Israel dice que ataque que mató a cooperantes fue un error y aliados piden explicaciones

Por Nidal al-Mughrabi

2 abr (Reuters) -El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo el martes que el ataque aéreo israelí que mató a siete personas que trabajaban para la organización benéfica World Central Kitchen (WCK) en Gaza fue involuntario y "trágico", y el ejército prometió una investigación independiente.

El ejército israelí expresó su "sincero pesar" por el incidente, que suscitó una condena generalizada y aumentó la presión para que se tomen medidas que alivien la desastrosa situación humanitaria en Gaza tras casi seis meses de guerra.

El ataque contra el convoy de la WCK mató a ciudadanos de Australia, Gran Bretaña y Polonia, así como a palestinos y a un ciudadano con doble nacionalidad de Estados Unidos y Canadá.

La WCK, fundada por el célebre cocinero José Andrés, dijo que habían viajado en dos autos blindados con el logotipo de la organización benéfica y otro vehículo.

"Desafortunadamente, el día pasado hubo un evento trágico en el que nuestras fuerzas dañaron involuntariamente a no combatientes en la Franja de Gaza", dijo el primer ministro Benjamín Netanyahu en una declaración en video.

"Esto sucede en la guerra. Estamos llevando a cabo una investigación exhaustiva y estamos en contacto con los gobiernos. Haremos todo lo posible para evitar que se repita".

Gran Bretaña convocó al embajador de Israel en Londres para expresar su "condena inequívoca de la atroz muerte" de los trabajadores del WCK, tres de los cuales eran de nacionalidad británica.

"Israel debe explicar urgentemente cómo ha ocurrido esto y hacer cambios importantes para garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios sobre el terreno", dijo el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Cameron, en un mensaje en X.

Israel ha negado durante mucho tiempo las acusaciones de que está obstaculizando la distribución de ayuda alimentaria que se necesita con urgencia en Gaza, que ha estado sitiada y en una guerra desde octubre, diciendo que el problema es causado por la incapacidad de los grupos de ayuda internacionales.

A pesar de coordinar los movimientos con el ejército israelí, el convoy fue alcanzado cuando salía de su almacén en Deir al-Balah después de descargar más de 100 toneladas de ayuda alimentaria humanitaria traída a Gaza por mar, dijo WCK.

"Esto no es solo un ataque contra WCK, es un ataque contra organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más espantosas donde los alimentos se utilizan como arma de guerra", dijo Erin Gore, directora ejecutiva de World Central Kitchen. "Esto es imperdonable".

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Washington había hablado directamente con el Gobierno de Israel, su estrecho aliado, e "instado a que se lleve a cabo una investigación rápida, exhaustiva e imparcial para comprender exactamente lo sucedido".

"Estas personas son héroes, corren hacia el fuego, no huyen de él", dijo refiriéndose a los siete trabajadores de la ONG. "No deberíamos tener una situación en la que personas que simplemente intentan ayudar a sus semejantes corran ellas mismas un grave riesgo".

ISRAEL, MÁS AISLADO

Gran Bretaña, Australia y Polonia, países que en general se han mostrado amigables con Israel, exigieron medidas para proteger a los cooperantes, subrayando el creciente aislamiento diplomático de Netanyahu por la situación en Gaza.

El ejército israelí (FDI) dijo que estaba llevando a cabo una revisión exhaustiva al más alto nivel para comprender las circunstancias de lo que llamó un incidente trágico y prometió una investigación de "un organismo independiente, profesional y experto".

Israel ha estado bajo una creciente presión internacional para aliviar el hambre severa en Gaza, que ha sido devastada por meses de lucha contra el grupo islamista palestino Hamás. Gran parte del territorio densamente poblado ha sido sumergido y la mayor parte de sus 2,3 millones de habitantes han sido desplazados.

Naciones Unidas y otros grupos internacionales han acusado a Israel de obstaculizar la distribución de ayuda con obstáculos burocráticos y de no garantizar la seguridad de los convoyes de alimentos, como lo puso de manifiesto el desastre del 29 de febrero, en el que unas 100 personas murieron mientras esperaban una entrega de ayuda.

Hamás, el grupo que gobierna en Gaza, ha dicho que el principal problema con la distribución de ayuda son los ataques israelíes a los trabajadores humanitarios. Después del último incidente, emitió un comunicado diciendo que el objetivo había sido aterrorizar a los trabajadores de las agencias humanitarias internacionales, disuadiéndolos de sus misiones.

La semana pasada, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel que tomara todas las medidas necesarias y efectivas para garantizar el suministro de alimentos básicos a la población palestina del enclave y detener la propagación de la hambruna.

En respuesta, los funcionarios israelíes acusaron a Naciones Unidas y otros organismos internacionales de "fracaso" por los problemas para llevar ayuda a las personas hambrientas en Gaza, diciendo que carecen de la capacidad logística para realizar su trabajo.

Andrés, quien fundó WCK en 2010 enviando cocineros y comida a Haití después de un terremoto, dijo que estaba desconsolado y afligido por las familias y amigos de quienes murieron en el ataque aéreo.

"El Gobierno israelí necesita detener esta matanza indiscriminada", dijo en las redes sociales.

"Tiene que dejar de restringir la ayuda humanitaria, dejar de matar a civiles y trabajadores humanitarios, y dejar de utilizar los alimentos como arma. No más vidas inocentes perdidas. La paz comienza con nuestra humanidad compartida. Tiene que empezar ahora".

Un video obtenido por Reuters mostró un gran agujero en el techo de un vehículo WCK con tracción en las cuatro ruedas y su interior quemado y destrozado, así como a paramédicos trasladando cadáveres a un hospital y mostrando los pasaportes de tres de los muertos.

Las condiciones en Gaza siguen siendo extremadamente precarias, con combates en varias zonas el martes y 71 personas muertas en ataques israelíes en las últimas 24 horas, según las autoridades sanitarias de Gaza.

WCK, que informó el mes pasado que había servido más de 42 millones de comidas en Gaza durante 175 días, anunció que suspendería sus operaciones en la región de inmediato y que pronto tomaría decisiones sobre el futuro de su actividad.

Desde que inició sus operaciones en 2010, la organización ha entregado alimentos a comunidades afectadas por desastres naturales, refugiados en la frontera de Estados Unidos, trabajadores de la salud durante la pandemia de COVID-19 y personas en conflictos en Ucrania y Gaza.

(Reporte adicional de James Mackenzie y Dan Williams en Jerusalén, Sachin Ravikumar en Londres, Alan Charlish y Anna Wlodarczak-Semczuk en Varsovia, Lewis Jackson en Sídney; Escrito por Lincoln Feast; edición en español de Javier López de Lérida)