Ataque mortal en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia y nuevos bombardeos rusos
La agencia de inteligencia militar ucraniana (GUR) ha reivindicado la responsabilidad del asesinato del jefe de seguridad de la central nuclear de Zaporiyia, calificándolo de "criminal de guerra" y "colaborador" de Rusia. El GUR publicó un video en su canal de Telegram mostrando la explosión de un vehículo SUV y, horas después, el Comité de Investigación ruso confirmó que Andrei Korotkiy había sido asesinado en Enerhodar, donde se encuentra la planta nuclear.
Según el GUR, Korotkiy, de nacionalidad ucraniana, "colaboró voluntariamente" con Moscú después de que Rusia tomara el control de la instalación nuclear en las primeras semanas de la guerra. La agencia alegó que había transmitido datos personales de los trabajadores de la instalación a las fuerzas rusas, señalando a aquellos con una "posición pro-ucraniana", además de organizar eventos que apoyaban la "ocupación".
Las autoridades de Zaporiyia condenaron rápidamente el asesinato y prometieron castigar a los responsables. El director de la instalación, Yuri Chernichuk, calificó el acto de "horrible e inhumano", añadiendo que "un ataque contra los empleados que garantizan la seguridad de la instalación nuclear es un paso imprudente y escandaloso".
La central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sur de Ucrania, es la más grande de Europa y, antes de la invasión rusa de 2022, suministraba alrededor del 30% de la electricidad de Ucrania.
Ataque mortal en Pokrovsk
Mientras tanto, al menos tres personas, incluida una niña de seis años, murieron cuando el Ejército ruso alcanzó un automóvil que transportaba gas natural licuado en la aldea norteña de Hirsk. El ataque provocó la explosión de los cilindros de gas, causando un incendio que se extendió a una casa cercana.
En el este de Ucrania, los residentes de Pokrovsk han comenzado a reparar sus hogares después de que los ataques rusos nocturnos causaran daños extensos e hirieran a cuatro personas. Según la Policía regional, el Ejército ruso lanzó seis bombas sobre la ciudad, dañando un edificio de varios pisos, tres casas y una tienda. Aproximadamente el 80% de la infraestructura de la ciudad fue destruida como resultado del asalto, según informes de medios internacionales.
De una población de alrededor de 60.000 personas antes del conflicto ruso-ucraniano en Pokrovsk, solo quedan en la ciudad alrededor de 13.000 ciudadanos según las autoridades locales
En Sumy, cerca de la frontera con Rusia, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski se reunió con soldados que se recuperan en el hospital, entregando condecoraciones estatales. La visita de Zelenski a Sumy se produce un día después de reunirse con el nuevo jefe de la OTAN, Mark Rutte, en Kiev, donde reiteró su llamamiento para acelerar las entregas de armas occidentales al campo de batalla.