Armand Duplantis, el chico hiperactivo, el hermano competitivo que un día empezó a volar y cambiar la historia del atletismo
¿Hasta cuándo? Parece que hasta que se lo proponga. Sin límites, aunque siempre hayamos escuchado que el cuerpo humano suele tenerlos y que no hay forma de perforar la lógica.
Pues, bien, el sueco Armand Duplantis, como en su momento lo era el jamaiquino Usain Bolt en las pruebas de velocidad, pareciera pertenecer a otra clase de humanos. Desde hace tres años, exactamente desde el 8 de febrero de 2020, cuando en Torun, Polonia, hizo un salto con garrocha de 6,17m y quebró la marca de 6,16m del francés Renaud Lavillenie, “Mondo” Duplantis es el dueño de las alturas y establece un récord tras otro. Ahora fue en la reunión All Star Perche de Clermont-Ferrand, en Francia, al marcar 6,22m, en pista cubierta.
Cada vez que toma la garrocha y decide ir en busca de un nuevo registro, nada parece detenerlo. Este sábado tenía un registro máximo de 6,01m y pidió 6,22 para el último intento. Una electricidad especial recorrió el estadio y el públicó vibró apenas inició la carrera. Una manera de darle el impulso final a un crack de todos los tiempos. Y consiguió el objetivo con una limpieza sobre el listón que asusta. Para luego de la caída sobre la colchoneta festejarlo como un gol en un Mundial. Una costumbre para Duplantis, también campeón olímpico en 2021.
Era una cita especial: el torneo que organiza Renaud Lavillenie, el atleta al que le arrebató su primer récord y con quien tiene una gran amistad. Vino al torneo con el objetivo de conseguir los 6,22m. “Quiero hacerlo aquí por Renaud”, le había dicho a algunos periodistas. Por eso no extrañó que cuando logró lo que buscaba se diera el abrazo más conmovedor: el que lo unió precisamente a Lavillenie, que corrió hacia la colchoneta para arrojarse a sus brazos y celebrar con él la hazaña. Casi de película. “Mondo tiene cosas difíciles de describir. Tenemos una relación de locos”, dijo, emocionado, Lavillenie.
Y a Duplantis le costó encontrar las palabras. “Parece casi irreal estar en esta situación, aquí, en el encuentro de Renaud, con la multitud gritando mi nombre... Uno nunca está preparado para eso. De hecho, cada récord del mundo me produce una sensación diferente. Quizá el primero fue el más loco para mí (6,17m en Torun, Polonia, en 2020), obviamente. Pero éste es probablemente el segundo. Porque no hay nadie a quien quiera dar algo especial más que a Renaud. Significa mucho para mí, para mi carrera. Ha sido un hermano mayor, un mentor. Llegué al gran mundo a los diecisiete años en parte gracias a él. No creo que estuviera en la situación en la que estoy sin él. Así que venir a su ciudad y batir un récord mundial también es por él”.
Una carrera que no es casual: el rol familiar
Duplantis, de 23 años, no es un atleta que provenga de las casualidades. Tiene, detrás, una historia de éxito con pilares sólidos, establecidos desde su infancia en un entorno familiar sano y competitivo, de acuerdo con el relato de la agencia noticiosa AFP. Las primeras miradas tras un éxito o una decepción suelen ser precisamente para sus padres, Greg y Helena, que además son sus entrenadores. En Clermont-Ferrand sólo estaba presente su madre, mientras Greg seguía la prueba a distancia. Sabía que podía haber nuevo récord.
Precisamente Greg, estadounidense de origen, tuvo una carrera destacable en esta disciplina, con una marca que alcanzó los 5,80m. Es, el padre, el mejor consejero técnico para Armand, mientras que su mamá, sueca y ex heptatleta, se encarga sobre todo de la preparación física. Padres y entrenadores, una doble faceta que no tiene nada de excepcional por los numerosos casos similares en el atletismo. Pero los Duplantis han conseguido una maquinaria que funciona a la perfección, desde el jardín familiar en Lafayette (Louisiana), donde ‘Mondo’ aprendió el arte de la garrocha.
“Cuando tienen que vestirse con los hábitos de entrenadores, lo hacen. Pero cuando se trata de ver una película en familia, tienen una relación normal de padres e hijos, muy equilibrada, dinámica”, le explicó a AFP Brennan Robideaux, director de un documental sobre Duplantis, ‘Born To Fly’ (Nacido para volar). “Nunca han sido padres cerrados en sus ideas. Dejan que Armand encuentre lo que es mejor para él. Y les ha dado resultado”, comentó.
Greg y Helena han sabido modelar en superestrella del atletismo a un chico enérgico e hiperactivo, que nació el 10 de noviembre de 1999, en Lafayette, y que metía sus pequeños juguetes en el reproductor de video del salón de su casa. “En los viejos videos suyos, se lo ve al fondo, sin parar, llorando todo el tiempo. Era muy emocional. Vivía su vida al 200%. Si estaba triste, lo mostraba inmediatamente con lágrimas. Si estaba feliz, saltaba por todas partes. Un auténtico personaje de dibujos animados”, cuenta Robideaux sobre las imágenes del Armand niño. “Hoy todavía es hiperactivo, pero ha aprendido a controlarse”, señala.
Detrás del campeón hay un personaje competidor que se debatía en interminables duelos con sus hermanos mayores, Andreas y Antoine (también tiene una hermana, Johanna, la menor de la familia). Andreas dejó de competir a temprana edad, mientras que Antoine es actualmente jugador de béisbol en los New York Mets, luego de un destacado desempeño universitario. En esa competencia interna con sus hermanos, Armand fue el más talentoso en el salto con garrocha. Así, desarrolló los primeros años de su formación y fue batiendo casi todos los récords mundiales oficiosos en las categorías juveniles. Ya a los 17 años saltó 5,90 metros en 2017 en Austin, y se convirtió en una revelación.
Los éxitos y las marcas se sucedieron. Durante su paso por la Universidad de Luisiana, en agosto de 2018 se convirtió en campeón de Europa en categoría absoluta tras un concurso memorable, saltando 6,05 metros en Berlín. En 2019 fue subcampeón del mundo en Doha (5,97 metros). Duplantis batió luego dos veces el récord del mundo (6,17 y 6,18 m) en febrero de 2020 y se convirtió en campeón olímpico en agosto de 2021, un momento inolvidable que como no podía ser de otra manera compartió con sus padres y entrenadores, los artesanos de sus grandes éxitos. En 2022 batió el récord del mundo en tres ocasiones, la última de ellas en el Mundial de Eugene (Estados Unidos). Este sábado elevó todavía más su techo y mantiene la incógnita sobre los alcances de su potencial.
El vuelo de Duplantis
Sus récords mundiales
6,17m el 8 febrero 2020 en Torun (Polonia), en pista cubierta
6,18m el 15 febrero 2020 en Glasgow, en pista cubierta
6,19m el 7 marzo 2022 en Belgrado, en pista cubierta
6,20m el 20 marzo 2022, en Belgrado, en pista cubierta
6,21m el 24 julio 2022, en Eugene (Oregón, Estados Unidos) al aire libre
6,22 m el 25 febrero 2023 en Clermont-Ferrand (Francia), en pista cubierta
Mejor actuación mundial de todos los tiempos al aire libre
6,21m, el 24 julio 2022, en Eugene.