Las mujeres del arte medieval

Ilustración del libro 'La ciudad de las damas', de Christine de Pizan. <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:15th-century_painters_-_La_Cit%C3%A9_des_Dames_of_Christine_de_Pisan_-_WGA15886.jpg" rel="nofollow noopener" target="_blank" data-ylk="slk:Bibliothèque nationale de France;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas" class="link "> Bibliothèque nationale de France </a>

Con frecuencia, en el imaginario contemporáneo, la Edad Media se ha asociado a un periodo oscuro, dominado por la barbarie, la ignorancia o las guerras. Del mismo modo, también se ha instalado la idea de que las mujeres vivieron oprimidas, eclipsadas por las figuras masculinas o limitadas de libertades a la hora de tomar decisiones. Se presupone, desde nuestro siglo XXI, su poca preparación intelectual, su discriminación social, su silencio y su invisibilidad.

Es cierto que esta debió ser la situación de la mayoría. Sin embargo, cada vez se conocen más mujeres que ejercieron poder político, económico o social. Muchas de ellas utilizaron para ello la obra artística y la imagen que ésta proyectaba de ellas mismas.

Con esta introducción anunciamos la publicación de 21 artículos elaborados por importantes investigadores pertenecientes a diez universidades diferentes. Cada autor analizará la figura de una mujer relevante, poderosa, que dejó huella en su tiempo gracias a su participación en los procesos de producción artística.

¿Y quiénes son ellas?

Se trata de féminas muy dispares, diferentes, que sobresalieron en su época por sus arrolladoras personalidades, por su papel efectivo en la política de los reinos hispanos, por ser férreas defensoras de sus derechos, su patrimonio o sus capacidades intelectuales.

Veremos a mujeres de los ámbitos religioso y laico, reinas, infantas y nobles. Todas ellas, de una manera u otra, se acercaron al mundo de las artes, concibiendo o financiando obras de arquitectura y artes plásticas. Incluso, en algún caso, encontraremos mujeres artistas, pioneras creadoras.

Todas muestran cómo en la promoción artística eran frecuentemente las mujeres las que se encargaban de impulsar y gestionar el proceso creativo, en ocasiones utilizando estrategias propias del mundo masculino, pero dejando también su impronta personal en la obra final. Muchas cumplieron así con los objetivos designados por sus maridos, padres, hermanos, hijos o los de la institución a la que pertenecían. Entre ellos, el más importante fue utilizar las artes para construir una imagen de poder, político y religioso. Así, expresándose a través de la arquitectura, la pintura, la escultura o las artes suntuarias y del libro lograron configurar de una imagen propia que reflejase esas estrategias de realce personal.

Son mujeres que han dejado una huella profunda en la Historia y la Historia del Arte de los siglos medievales. Algunas de ellas viajaron largas distancias y conocieron mundos lejanos, otras consagraron su vida a la meditación y la oración. Bien conectadas con la realidad que les tocó vivir, muchas ostentaron relevantes cargos de poder, defendieron y gestionaron su patrimonio o el de su familia y su impronta ha quedado plasmada en las obras artísticas en las que participaron.

El papel de la investigación

Esta serie de artículos, realizada por estudiosos del mundo medieval hispano, sin duda refleja el gran cambio que se ha producido en nuestro conocimiento de este periodo.

Con las investigaciones cada vez iluminamos más la supuesta –y falsa– oscuridad de la Edad Media, para demostrar que fue un periodo brillante, donde algunas mujeres destacaron por su poder y capacidad como gobernantes, gestoras y dueñas de su propio destino. Podemos conocerlas cada vez mejor a través de las fuentes textuales que hablan de ellas, pero también mediante los bienes artísticos que promovieron. Estos, en algunos casos, difundieron su imagen, pero sobre todo sus particularidades, sus preferencias, su impronta.

Para ofrecer una visión lo más amplia posible, hemos seleccionado mujeres portentosas y sobresalientes desde el inicio del medievo, allá por el siglo IV, hasta aquellas que otearon el amanecer de un cambio de tiempo, el final de la Edad Media y la llegada del mundo moderno en las primeras décadas del siglo XVI.

Los artículos abarcan un largo periodo de más de diez siglos en los que se produjeron importantes cambios, también en la condición de la mujer. Estos cambios se mostrarán en las figuras elegidas, todas ellas significativas en su periodo y contexto. Lógicamente, muchas se han quedado en el tintero. Pero esperamos que pronto puedan también salir de las sombras y proyectar su imagen en el futuro.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.

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Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.