Atentado en Nueva York: el jurado empieza a definir si el terrorista uzbeko que mató a cinco argentinos será condenado a muerte

ROSARIO.— El juicio contra el terrorista Sayfullo Saipov, que en 2017 embistió con un camión y mató a ocho personas en Nueva York, entre ellos a cinco rosarinos, entrará en una fase clave: el jurado, integrado por 12 ciudadanos, deberá definir si lo condena a muerte o a prisión perpetua al uzbeko, que ya fue encontrado culpable.

En medio de ese proceso declararán en los próximos días los familiares de las víctimas, entre ellos, los parientes de Hernán Mendoza, Diego Angelini, Alejandro Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi, exalumnos del colegio Politécnico de Rosario que habían viajado a Nueva York para celebrar el 30º aniversario de sus graduaciones, ocasión que derivó en el atentado que protagonizó el terrorista uzbeko.

La estrategia de los abogados de Saipov apuntó a intentar por anular la decisión de la Fiscalía de pedir la pena de muerte al argumentar que el pedido de condena era una posible discriminación étnica o religiosa. La defensa del terrorista uzbeko aprovecha el contexto político en el que se da este juicio. Sería el primer caso de sentencia a muerte de la gestión del presidente Joe Biden, que durante la campaña electoral que lo llevó a la Casa Blanca prometió eliminar la pena capital. Incluso, se han producido moratorias de condenados a la inyección letal.

Para que Sayfullo Saipov sea sentenciado a la pena capital debe haber una decisión unánime del jurado, integrado por 12 personas que atravesaron un intenso proceso de selección entre más de 1000 inscriptos. Si la decisión no es inánime el uzbeko será condenado a prisión perpetua efectiva.

Según señala el diario The New York Times, desde 2004 la pena de muerte fue declarada inconstitucional en el Estado de Nueva York, donde se produjo el atentado y se desarrolla el juicio. Sin embargo, como es un caso federal, el Estado, a través de los fiscales, puede solicitar esa pena para una persona declarada culpable, como es el caso de Saipov, que llevó adelante el ataque terrorista más sangriento después del 11 de septiembre de 2001.

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El 31 de octubre de 2017 Saipov embistió en la ciclovía que se encuentra junto al río Hudson y la autopista West Side, que es popular entre los turistas y los residentes de Manhattan, a ocho personas que paseaban por el lugar. En ese momento, un grupo de cinco exalumnos del colegio Politécnico de Rosario disfrutaban la tarde cuando fueron atropellados por un camión que era conducido por Saipov.

Saipov, que según los testigos que declararon dijo que el atentado lo había hecho en nombre del grupo terrorista ISIS, nunca se declaró culpable de la masacre que había causado. Si lo hacía y colaboraba con la Fiscalía no iba a ser condenado a muerte.

Pena capital

En febrero del año pasado, tras dilatar con distintas estrategias, el inicio del juicio anunció a través de su abogado David Patton, que pretendía admitir la culpabilidad del ataque que provocó ocho muertos, a cambio de ser condenado a prisión perpetua. Su objetivo era evitar la pena capital.

Los dos fiscales federales que pasaron por ese cargo en los últimos cinco años coincidieron en pedir la pena máxima. La defensa de Ana Evans, la esposa de Hernán Mendoza, en manos del abogado argentinos Juan Félix Marteau, pidió que si Saipov es considerado culpable le apliquen la pena de muerte. Es un hecho inédito en la Argentina, que familiares de una víctima soliciten la pena capital.

El fiscal advirtió frente al jurado que Saipov solo detuvo su marcha cuando el camión golpeó un pequeño autobús escolar e hirió a niños. Y agregó que de lo contrario planeaba dirigirse al puente de Brooklyn y matar a tantas personas como pudiera. Ese día se celebraba Halloween y había mucha gente en la calle.

David Patton, el abogado defensor de Saipov, dijo que el terrorista esperaba morir en el ataque. En su alegato de defensa, antes de que el jurado lo considerara culpable de más de 20 acusaciones, Patton aseguró que el terrorista “no esperaba estar aquí ante todos ustedes y no esperaba unirse a ninguna organización”. La estrategia de la defensa es despegar al uzbeko del grupo terrorista ISIS.

El abogado de Ana Evans, viuda de Hernán Mendoza, una de las víctimas rosarinas, pidió en octubre pasado al fiscal general la pena máxima. En el escrito presentado en 2018 –al que tuvo acceso LA NACION– ante el fiscal general de Estados Unidos, en ese momento ocupaba el cargo Geoffrey Berman, el abogado de Evans argumentó: el pedido de la pena de muerte “se sustenta en dos razones diferentes pero complementarias: por un lado, ante el asesinato de mi pareja y padre de mis hijos, Hernán Mendoza, nuestro proyecto de vida personal y familiar, basado en el amor mutuo, ante todo, ha sido destruido para siempre. Por otra parte, a través de su acto terrorista, ejecutado por este atacante de ISIS, el acusado ha desafiado el fundamento mismo de las leyes y formas de vida, construido sobre los principios del respeto a la libertad y el derecho de todos los pueblos a la libre determinación”.