Jordi Évole desmonta con su exclusiva el mito de Iván Redondo

El exjefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo (dcha.), atiende una sesión en el Congreso de los Diputados. (Photo by Europa Press News/Europa Press via Getty Images)
El exjefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo (dcha.), atiende una sesión en el Congreso de los Diputados. (Photo by Europa Press News/Europa Press via Getty Images)

Hace apenas seis meses, buena parte de las crónicas parlamentarias del país dibujaban a Iván Redondo como el gran titiritero de la política española. El gran gurú que manejaba los hilos de Moncloa teniendo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a buena parte de los ministros, como simples marionetas que se ceñían al guion que el donostiarra les escribía cada mañana sin apenas margen para la improvisación.

De hecho, cuando el nombre del exjefe de gabinete de Sánchez se incluyó en la lista de abandonos del Gobierno, el panorama que se dibujó desde muchas tertulias de radio y televisión fue el de un presidente del Ejecutivo poco menos que en un estado de orfandad total. Vagando sin rumbo ante la pérdida de su cabeza pensante y brújula estratégica.

Al retrato depresivo contribuía el problema con Marruecos en la frontera de Ceuta, los malos augurios sobre la falsa congelación de los fondos europeos, y los silencios vacacionales de Sánchez mientras el precio de la luz comenzaba su escalada y la repatriación de los occidentales de Afganistán empezaba a organizarse sin saber cómo actuaría España.

Pero dos meses después de todo ello, todo pinta de manera diferente. El Gobierno, lejos de haberse hundido, ha recobrado impulso para este curso político. No solo ha liderado a nivel europeo la repatriación de Afganistán, sino que está manteniendo el pulso con las eléctricas, está a punto de cerrar la crisis con Ceuta, ha reforzado sus lazos con EE.UU. y su posición estratégica con respecto de la base de Rota, ha subido en las encuestas e incluso el presidente Sánchez ha pronunciado un discurso ante la Asamblea de la ONU que no ha pasado inadvertido. Y todo ello sin que el supuesto gurú Redondo esté metido en el ajo.

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De hecho, su figura parece haberse diluido como un azucarillo. Y ha tenido que ser Jordi Évole quien nos haya recordado que Iván Redondo existió. En la brillante promo de su próximo programa, el presentador de La Sexta parodia junto a Pablo Iglesias una escena de ‘El gran Lebowsky’ y recupera todos los calificativos que se le brindaron a Redondo.

Vendiéndole de nuevo como "alguien que conoce todos los secretos de este Gobierno", "que ha estado dentro y que ha tenido hilo directo con Pedro Sánchez. Que ha participado de las decisiones importantes. Que es odiado por unos y amado por otros”. Justo todo aquello de lo que había dejado de repetirse en los últimos tiempos.

Será el domingo cuando Redondo, con su entrevista aclare cuál fue su verdadero papel en Moncloa, cómo de amistosa y pactada fue su salida y cuál fue realmente su cuota de poder. Porque parece claro que el mito construido alrededor de Redondo para ningunear a Sánchez no fue para tanto.

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