Un artista mexicoestadounidense encuentra héroes en los trabajadores agrícolas

Vista de la instalación de la escultura de cajas de productos agrícolas de Narsiso Martínez "Fruit Catcher I, II, III, IV" (2021-2022) en el Museo de Arte Latinoamericano de Long Beach, California, el 26 de octubre de 2022. (Nolwen Cifuentes/The New York Times).
Vista de la instalación de la escultura de cajas de productos agrícolas de Narsiso Martínez "Fruit Catcher I, II, III, IV" (2021-2022) en el Museo de Arte Latinoamericano de Long Beach, California, el 26 de octubre de 2022. (Nolwen Cifuentes/The New York Times).

LONG BEACH, California — En su obra más ambiciosa hasta la fecha, Narsiso Martínez pintó un cuadro que parece un enorme billete de dólar emitido por un país imaginario que de verdad valora a su clase trabajadora. Este ocupa la mayor parte de una pared de su exposición actual en el Museo de Arte Latinoamericano y tiene aproximadamente las mismas dimensiones que el papel moneda estadounidense y algunos de sus símbolos, con medallones decorativos en las esquinas y un retrato enmarcado en el centro.

Solo que el sujeto de este retrato no es uno de los padres fundadores de Estados Unidos, sino una heroína de otro tipo: una trabajadora agrícola mexicana en California, que aparece de medio perfil con su espeso cabello negro recogido y su mirada intensa y directa. A ambos lados se encuentran unos trabajadores agrícolas completamente equipados con cubrebocas para protegerse de los pesticidas, sombreros para protegerse del sol y goggles o gafas de sol.

Otras escenas completan la obra, que se inspira en la tradición muralista mexicana en su ámbito narrativo y en su celebración del trabajo físico, y en el collage y la instalación dadá, por su uso de objetos encontrados. El cuadro completo, realizado con gouache, tinta, carboncillo y laminado de oro, no se pintó sobre lienzo, sino sobre cajas de productos agrícolas aplanadas (del tipo que se utiliza para las naranjas, las fresas, las sandías y similares), que vienen acompañadas de logotipos corporativos llamativos e ilustraciones soleadas que le añaden color a la escena. Las cajas de productos agrícolas señalan al gran negocio de la agricultura estadounidense, que depende en gran medida de los migrantes mexicanos indocumentados (a quienes a menudo explota), que tienen pocas ventajas cuando el trabajo es peligroso o los salarios demasiado bajos.

Martínez, de 45 años, quien nació en México y vive en Long Beach, tituló su obra de arte “Legal Tender”. “Me gustó la palabra ‘tender’, que significa ‘tierna’, como un recordatorio de que la gente puede ser frágil o pueden herirla”, aseveró el artista en su estudio en Long Beach, un espacio pequeño a nivel de calle ubicado entre una bodega y una licorería. “También quería plantear preguntas sobre lo que significa ser legal. ¿Acaso tu comida es ilegal si la cosecha alguien a quien se le dice ilegal?”. Martínez dijo que la figura central de “Legal Tender” se inspiró en una trabajadora agrícola indocumentada de California, procedente de Guerrero, México, a la que conoció y fotografió (y a quien le pagó por su tiempo).

Gabriela Urtiaga, la curadora que organizó la exhibición de Martínez, “Rethinking Essential”, para el Museo de Arte Latinoamericano, elogió la sensibilidad de sus retratos en la exposición, la cual también incluye sutiles impresiones en blanco y negro de “Ghost Portrait” que hizo en papel de transparencia. “Trata a las personas que representa con mucha gratitud y respeto”, afirmó Urtiaga y señaló que su representación de los ojos es especialmente expresiva, ya que comunica “el dolor y la pérdida, pero también la esperanza”.

Estos retratos de trabajadores agrícolas también son autorretratos, de cierta manera: Martínez trabajó en el campo, intermitentemente, durante casi una década, antes de exponer en solitario en la galería Charlie James de Los Ángeles y en museos locales. Cosechó espárragos, cerezas y manzanas en el este de Washington para pagar sus estudios de arte.

Nacido en 1977, Martínez se crio en Santa Cruz Papalutla, a 25 kilómetros de Oaxaca, “pero a más de una hora de distancia porque en esa época no había carreteras”, narró el artista, que colgó en la pared del estudio detrás de él una imitación de una obra de Van Gogh con trabajadores agrícolas durmiendo en un campo.

Un detalle de la pintura de Narsiso Martínez "Legal Tender" (2022) muestra a los trabajadores agrícolas completamente equipados: cubrebocas para protegerse de los pesticidas y sombreros para protegerse del sol, en el Museo de Arte Latinoamericano en Long Beach, California, el 26 de octubre de 2022. (Nolwen Cifuentes/The New York Times).
Un detalle de la pintura de Narsiso Martínez "Legal Tender" (2022) muestra a los trabajadores agrícolas completamente equipados: cubrebocas para protegerse de los pesticidas y sombreros para protegerse del sol, en el Museo de Arte Latinoamericano en Long Beach, California, el 26 de octubre de 2022. (Nolwen Cifuentes/The New York Times).

Martínez es uno de seis hermanos; su familia cultivaba sus propios alimentos, como maíz, frijol y calabaza, en una parcela pequeña. Le gustaba dibujar figuras cómicas y aprendió a soldar gracias a su padre, un músico que también tenía un taller de herrería.

A los 20 años se mudó a Los Ángeles, donde vivía un hermano mucho mayor que él. Tomó clases para aprender inglés, hizo su GED (examen de desarrollo de educación general) a los 29 años y obtuvo el título de adjunto en el City College de Los Ángeles cuando tenía 32 años. Entretanto, trabajó en varios rubros: en un lavado de autos o cargando camiones para un almacén de productos agrícolas, donde una de sus tareas consistía en clasificar la fruta.

Esa fue la primera vez que vio de cerca a las grandes empresas agrícolas y su despilfarro. “Era horrible porque tiraban muchos productos que podían haber donado: papas, tomates, limones”, explicó. “En ocasiones había plataformas completas llenas de cajas que terminaban en la basura”.

Para entonces, ya sabía que quería estudiar arte e hizo su transferencia a la Universidad Estatal de California, en Long Beach, donde obtuvo su maestría en Bellas Artes en 2018, pero no fue fácil. Al final de su primer semestre de licenciatura, se había quedado sin dinero. Aceptó la invitación de su otro hermano para acompañarlos a cosechar los campos en el este de Washington. “Me dijeron: Ven a los campos y podrás ahorrar todo tu dinero. Tendrás comida y un lugar para vivir”, dijo.

Hacia la mitad de su programa de maestría, se encontró con un nuevo medio que le dio una manera poderosa de explorar el conflicto de clases. En un almacén Costco cerca de Los Ángeles, durante una escapada para comer pizza, se fijó en una caja morada con verde de la empresa One Banana en un montón de cajas y preguntó si podía llevársela. La aplastó, le dejó intactos los logotipos e ilustraciones corporativas ultrabrillantes y dibujó encima la figura de un hombre que lleva una enorme carga de plátanos en la cabeza y hace una ligera mueca por el peso.

“Mis primeros cuadros reunieron escenas de gente muy rica y muy pobre”, explicó Martínez, refiriéndose a uno que mostraba una fastuosa cena con un candelabro en primer plano, frente a los trabajadores del campo en el fondo; “sin embargo, eran demasiado literales. En lugar de hacer tanto ruido, a veces es importante mantener una conversación”.

Además de grandes composiciones como “Legal Tender”, Martínez ha apilado y alterado cajas para crear esculturas de medios mixtos. Los curadores de la bienal del Condado de Orange tomaron el título de su exposición, “Pacific Gold”, de una de las esculturas de Martínez, que tiene una caja de papas rojas con ese nombre.

“El logotipo de Pacific Gold me hizo pensar en la historia de California y en todas las cosas bellas del Estado Dorado, y en la historia desagradable de la que no hablamos tanto”, concluyó Martínez.

Repensar lo esencial

Hasta el 8 de enero en el Museo de Arte Latinoamericano, 628 Alamitos Ave., Long Beach, California, 562-437-1689, molaa.org.

© 2022 The New York Times Company