¿Qué dice la astrología de la separación de Jennifer López y Ben Affleck? | Opinión

Jennifer López y Ben Affleck, después de reavivar una historia de amor que comenzó a principios de la década del 2000, han decidido tomar caminos separados.

Ambas nacieron con el Sol y Mercurio en el majestuoso y entusiasta signo de Leo. Leo es carismático, y adora ser el centro de atención. Mercurio en Leo sugiere una similitud entre sus procesos de pensamiento y sentido del humor. Sin embargo, hay un lado oscuro, ya que toda esa energía de Leo puede conducir a luchas de poder. La misma pasión ardiente es tan intensa que los egos chocan. La naturaleza obstinada de Leo hace que sea difícil comprometerse o retroceder en los desacuerdos.

Ben y Jennifer, tienen la Luna en Escorpio, un signo que ambiciona intensidad y está impulsado innatamente por su deseo de fusionarse con otra mente, cuerpo y alma. Jennifer y Ben comparten un profundo vínculo emocional. A pesar de su larga separación, la pareja pudo encontrar el camino de regreso varias décadas después. La intensidad de Escorpio puede traer desafíos, especialmente en lo que respecta a problemas de confianza, posesividad, celos y la tendencia a guardar rencores.

El Nodo Norte en las cartas de compatibilidad se relaciona con el destino. El nodo Norte de Jennifer está alineado con el Medio Cielo de Ben, sugiriendo que esa relación tendría un impacto en sus vidas públicas y objetivos a largo plazo. Esta alineación es kármicamente significativa, ya que puede acercar a ambos individuos a sus destinos. Sin embargo, la intensidad de este aspecto podría haber añadido presión a su relación mientras transitaban por las complejidades de las expectativas públicas y sus ambiciones.

El Sol de Ben está en cuadratura a la Luna de Jennifer, y la Luna de Ben está en cuadratura con el Sol de Jennifer. Las cuadraturas entre el Sol de una persona, y la Luna de otra, reflejan la tensión entre la forma de ser del individuo y su naturaleza emocional. La persona del Sol empujará los límites emocionales de la persona de la Luna, alterando quién es, para bien o para mal.

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El aspecto entre el Marte de Jennifer en Sagitario, y la Venus de Ben en Cáncer es tenso. El Marte de Jennifer necesita explorar libre y apasionadamente, y la Venus de Ben necesita comodidad sensual y nutrición. El Marte en Virgo de Ben busca la perfección física, pero la Venus en Géminis de Jennifer quiere ser estimulada intelectualmente y juguetona. Marte en Virgo puede ser intelectual, ya que está regido por Géminis, pero Virgo no es conocido por ser juguetón.

Esta pareja de superestrellas tiene un serio karma compartido. El Saturno en Tauro de Jennifer se opone a la Luna de Ben en Escorpio, y el Saturno en Géminis de Ben está en conjunción con la Venus de Jennifer. Saturno establece los límites por los cuales las personas deben vivir. El Saturno de Ben crea límites para la Venus exploratoria de Jennifer. La persona que recibe a Saturno a veces sentirá como si su experiencia personal estuviera siendo limitada, sin importar cuán buena sea la relación. La conjunción Saturno-Venus en la carta de compatibilidad se fortalece porque el Saturno de Ben está cerca de los Nodos Lunares de Jennifer.

Realmente ellos están destinados a ser amigos, y lo serán de por vida.

Desde el punto de vista psicológico es probable que Jennifer sea codependiente en las relaciones, con unas pinceladas de narcisista. Existe una correlación significativa entre el narcisismo y la codependencia. Jennifer es extremadamente segura de sí misma, sabe lo que vale y le encanta llamar la atención, cualidades típicas de un narcisista. Sin embargo, el hecho de que posea algunas cualidades narcisistas no significa que sea una narcisista en su totalidad.

Jennifer busca constantemente nuevas relaciones, y formar profundos vínculos emocionales en un intento de llenar un vacío dentro de sí misma. Eso lo confirmó en su reciente película sobre su vida. La película muestra literalmente cómo su adicción al amor la lleva a una serie de relaciones poco saludables y destructivas, y eso cae dentro de la esfera de la codependencia.

Ellos nunca debieron haberse casado hasta sanar completamente. Ben es un alcohólico en recuperación, adicto al juego, y con millones de traumas emocionales que vienen de su niñez. El legado de eso es difícil de sanar. La fobia que Ben le tiene a los periodistas y a las cámaras se llama escopofobia, y aunque no está muy claro, hay muchas investigaciones que sugieren que los antecedentes familiares pueden contribuir a su desarrollo.

Ambos deben tomarse un tiempo, seguir sanando, continuar de amigos y cuando estén listos, es decir sanos, buscar otra relación.