¿Quién es el asesino del Zodíaco? Tres hermanos que lo conocieron de niños revelan sus sospechas en docuserie
Para los niños Seawater, Arthur Leigh Allen no era solo un profesor divertido que les enseñaba música y los llevaba de “excursión” a buscar almejas: era una figura paterna.
Por eso, años más tarde, cuando se enteraron de que la policía creía que podía ser el famoso “asesino del Zodíaco”, que aterrorizó California con una serie de brutales asesinatos en la década de 1960, no se lo creyeron.
Hasta que le preguntaron y confesó.
Las explosivas afirmaciones de Connie, David y Don Seawater fueron reveladas en la nueva docuserie de Netflix, Les habla el Zodíaco.
Los hermanos también afirman que más tarde descubrieron que, mientras lo acompañaban a las excursiones, él exploraba lugares como posibles zonas de asesinato e incluso llegó a cometer asesinatos durante los paseos.
“Nos dimos cuenta de que habíamos estado en todos los lugares de los asesinatos antes [de que sucedieran]”, relata David Seawater en la docuserie, durante la primera vez que los hermanos hablan públicamente sobre el caso.
En una memorable excursión a Tajiguas Point en 1963, Connie Seawater recordó cómo Allen la dejó con sus hermanos en su coche durante una hora, y luego apareció de repente con lo que parecía ser sangre en sus manos.
Al día siguiente, los adolescentes Robert Domingos, de 18 años, y Linda Edwards, de 17, fueron encontrados muertos a tiros en la misma zona de la playa. Sus asesinatos siguen sin resolverse.
En la década de 1960, cinco personas fueron asesinadas y se confirmó que habían sido víctimas del asesino del Zodíaco, quien además enviaba mensajes cifrados burlones a los periodistas y amenazaba con matar a más personas si los mensajes no se publicaban en la portada de los periódicos de San Francisco.
La policía solo identificó públicamente a Allen como sospechoso del caso, pero nunca encontró pruebas suficientes para acusarlo.
¿Quién era Arthur Leigh Allen? El presunto asesino del Zodíaco
Arthur Leigh Allen era un profesor de primaria muy popular entre sus alumnos.
En la docuserie, un antiguo alumno, Darin Alvord, recuerda cómo Allen les enseñaba a descifrar códigos, que eran inquietantemente similares a los elaborados códigos que el asesino del Zodíaco utilizaba en sus cartas.
Otro alumno agregó cómo Allen ponía música de The Mikado, una ópera cómica, durante las clases, canciones que las cartas del asesino del Zodíaco citarían años después.
Si bien los alumnos hablaban muy bien del antiguo profesor, años más tarde se percataron de la forma perturbadora en que se refería a las niñas de la clase como “mis preciosas”.
Los niños Seawater también fueron alumnos de Allen, pero este pronto se convirtió en un invitado regular en las cenas familiares tras iniciar una relación cercana con su madre, que había tenido que criar a varios hijos mientras su padre estaba ingresado en un hospital psiquiátrico.
Excursiones y confesiones de asesinatos
Connie Seawater y sus hermanos recuerdan su época con Allen como una época feliz. A menudo los llevaba de excursión los fines de semana por todo el estado.
Pero años más tarde, cuando Connie vio la película de 2007 Zodiac, se dio cuenta de que habían estado en todos los lugares donde ocurrieron los asesinatos del Zodíaco.
“Había tantas cosas en esa película que me resultaban familiares”, admite en la docuserie.
Como el 4 de junio de 1963, cuando viajaron a Tajiguas Point, donde Domingos y Edwards fueron asesinados.
En 1996, Connie, que era estudiante de primer año, recuerda haber ido al hipódromo de Riverside el 28 de octubre de 1966. Mientras su hermano dormía en el hotel, ella recuerda que Allen la llevó a recorrer el campus del Riverside City College, y en un momento dado le metió la mano en los pantalones y la agredió sexualmente.
Cuando volvieron al hotel, su hermano seguía sin despertarse y ella recuerda que bebió jugo antes de dormirse. Lo siguiente que recuerda es haber sido llevada de vuelta al coche el 31 de octubre. Allen confesó más tarde que drogó a los hermanos en Riverside.
El 30 de octubre, una mujer llamada Cheri Jo Bates fue encontrada muerta en el campus del Riverside City College. Nunca se encontró ninguna conexión entre su asesinato y el asesino del Zodíaco, y el caso sigue sin resolverse.
Antes de morir, Allen se sometió a numerosos interrogatorios sobre su posible papel en los asesinatos. Cumplió tres años de prisión por cargos de abuso de menores, tiempo durante el cual no hubo asesinatos relacionados con el asesino del Zodíaco ni envíos de cartas a la prensa o a la policía.
Connie, que se había mudado y formado una familia, regresó a California y visitó al hombre que había dado nombre a su hija.
En la docuserie expresó que ahora cree que Allen insinuó que era el asesino del Zodíaco.
En 1991, mientras navegaba con Allen, le preguntó si era el asesino del Zodíaco. Él le contestó que si se lo decía, tendría que matarla. “Pensé que era una gran broma”, compartió.
Sin embargo, su hermano David asegura que obtuvo una confesión completa de Allen en 1992, poco antes de su muerte.
Allen rompió a llorar por teléfono mientras confesaba haberlos drogado cuando eran niños y haber abusado de su hermana Connie. Cuando David le preguntó si era el asesino del Zodíaco, Allen, aún llorando, dijo que sí.
“Me asustó pensar que alguien a quien una vez quise y en quien confié era capaz de hacer algo así”, señala David.
Llamó a la policía, pero le dijeron que no podían hacer nada. Y luego llamó a su madre, que se rio e insinuó que Allen era un bromista.
Los hermanos Seawater dicen que su madre nunca creyó que Allen pudiera ser el asesino del Zodíaco, o un pederasta. Sin embargo, cuando murió en 2017, encontraron una caja con cartas entre ella y Allen en las que él hablaba del Zodíaco.
Allen murió el 26 de agosto de 1992. Tenía 58 años de edad. En su última carta, negó ser el asesino del Zodíaco.
Desde la muerte de Allen, no ha habido más asesinatos del Zodíaco.
Las víctimas del asesino del Zodíaco
Hay cinco asesinatos confirmados del asesino del Zodíaco, que ocurrieron en California entre 1968 y 1969, y dos supervivientes. Los objetivos eran predominantemente parejas jóvenes.
En cartas escritas a la policía y a la prensa, el asesino admitió haber cometido al menos 37 asesinatos más.
El 20 de diciembre de 1968, David Arthur Faraday, de 17 años, y Betty Lou Jensen, de 16, fueron encontrados muertos a tiros en Lake Herman Road, en Benicia, California, conocida como Lover’s Lane (el carril de los amantes).
En un ataque similar, el 4 de julio de 1969, Michael Renault Mageau, de 19 años, y Darlene Ferrin, de 22, fueron tiroteados mientras estaban sentados en el coche de Ferrin, en el parque Blue Rock Springs de Vallejo. Mageau sobrevivió.
Más tarde, el Departamento de Policía de Vallejo recibió una llamada de un hombre que reivindicaba la autoría de los asesinatos, y también se atribuyó los asesinatos de Faraday-Jensen.
El 31 de julio de 1969, el asesino envió mensajes a los periódicos de San Francisco, lo que supuso el inicio de las cartas del Zodíaco.
Pocas semanas después, el 27 de septiembre, Bryan Hartnell, de 20 años, y su novia Cecelia Shepard, de 22, murieron apuñalados mientras hacían un picnic en el lago Berryessa.
Según Hartnell, que sobrevivió al ataque, un hombre vestido con un atuendo medieval de verdugo y encapuchado atacó a la pareja y la ató antes de apuñalarla varias veces.
El 11 de octubre de 1969, Paul Stine, un taxista de 29 años, fue asesinado a tiros después de recoger a un pasajero en San Francisco y llevarlo a Presidio Heights —a unos 50 kilómetros de donde ocurrieron los otros asesinatos— cuando recibió un disparo en la nuca.
Su asesinato no se relacionó con los otros hasta que el Zodíaco envió una carta con un trozo ensangrentado de la camisa de Stine al San Francisco Chronicle. Stine sería la última víctima confirmada del Zodíaco, aunque las cartas de burla a los medios continuaron hasta 1974.
Se cree que el asesino del Zodíaco está relacionado con un montón de otras víctimas, incluidos los asesinatos de Robert Domingos y Linda Edwards en 1963, en los que los hermanos Seawater afirman haber estado con Allen cerca cuando ocurrió, y la muerte de Cheri Jo Bates, de 18 años, en Riverside en octubre de 1966, cuando los hijos de Seawater estaban en la ciudad con Allen.
Los siniestros mensajes del asesino del Zodíaco
Cuatro claves (mensajes cifrados) que se enviaron a periódicos del Área de la Bahía a lo largo de los años se creían la clave para seguir la pista del asesino. Algunos han sido descifrados, otros siguen siendo un misterio.
En 2020, se resolvió uno de sus mensajes más enigmáticos, conocido como el cifrado 340.
“Espero que te estés divirtiendo mucho intentando atraparme a mí, que no era yo en el programa de televisión, lo que nos lleva a un punto sobre mí: la cámara de gas no me da miedo porque me enviará al paraíso”, decía la nota.
“Cuanto antes porque ahora tengo suficientes esclavos para trabajar para mí donde todos los demás no tienen nada cuando llegan al paraíso, por lo que tienen miedo a la muerte, no tengo miedo porque sé que mi nueva vida será una fácil en el paraíso de la muerte”.
Quedan dos claves sin descifrar, pero las autoridades han dicho que no están seguras de si algún día podrán desentrañar los misteriosos mensajes.
‘Les habla el Zodíaco’ ya está disponible en Netflix.
Traducción de Michelle Padilla