Arranca la Cumbre del G7 con una visita histórica al monumento por las víctimas en Hiroshima

Los líderes del G7 visitaron este viernes el Museo y Parque de la Paz de Hiroshima, una visita histórica y simbólica, con un mensaje en contra de las armas nucleares. Arranca la cumbre y es probable que los líderes desvelen nuevas sanciones y controles a la exportación dirigidos a Rusia.

La UE anuncia que "limitará" el comercio de diamantes rusos después de que Estados Unidos y Reino Unido hablara de nuevas sanciones contra Moscú.

Los mandatarios de Japón, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos participaron en esta visita antes del comienzo formal de la Cumbre.

En una rueda de prensa previa a la sesión de apertura, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo reiteró el apoyo de la UE y el G7 a Ucrania.

"En la UE estamos trabajando duro para conseguir para Ucrania lo que necesita: más armas, más munición y de forma rápida. Esto será crucial. Hemos apoyado a Ucrania con solidaridad y determinación, y seguiremos así todo el tiempo que haga falta", declaró Michel.

No volver a repetir lo ocurrido en Hiroshima

Además de meter presión sobre Rusia, esta Cumbre arranca también con los objetivos de hablar sobre la crisis climática y la inteligencia artificial.

Las amenazas nucleares de Putin contra Ucrania, junto con las pruebas de misiles de Corea del Norte y la rápida expansión del arsenal nuclear de China, lleva a que el desarme nuclear sea una parte esencial de la cumbre.

Los jefes de Estado y de Gobierno depositaron coronas de flores ante el cenotafio que recuerda a las 140.000 víctimas mortales de la bomba atómica en Hiroshima.Donde se conserva el nombre de todas ellas y aparece un epitafio en japonés que asegura que el horror vivido no se volverá a repetir.

Hiroshima quedó devastada el 6 de agosto de 1945 cuando el avión Enola Gay soltó sobre la ciudad la primera bomba nuclear utilizada en combate real y bautizada como "Little Boy".

Esta bomba acabó de forma inmediata con la vida de unas 80.000 personas, cerca del 30 % de la población de entonces. A finales de 1945, el balance se elevaba a unas 140.000 y en los años posteriores las víctimas por los efectos de la radiación sumaron más del doble.