Atascados en el limbo de la licencia, estudiantes de enfermería de Florida piden respuestas

Se graduó en un programa de enfermería en el sur de la Florida y aprobó un examen nacional, pero la esperanza de Jasiel Vilarino de ser enfermero se convirtió en un frustrante calvario de un año.

Al igual que docenas de otros estudiantes en una región con una aguda escasez de enfermeros, se quedó en el limbo a la espera de una licencia de enfermería crítica o al menos respuestas claras de las burocracias sanitarias de dos estados. El retraso le ha costado un puesto de trabajo en el Mercy Hospital y se ha visto obligado a trabajar como a tiempo parcial mientras lucha por pagar $50,000 en préstamos estudiantiles.

“Ha sido un año así, luchando de un lado para otro”, dijo Vilarino.

Una investigación hecha por Herald en enero reveló que las carreras de Vilarino y de otros cientos de aspirantes a enfermeras quedaron en suspenso indefinido debido a un enfrentamiento entre la Florida, en donde se capacitaron, y Nueva York, que administró los exámenes en línea, pero se negó a expedir licencias debido a las dudas sobre el historial y la acreditación de algunas escuelas de enfermería con ánimo de lucro del sur de la Florida.

Ahora, de acuerdo con lo que descubrió Herald, un proceso alternativo destinado a permitir que la Florida expida licencias basándose en los resultados de los exámenes de Nueva York también fue objeto de quejas y los estudiantes denunciaron información confusa y largos retrasos. Después de casi un año, Vilarino por fin recibió la semana pasada la transferencia oficial de su calificación de aprobado. Ahora está esperando a que la Florida tome medidas.

El juego de la espera

Vilarino está en un chat de grupo de más de 100 personas en situación similar. Entre ellas está Danys Rivera, de 37 años, quien se graduó en Future Tech Institute en 2021, una escuela con ánimo de lucro de Miami que ahora está cerrada.

Aprobó el examen nacional de enfermería, conocido como NCLEX, a través del portal en línea de Nueva York en julio de 2023 y esperó siete meses para recibir su licencia sin resultados, así que volvió a hacer el examen, esta vez a través del portal de la Florida.

Nueva York es una opción muy popular, sobre todo para quienes no tienen el inglés como lengua materna. Ofrece oportunidades ilimitadas de aprobar, mientras que la Florida solo ofrece tres. En cualquier caso, la licencia de Nueva York le habría permitido ejercer en la Florida gracias al proceso de licencia por aprobación de la Junta de Enfermería de la Florida.

Mientras que la Florida aplica una política de tres intentos y estás fuera, un solicitante puede ganar otra oportunidad en el examen completando con éxito un curso de recuperación aprobado por la Junta de Enfermería de la Florida.

A diferencia de Vilarino, Rivera pudo mantener su puesto en QPS Miami Research Center mientras esperaba su licencia; sin embargo, aunque la Florida finalmente le concedió la licencia, volver a hacer el examen le costó mucho emocional y económicamente. Entre las tasas de solicitud y la preparación del examen gastó más de $500. Después de trabajar un turno de ocho horas como asistente médica, volvía a casa y estudiaba durante horas por la noche. Fue una experiencia agotadora, que no hace sino aumentar su frustración por la incertidumbre que ahora rodea a su licencia.

“Se llevaron mi dinero”, dijo. “Me quitaron mi tiempo”.

A su estrés se añade la falta de información por parte del Departamento de Educación del Estado de Nueva York. Según Rivera, el departamento nunca le envió ninguna comunicación escrita explicándole el motivo del retraso.

Falta de supervisión

Estas estudiantes y docenas más se han visto envueltas en los interrogantes que rodean ahora al sector de las escuelas de enfermería con ánimo de lucro del sur de la Florida, en donde algunos centros han sido acusados de fraude rampante. En un ejemplo reciente, tres hombres del sur de la Florida fueron juzgados por dirigir presuntamente una “fábrica de diplomas” de escuelas de enfermería. De acuerdo con los fiscales, más de 3,500 estudiantes pagaron entre $10,000 y $20,000 por credenciales académicas falsas de la ahora desaparecida Palm Beach School of Nursing. Los tres fueron declarados culpables en diciembre.

La representante estatal Anna Eskamani, demócrata de Orlando, le dijo a Herald que es necesario que haya más responsabilidad y supervisión de las instituciones con fines de lucro, que, según ella, a menudo se comercializan hacia las comunidades de color y de bajos recursos económicos.

“Intentan promocionarse como algo que puedes hacer rápidamente y conseguir un trabajo enseguida para poder devolver los préstamos que tengas y, esencialmente, escalar y encontrar movilidad económica”, dijo.

Aunque no todas las escuelas expiden credenciales falsas, los escándalos y la falta de supervisión de los reguladores sanitarios de la Florida han puesto a muchos aspirantes a enfermeros bajo un escrutinio adicional. Pasaron años estudiando enfermería, gastaron miles de dólares en formación y aprobaron el examen clave para ser enfermero.

Pero, en lugar de encontrar carreras mejor pagadas, se quedaron con grandes facturas y un futuro incierto en un sector de salud con una creciente necesidad de enfermeras.

“Me siento estancada en mi vida, porque veo a la gente avanzar”, dijo Vilarino. “Siento que fui a la escuela durante un año para nada”.

Sueños truncados

Nacido en Miami, Vilarino estuvo a punto de hacer realidad su sueño de convertirse en enfermero cuando Mercy Hospital lo aceptó en un programa de residencia para recién licenciados. El programa de capacitación le ofreció a Vilarino, quien ahora tiene 31 años, cuatro meses para obtener su licencia mientras aprendía los procedimientos y el protocolo del hospital.

Seis semanas después de aprobar el examen, sus sueños se vieron truncados cuando no pudo presentar su licencia, dado que el Departamento de Educación del Estado de Nueva York estaba investigando su escuela, la ya desaparecida Universal Career School, con ánimo de lucro y con sede en Sweetwater. Un representante del servicio de atención al cliente le dijo que la investigación de Nueva York podría durar uno o dos años.

Pasó los ocho meses siguientes yendo y viniendo con el departamento. Como no querían expedirle la licencia, les suplicó que al menos le dieran la nota de aprobado para poder solicitar la licencia en la Florida, pero se negaron.

“Me estaba volviendo loco, porque en ese momento de mi vida no sabía qué hacer. Perdí mi trabajo”, dijo.

Se planteó trabajar en un restaurante, pero al final encontró trabajo como DJ de tiempo parcial.

Vilarino decidió volver a hacer el examen en la Florida, pero cambió de opinión cuando Romelia Farinas, una miembro de su grupo de chat, informó que, después de 10 meses de idas y venidas, el Departamento de Educación del Estado de Nueva York había accedido enviar su puntuación a la Florida.

Cuando se le preguntó desde cuándo existía esta opción de transferencia de resultados, el departamento no quiso decirlo, pero le dijo a Herald que no se trataba de una “solicitud de certificación típica” y facilitó la siguiente declaración: “Un puñado de solicitantes pidieron que se certifiquen las puntuaciones del NCLEX en la Florida y procesamos esas solicitudes”.

Vilarino, así como varios otros que hablaron con Herald, dijeron que el departamento nunca les informó que transferir la puntuación a la Florida era una opción y que solo se enteraron por el boca a boca.

Tanto Vilarino como Farinas se graduaron de Universal Career School en 2021 y 2022, respectivamente.

Herald obtuvo una carta que el Departamento de Educación del Estado de Nueva York envió a Farinas diciendo que el Departamento de Salud y la Junta de Enfermería del Estado de la Florida dieron por terminado el programa de enfermería de su escuela en junio de 2021. Señalaba que sus transcripciones indicaban que completó los cursos en el programa supuestamente terminado en el otoño de 2021 y se graduó el 28 de febrero de 2022.

“Dado que su educación no ha sido aprobada, no debería haber sido elegible para el examen NCLEX”, decía la carta.

Elegible o no, Farinas aprobó en su segundo intento.

Sin respuestas claras

Otro graduado de la clausurada Universal Career School es Miguel Menéndez, de 30 años y primo de Vilarino, quien estudió medicina en Cuba antes de trasladarse a Miami hace 10 años.

Aunque ambos primos lucharon el año pasado para obtener sus licencias, Menéndez se siente culpable por animar a su primo a asistir al programa de enfermería cerrado, sobre todo porque él, a diferencia de Vilarino, pudo encontrar trabajo en el campo de la salud, trabajando como terapeuta del comportamiento mientras espera su licencia de enfermería.

Aun así, el retraso le costó tiempo y dinero mientras luchaba por mantener a su creciente familia. Su esposa estaba embarazada durante la mayor parte de este calvario.

“Me detuvieron durante un año sin licencia, sin poder cobrar y sin poder continuar mi educación”, dijo.

Presentó la solicitud para que le transfirieran su puntuación a la Florida y sigue esperando su licencia.

Los estudiantes también han tenido problemas para obtener respuestas claras sobre el proceso de revisión de licencias por parte de los departamentos de salud de ambos estados.

Vilarino y otros dijeron que los representantes del Departamento de Educación del Estado de Nueva York a menudo se han mostrado displicentes y han proporcionado información contradictoria. De acuerdo con Vilarino, una semana un empleado le dijo que habían enviado su puntuación el día anterior, pero, a la semana siguiente, otro empleado le dijo que no le habían enviado la nota por un problema de acreditación de su centro.

Su primo Menéndez dijo que experimentó una frustración similar tanto en Nueva York como en la Florida, en donde los empleados cambiaban de versión sobre si habían recibido o no su nota de Nueva York.

Incluso los estudiantes que consiguieron superar la burocracia y la confusión para obtener sus licencias describieron la experiencia general como deshumanizadora.

“Me sentí como si estuviera viviendo en Cuba, en donde solía vivir, sin derechos, como si no fuera un ser humano”, dijo Menéndez.

Este reportaje fue producido con el apoyo financiero de Esserman Family Foundation en colaboración con Journalism Funding Partners. Miami Herald mantiene el pleno control editorial de este trabajo.