Lo que aprendimos de la economía de 2023 gracias a las tendencias sociales

(Ana Tortos/The New York Times)
(Ana Tortos/The New York Times)

Desde hasta ChatGPT hasta ‘Él es solo Ken’, damos un vistazo a las tendencias que dominaron en internet y nos enseñaron algo sobre la economía estadounidense.

Este año, el mundo se enteró de que algunos hombres simplemente no pueden dejar de pensar en el Imperio romano. Aquí, en The New York Times, no podemos dejar de pensar en lo que las tendencias sociales como esa nos dicen sobre la economía estadounidense.

No faltaron memes virales y momentos para discutir en 2023. Los estadounidenses viajaron en masa a París (y al extranjero en general). Las mujeres de la generación milénial se abastecieron de los termos Stanley que sus padres solían usar, una de varias modas impulsadas por mujeres. En parte gracias a Barbie, las Birkenstock también regresaron con más fuerza que cuando fueron tendencia en la década de 1990. La gente se comunicó con letras de Taylor Swift.

Acontecimientos sociales como esos nos pueden decir mucho sobre la economía en la que vivimos. Para cerrar el 2023, repasamos algunos de los grandes sucesos culturales y lo que nos enseñaron sobre el mercado laboral, el crecimiento económico y las perspectivas para 2024.


‘Él es solo Ken’ mostró conexiones con el mercado laboral

Barbie, la película que generó miles de análisis, llegó a los cines este verano con un eslogan promocional revelador: “Ella lo es todo. Él es solo Ken. “

Claramente, esta era una película sobre el mercado laboral.

La película mostraba a Barbie tratando de lidiar con los rigores de un mundo real que no dominaban las mujeres, y a Ken intentando encontrar su posición tras darse cuenta de que no tenía un lugar claro en el mundo ficticio de Barbie.

Era más que una simple crítica social. Como en el mundo de Barbie, Estados Unidos ha experimentado una verdadera divergencia en los resultados para hombres y mujeres jóvenes y de mediana edad en los últimos años, especialmente en el mercado laboral. Las mujeres jóvenes trabajaban a tasas históricamente altas antes de la pandemia y volvieron a ellas rápidamente después de la recesión de 2020.

[El gráfico a continuación muestra el porcentaje de personas de 25 a 34 años que tienen empleo. La línea rosa muestra a los hombres y la roja a las mujeres. Si bien la tasa de empleo para las mujeres jóvenes está cerca de su punto máximo, la tasa de empleo para los hombres jóvenes está por debajo de dónde estaba en la década de 1990]

Para los hombres la situación es distinta. El empleo de los hombres más jóvenes se recuperó, pero ellos todavía están trabajando a tasas mucho más bajas que hace unas décadas. Los hombres del grupo de 35 a 44 años, en particular, han estado trabajando cada vez menos a lo largo de los años y recientemente no han logrado recuperar su punto máximo de empleo de 2019.

[El gráfico a continuación muestra la proporción de personas de 35 a 44 años que están empleadas y el descenso en las tasas de empleo para los hombres de mediana edad. La línea rosa muestra a los hombres y la roja a las mujeres]

Concretamente en 2023, las mujeres ganaron 1,4 empleos por cada uno que los hombres obtuvieron (hasta noviembre).

¿Qué hay detrás del declive a largo plazo en el trabajo masculino? Economistas y sociólogos señalan una serie de causas: el alejamiento del matrimonio y la disminución en la cantidad de hijos han erosionado una de las razones sociales tradicionales para trabajar. Los hombres pueden estar teniendo una crisis de identidad laboral en una economía moderna donde muchos nuevos empleos se inclinan hacia industrias de “cuello rosa” como el cuidado de niños y la enfermería.

“Ken está tratando de encontrar su lugar en el mundo”, dijo Betsey Stevenson, economista de la Universidad de Michigan, al explicar que esto se remonta a un mundo de posibilidades distintas que han dejado a algunos hombres en busca de una nueva posición. “Pasamos de un modelo económico en el que el trabajo promedio es fabricar cosas a una economía en la que el trabajo promedio es cuidar a alguien”.

Los hombres también tienen menor nivel educativo que las mujeres jóvenes de hoy, lo que puede llevar a algunos a tener currículums menos atractivos para el mercado laboral. (En la película, Ken intenta conseguir un trabajo en la costa, pero le dicen que no tiene las habilidades. Se lamenta: “¡Aquí no puedo ni siquiera playear!”)


Taylor Swift y Beyoncé mostraron que EE. UU. está dispuesto a gastar

No fue solo en el mercado laboral donde las mujeres dominaron este año; 2023 ha sido un año de consumismo centrado en la mujer. Por ejemplo, los dos eventos musicales del verano: tanto Beyoncé como Taylor Swift realizaron giras que generaron mucha actividad económica. También lanzaron películas de sus espectáculos, llevando la diversión (y el dinero) a la taquilla.

La fiebre de los conciertos en sí fue un ejemplo de una tendencia económica más amplia. Los consumidores continuaron gastando con fuerza en 2023, especialmente en servicios como música en vivo y viajes internacionales. Eso fue algo sorprendente porque los pronosticadores creían que las tasas de interés mucho más altas de la Reserva Federal probablemente llevarían a la economía a una recesión este año.

‘Las cenas de chicas’ clasificadas entre las tendencias de comida económica

¿Otro aspecto en el que las mujeres lideraron en 2023? Innovación culinaria. Las mujeres jóvenes publicaron videos virales en TikTok sobre lo que podría haber sido, según la jerga demográfica de cada quien, una tabla de embutidos (milénial), un almuerzo de jornalero (británico) o un refrigerio (Oscar Mayer). Pero para la Generación Z, era las cena de chicas o girl dinner.

Esto, al igual que el meme del Imperio romano y los hombres, fue un caso en el que se aplicó el género a un concepto bastante amplio y básico. Las cenas de chicas venían en muchas formas y tamaños, pero básicamente eran comidas hechas con ingredientes relativamente económicos: imagina trozos de queso sobrantes, macarrones en caja o nuggets de pollo.

Lo que sí reflejaba claramente era una tendencia generalizada en la economía hacia un mayor ahorro en la comida. Grandes minoristas, como Walmart y McDonald’s, informaron haber visto un nuevo grupo de compradores, ya que incluso los consumidores de clase media baja intentaron ahorrar dinero en alimentos después de años de alta inflación. El aumento general de los precios se desaceleró notablemente en 2023, pero se acumularon varios años de rápida inflación, dejando muchos precios notablemente más altos en muchas necesidades básicas.


Ozempic preocupó a las grandes empresas de alimentos

Las tendencias en compras de alimentos también experimentaron otro cambio grande e inesperado este año. Algunas grandes empresas de alimentos están preocupadas ante la posibilidad de que las personas vayan a comprar menos alimentos debido a productos como Ozempic y Wegovy, que cobraron prominencia este año como parte de un nuevo y eficaz conjunto de medicamentos para perder peso. Si bien fue un momento esperanzador para muchos que han luchado con la obesidad y sus efectos en la salud, también causó consternación y adaptación en algunos minoristas y cadenas de comida rápida. Walmart dijo que ya ve un impacto en la demanda.


ChatGPT causó sorpresa en la economía

El cuidado de la salud no fue el único ámbito en el que hubo un gran avance en 2023. El chatbot ChatGPT de OpenAI cobró protagonismo este año por generar escritura similar a la humana, y sus competidores presentaron sus propias propuestas (incluida una que se enamoró de un columnista del Times).

Tales tecnologías podrían tener consecuencias económicas importantes, al cambiar la forma en que trabajamos, sustituir algunos empleos y potencialmente aumentar la productividad. Por ahora, los oficinistas lo han utilizado para escribir correos electrónicos. Los estudiantes lo han empleado para escribir tareas. Esta corresponsal de economía intentó usarlo para redactar esta sección del artículo, pero la inteligencia artificial y los editores del Times tienen una comprensión diferente del término “breve”.

La versión gratuita de ChatGPT trabaja con datos de 2022, por lo que también se negó a comentar otro desarrollo clave de este año.

“Si rizz se refiere a algo específico, por favor proporcione más contexto o aclare”, respondió el chatbot cuando se le preguntó si poseía rizz, la palabra del año de Oxford (en inglés), una abreviatura de la Generación Z para “carisma”.

Tras un poco más de insistencia, admitió: “No tengo cualidades personales”.

Jeanna Smialek escribe sobre la Reserva Federal y la economía para el Times desde Washington. Más de Jeanna Smialek

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