Con aplausos y 'bravos' Argentina despide a legendario actor Alfredo Alcón

El legendario actor argentino Alfredo Alcón, quien falleció a los 84 años por complicaciones respiratorias, fue despedido este sábado con aplausos y 'bravos' al ser sepultado en el Panteón de Actores en un cementerio de Buenos Aires. Venerado por sus colegas como "el mejor", aplaudido por el público y reconocido por los críticos, el artista fue velado en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso argentino, por donde desfilaron personalidades del ambiente artístico de todas las generaciones así como respetuosos admiradores. El cortejo fúnebre estuvo encabezado por la actriz Norma Aleandro, protagonista de "La Historia Oficial", premiada con un Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1986, quien había sido pareja de Alcón en la juventud y luego grandes amigos, pero sobre todo con quien conformaron una mítica dupla artística. El féretro fue envuelto con una bandera nacional, la misma que flameó en el Parlamento el pasado 10 de diciembre al cumplirse el 30 aniversario de la recuperación democrática tras la dictadura (1976/1983), donada por decisión unánime de los bloques de la Cámara de Diputados, dijo su titular, Julián Domínguez. Como muchos artistas, Alcón fue amenazado en 1975 por el grupo parapolicial Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) y excluido de varios escenarios durante la dictadura, pero se quedó en Buenos Aires y se dedicó a interpretar las obras de William Shakespeare, entre ellas Hamlet. "Uno no puede establecerse en un país donde no quisiera morir y yo sólo quiero morir en la Argentina", dijo Alcón en una entrevista. El cortejo fúnebre hizo un alto en el teatro General San Martín, en el centro de Buenos Aires, el último escenario donde actuó el año pasado cuando repuso su versión de "Final de Partida" de Samuel Beckett, que ya había dirigido en 1991. Calificado como "maestro de actores", Alcón brilló en todos los escenarios, desde el teatro clásico hasta la comedia televisiva, pasando por obras claves de la cinematografía argentina y fue el actor fetiche del director argentino Leopoldo Torre Nilsson. "Humana y artísticamente único", "Adiós a un gigante de la actuación", "Su talento impar lo convirtió en uno de los grandes actores en lengua castelana", "Protagonista de los últimos 60 años de la cultura argentina, dejó su marca ineludible", ponderó la prensa de Buenos Aires, que le dedicó suplementos especiales. Conmovida a la salida del velatorio, la actriz María Fiorentino escribió en la red social Fcaebook: "En nuestro país pueden suceder cosas feas, pero se sabe cómo despedir a un artista. A un poeta del oficio. No todo está perdido".