“La gente me dice: ‘Ay, estás lucrando con estas matanzas’”, relató Naremore. “Y ¿sabes qué les respondo? ‘Miren, no es mi culpa. Yo solo fabrico el extintor de incendios, ¿OK?’”.

Una táctica común de publicidad es enfatizar la estética infantil: colores y estampados llamativos y personajes adorables.

Mochilas a prueba de balas

Esta mochila —decorada con unicornios y pestañas— también maneja otros 13 diseños, desde cachorritos amarillos hasta dinosaurios azules— una “colección exclusiva de ilustraciones atractivas para niños”, presume la empresa, Atomic Defense. También se puede elegir un presunto nivel de protección, desde pistolas hasta rifles estilo AR-15 y AK-47.

Kenneth Trump, consultor de seguridad escolar nacional, se mostró escéptico de que una mochila tuviera la superficie necesaria o el posicionamiento fortuito para ofrecer una protección eficaz.

“Si tienes la mochila en la espalda, ¿no sería necesario tener también algo enfrente, un casco y un escudo del Capitán América?”, cuestionó, y agregó: “La mochila no sirve de mucho cuando está colgada en un gancho al fondo del salón”.


Inserciones antibalas para mochilas

“Tank la tortuga” es la mascota que aparece en unos escudos antibalas para niños de kínder y los motiva a usar sus “caparazones”.

“¿Saben cómo me mantengo protegido?”, pregunta Tank en un video animado para la empresa, A Safe Pack, mientras posa en una barra de cocina y da saltitos a la escuela junto a un niño. “Llevo mi caparazón grueso y resistente a mis espaldas en todo momento. Ahora, ¡tú también puedes hacerlo!”.

Carrie Gaines, madre de dos hijos y exmilitar, diseñó estos escudos de tortuga para sus hijos y desde entonces ha vendido miles.

“Si en algún momento hay un tirador activo real”, dijo en una entrevista su hijo de 10 años, Gunnar. “Puedo meter los brazos, la cabeza y las piernas detrás del escudo y protegerme”.

Portapapeles a prueba de balas

La empresa Hardwire ha logrado que sus portapapeles antibalas para maestros luzcan muy lindos, con ilustraciones de hojas de palmera que supuestamente los protegen de disparos de armas cortas y escopetas.

“No te preocupes, sé feliz con este pedacito extra de protección tropical en tu mano”, reza el discurso de ventas. También maneja diseños de Amanecer Rosado y Noche Estrellada.

Trump, el consultor de seguridad escolar nacional, no pareció convencido. “En realidad, no hay pruebas que muestren un alto nivel de eficacia. ¿Me estás diciendo que todos los alumnos van a formar una fila perfectamente recta detrás del portapapeles del profesor?”.


Carpetas de tres aros a prueba de balas

La cubierta de esta carpeta tiene una correa oculta que permite que esta cuelgue del cuello de un niño y, en teoría, sirva de escudo contra disparos. “100 por ciento CUBIERTO”, proclaman los materiales publicitarios.

Eso le llamó la atención a Aaron Taormino de Redding, California, quien contó que se las compró a sus nietos porque “siempre escuchaba de tiroteos en las escuelas”. Solo dijo que desearía que fueran más ligeras de cargar y que vinieran en color rosa.


Pupitres a prueba de balas

Estos escritorios, creados en respuesta al tiroteo de Parkland, tienen una palanca que, al jalarse, endereza la superficie y así la transforma en un escudo vertical para alumnos y maestros.


El fabricante, First Line Furniture, declaró que estos pupitres se probaron con pistolas de alto calibre, AR-15, metralletas, granadas de mano y rifles de francotirador calibre .308. Un video publicitario muestra a 18 niños detrás de los pupitres verticales, así como un simulacro en el que estudiantes de kínder escuchan un timbre y corren a resguardarse en tan solo cuatro segundos.

“Muchas gracias a nuestros pequeños amigos y a su maestra Seals de la primaria Lineville”, se lee en la descripción del video, quienes demostraron “la facilidad y rapidez con que nuestras mesas se transforman en escudos balísticos desplegables”.


Lapiceras antibalas

Este estuche para lápices de tres anillos con aspecto cotidiano de Premiere Body Armor tiene casi el mismo tamaño que una hoja carta.

“Estamos hablando de niños, cuyo funcionamiento ejecutivo cerebral sigue en desarrollo, y les estamos pidiendo que tomen decisiones tácticas en el momento”, señaló Trump, el experto en seguridad. “Un niño, en esa situación, no va a decidir por instinto si debe ponerse eso frente a la cara o el pecho”.

Pero Daniel Leventry, padre de familia y propietario de un arma en Tampa, Florida, comentó que eligió comprárselo a su hijo de 10 años y planea que su hija de 5 también lo use en cuanto tenga edad suficiente para llevar una carpeta a la escuela.


“Tener una conversación con un niño de 5 o 10 años sobre darle una armadura en caso de que ocurra un ataque en su escuela no es algo que ningún padre quiera hacer en ningún momento, ¿sabes?”, explicó.

Aun así, ahora que la temporada de regreso a clases está en pleno apogeo, algunos líderes educativos se sienten profundamente consternados por la proliferación de productos blindados.


“Ármennos con libros, terapeutas y recursos, no con chalecos antibalas”, sostuvo Randi Weingarten, presidenta de la Federación Estadounidense de Maestros. “Es indignante que, en lugar de tener el coraje de resolver el problema de la violencia armada, ahora tengamos que confrontar la monetización del miedo”.

Sudaderas a prueba de balas

Wonder Hoodie afirma que sus sudaderas para niños protegen “todos los órganos vitales”.


La empresa promete que “si te disparan (Dios no lo quiera) y traes puesta una de nuestras sudaderas, te enviaremos una de repuesto GRATIS. Solo mándanos el informe policial o el video del noticiero”.

Pizarrones portátiles a prueba de balas

Este pizarrón blanco está hecho de paneles blindados de protección balística diseñados para centros de reclutamiento militar, pero se integra al salón de clases de modo que “los niños no sientan que están en un búnker del ejército”, comentó J.C. Velazquez, el director de ventas de la empresa, RTS Tactical.

“Solo digamos que los padres de familia no van a notar esto en la reunión de padres y maestros”, agregó.

Pero un video de demostración de producto de un pizarrón de la competencia muestra cómo se somete a pruebas de disparos frente a un oso de peluche.


Cuartos de seguridad plegables

Este cuarto de seguridad de rápido acceso se puede instalar como una estructura de cuatro lados o como un panel plano que queda doblado contra los dos muros existentes del aula hasta que se necesite para protección.


Mientras tanto, su fabricante, KT Security Solutions, sugiere otros usos para “mejora del aula”, como un “espacio de lectura, un área sensorial para niños con necesidades especiales, un rincón de tiempo libre y más”.

Un distrito escolar en Alabama compró dos unidades por alrededor de 60.000 dólares cada una.

Láminas antiexplosión para ventanas

La película transparente para ventanas, fabricada por 3M, es un laminado de microcapas cuyo objetivo es impedir que el vidrio se rompa al momento de recibir el impacto de las balas de un rifle semiautomático. La empresa afirma que podría retrasar a un intruso que intenta entrar a disparos.

Tras el tiroteo de 2023 en la Covenant School de Nashville, Tennessee, los administradores de la Salisbury Christian School en Maryland instalaron láminas antibalas a las puertas exteriores de la escuela. A continuación, planean hacer lo mismo con las ventanas del primer piso.


“Es bastante costoso”, señaló Ross Kaelin, el director de operaciones de la escuela. “Pero vale cada centavo por tener esa paz mental”.

Escudos manuales antibalas

Aunque la mayoría de los productos están diseñados para ser discretos, este escudo de emergencia lleva la etiqueta “PROTECCIÓN CONTRA TIRADOR ACTIVO”, e ilustraciones de las armas contra las que dice ofrecer protección.


Los agentes de policía de Uvalde mencionaron que necesitaron escudos como estos durante el tiroteo escolar de 2022, según un informe federal.

Steven Lamkin, director de la Salisbury Christian School en Salisbury, Maryland, dijo que ahora hay 10 de estos escudos de protección contra rifles colgados cerca de varias entradas a la escuela, y hay muchos más escudos más pequeños de protección contra pistolas que hacen las veces de pizarrones distribuidos en los salones.

“Con toda franqueza, yo dudé al principio, sobre el hecho de tener estas imágenes de rifles y pistolas colgadas por toda la escuela”, admitió Lamkin. “Pero luego entendí que, al igual que los extintores de incendios, estas imágenes son importantes”.

Una demostración de los productos de Tuffy Packs, que fabrica inserciones antibalas para mochilas. (Atomic Defense vía The New York Times).

c.2024 The New York Times Company