Un asteroide impacta contra la Tierra pocas horas después de ser detectado
La Agencia Espacial Europea informó en su último boletín informativo que, el mes pasado, un asteroide se desintegró al ingresar en la atmósfera terrestre unas horas después de que fue detectado.
El asteroide, llamado 2024 UQ, fue avistado por primera vez el 22 de octubre por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), una red de telescopios que monitorea el espacio en busca de planetoides que puedan dirigirse hacia la Tierra.
2024 UQ tenía aproximadamente un metro de diámetro y no representaba ningún peligro para la humanidad. Era la tercera roca espacial detectada antes de impactar contra la Tierra este año, pero solo la décima de la que se tiene constancia.
“ATLAS capturó imágenes en las que se veía un pequeño objeto en una trayectoria con alta probabilidad de colisión”, señaló la agencia en el boletín.
Agregó: “Sin embargo, debido a la ubicación del objeto, que estaba cerca de la zona límite de dos áreas de observación, fue reconocido como un cuerpo en movimiento unas horas después”.
Luego, explicaron que, cuando el sistema de monitoreo había detectado el objeto, el impacto ya se había producido.
Este año, nuestro planeta fue golpeado por otros dos asteroides que fueron detectados de forma similar unas pocas horas antes.
Uno de ellos, denominado 2024 BX1 y de aproximadamente un metro de diámetro, se desintegró sobre Berlín en enero. El otro, nombrado 2024 RW1, provocó un espectacular rayo de luz en el cielo de Filipinas en septiembre.
Pequeñas rocas como estas chocan con frecuencia contra la Tierra, pero rara vez se detectan antes del impacto. Generalmente, no suponen un riesgo para la vida, pero algunas sí pueden ser peligrosas.
De hecho, el 15 de febrero de 2013, una roca de unos 20 m de diámetro que se movía a gran velocidad se estrelló contra la atmósfera terrestre y explotó sobre la ciudad rusa de Cheliábinsk, lo que provocó una onda expansiva tan potente como la de 30 bombas atómicas.
La explosión provocó un temblor, causó daños en muchos edificios y algunas ventanas explotaron, lo que dejó un saldo de 1 500 heridos.
Las agencias espaciales están desarrollando sistemas de defensa para detectar y rastrear asteroides que podrían suponer un riesgo para la vida terrestre.
Además, están realizando simulaciones de colisiones de asteroides para estimar los daños y diseñar métodos eficaces de respuesta en caso de que se produzca un impacto real.
La NASA, por su parte, planea lanzar un nuevo telescopio infrarrojo llamado NEO Surveyor para rastrear asteroides potencialmente peligrosos que se dirijan hacia la Tierra.