Cómo el aspartamo entró en la agenda de la rama de investigación del cáncer de la OMS

FOTO ARCHIVO: Refrescos en los estantes de una tienda de comestibles Vons en Pasadena, California

Por Jennifer Rigby

LONDRES, 13 jul (Reuters) - La inminente decisión de etiquetar el aspartamo como posible carcinógeno se produce tras años de activismo por parte de un importante grupo de consumidores de Estados Unidos y un puñado de científicos especializados en cáncer que esperan zanjar un debate de décadas sobre la seguridad del edulcorante.

Reuters informó el mes pasado de que la rama de investigación del cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), conocida como Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), comunicaría la decisión el 14 de julio, según dos fuentes cercanas al proceso.

La designación como "posiblemente cancerígeno para el ser humano" servirá de incentivo para financiar una investigación más rigurosa sobre la cuestión de la seguridad, afirman expertos en toxicología y cáncer.

"No veo cómo, sin estudios mejor diseñados, podemos sacar conclusiones al respecto", afirmó Andy Smith, profesor de la Unidad de Toxicología del MRC de la Universidad de Cambridge.

Smith señaló que los organismos reguladores de todo el mundo también podrían reconsiderar los datos a raíz de la declaración del CIIC y de una próxima revisión por parte de otro comité de la OMS.

El aspartamo es uno de los edulcorantes más utilizados en el mundo, y aparece en productos que van desde la Coca-Cola Light hasta el chicle sin azúcar Extra de Mars, pero se han planteado dudas sobre su seguridad desde poco después de que las autoridades sanitarias estadounidenses aprobaran su uso por primera vez hace cuatro décadas. Los organismos reguladores de todo el mundo han dictaminado que el consumo de aspartamo es seguro dentro de unos límites establecidos.

"Desde 1981, cuando el producto obtuvo la aprobación formal, ha habido una controversia constante", afirma Peter Lurie, presidente del Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI, por sus siglas en inglés), con sede en Estados Unidos. "Llevamos muchos años presionando para que el CIIC lleve a cabo una revisión".

El CIIC, una rama semiautónoma de la OMS, dictamina si una sustancia es potencialmente cancerígena basándose en todas las pruebas científicas publicadas, pero no tiene en cuenta la cantidad que tendría que consumir una persona para que fuera arriesgada.

La clasificación de "posible carcinógeno" también refleja las escasas pruebas que sugieren una relación, y sitúa al aspartamo en la misma categoría que el aloe vera extraído de hojas enteras y algunas verduras encurtidas.

También se espera que el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y la Organización Mundial de la Salud (OMS) emita el viernes una recomendación sobre los niveles de consumo seguros.

NUEVAS PRUEBAS

El CIIC dijo por primera vez que el aspartamo era una "prioridad media" para su revisión en 2008. Fue nominado de nuevo en 2014 por el CSPI, dijo Lurie, con el apoyo del ex alto cargo del CIIC James Huff y el consultor Ron Melnick, ambos expertos en cáncer que solían trabajar en los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Tras la nominación de 2014, el aspartamo fue catalogado como de "alta prioridad" por el CIIC "debido a su uso generalizado, la persistente preocupación sobre su potencial carcinogénico y los recientes informes de resultados positivos en estudios de carcinogenicidad en animales", según documentos publicados en su momento por la agencia.

Pero no se tomaron medidas hasta 2022, después de que el aspartamo volviera a ser propuesto para revisión por el CSPI y Melnick en 2019.

(Reporte de Jennifer Rigby, Edición de Michele Gershberg y Catherine Evans, editado en español por José Muñoz)