Es antifeminista, promete mano dura con Kim y ¿sigue los consejos de chamanes? Qué se sabe Yoon Suk-yeol, el nuevo presidente de Corea del Sur
SEÚL.- Yoon Suk-yeol soñó alguna vez con convertirse en un pastor, pero su carácter intransigente lo llevó a convertirse en un destacado fiscal, apodado el “gallo de pelea” por su tenacidad para luchar contra casos de corrupción. Fueron esas condiciones, junto a su promesa de aplicar mano dura a la vecina Corea del Norte, lo que llevaron a este novato en política a convertirse ayer en el nuevo presidente de Corea del Sur.
Antifeminista y conservador, Yoon, de 61 años, parece dispuesto a virar el rumbo de la décima economía mundial, especialmente en la faceta diplomática, abogando por abandonar años de delicada diplomacia y mostrar firmeza ante el país gobernado por Kim Jong-un.
El ex fiscal general no entró formalmente en la política coreana hasta que declaró su candidatura a la presidencia el pasado mes de junio, que ocurrió después de que el bloque conservador alabara su actitud al presentar cargos de soborno contra un asesor clave del mandatario saliente, Moon Jae-in.
Después de más de dos décadas en el servicio jurídico, encarcelando a muchos en el espectro político nacional, se presentó como un candidato dispuesto a hacerle frente a la corrupción y a crear condiciones económicas más equitativas. Esto lo llevó a ganar las elecciones presidenciales, aunque lo hizo con el menor margen de la historia surcoreana.
“Ícono” conservador
Nacido en Seúl en 1960, Yoon estudió derecho y jugó un rol clave en la condena de la antigua presidenta Park Geun-hye por abuso de poder. En 2019, manchó la imagen del gobierno Moon Jae-in en el escándalo de fraude y sobornos que vinculó al asesor de la presidencia.
Yoon causó furor entre los votantes conservadores ofreciendo una oportunidad de “venganza” contra Moon e incluso amenazó con investigar al presidente saliente por unas “irregularidades” que no especificó.
Así logró llamar la atención del conservador Partido del Poder del Pueblo, que lo consideró el “ícono” de los conservadores porque era “visto como la mejor persona para derrotar al candidato del Partido Democrático, a pesar de su falta de experiencia política”, según Gi-Wook Shin, profesor de sociología en Stanford.
“Esto no es un buen augurio para la democracia coreana dado que esperamos más polarización”, agregó.
El exfiscal ya dio marcha atrás en algunas de sus promesas más controvertidas, como cerrar el ministerio de Igualdad de Género, pero su falta de experiencia en política puede ser costosa ante una Asamblea Nacional dominada por el partido opositor.
¿Su filosofía? En una comparecencia de 2013 que causó sensación en Seúl, Yoon dijo a los legisladores: “No soy leal a ninguna persona”, subrayando su obediencia a la ley, no a los que están en el poder.
La mujer de Yoon, Kim Kun-hee, llegó a decir que sus críticos serían investigados si él ganaba porque esta es “la naturaleza del poder”, según unos comentarios grabados tras una batalla judicial.
Esto sugiera que “él y su esposa están más que dispuestos a iniciar vengativas investigaciones legales contra sus oponentes políticos”, dijo Keung Yoon Bae, profesor de estudios coreanos en el Georgia Institute of Technology.
La última acción de la administración saliente fue aprobar una reforma legal para quitar a los fiscales parte de su poder, un movimiento ampliamente visto como un intento de evitar ser objeto de investigaciones tras dejar el ejecutivo.
Curanderos y maldiciones
Tras la toma de posesión, Yoon se trasladó a una nueva oficina en un antiguo edificio del Ministerio de Defensa y dejó atrás la Casa Azul, que fue utilizada por los japoneses durante su dominio de la península de Corea entre 1910 y 1945. Yoon había calificado la oficina de “símbolo del poder imperial” y dijo que se utilizaría como parque público y espacio cultural.
Pero sus críticos indicaron que la decisión del nuevo presidente de vivir en otro lugar fue por consejo de curanderos, cuyo turbio papel en la política surcoreana generó revuelo durante la campaña electoral. El líder conservador negó las acusaciones y lanzó en su defensa que “el Partido Demócrata parece estar más interesado en los chamanes que en mí”.
Su esposa Kim, de 49 años, se considera una “persona espiritual” según dijo en un canal de YouTube y muchos afirman que asesores espirituales cercanos a la primera dama tuvieron influencia en la campaña.
Después de que el dictador Park Chung-hee fuera asesinado en el recinto en 1979 y su hija, Park Geun-hye haya sido destituida, se especuló que Yoon quería evitar “la maldición” de la Casa Azul.
Retos difíciles
El nuevo presidente surcoreano se enfrentará a dos grandes problemas al tomar posesión de su cargo: una Corea del Norte beligerante que prueba nuevas armas y una inflación que amenaza con socavar la recuperación económica tras dos años de pesimismo por el Covid-19.
De línea dura, advirtió que aplicará un ataque preventivo si hay indicios de un ofensiva inminente de Corea del Norte y prometió reforzar la capacidad de disuasión del Sur. No obstante, su discurso de investidura tras jurar en el cargo en una ceremonia en Seúl se centró más en su voluntad de reabrir las estancadas conversaciones de desnuclearización con Pyongyang.
“Aunque los programas de armas nucleares de Corea del Norte son una amenaza no sólo para nuestra seguridad y la del noreste de Asia, la puerta del diálogo seguirá abierta para que podamos resolver pacíficamente esta amenaza”, dijo Yoon.
“Si Corea del Norte se embarca realmente en un proceso para completar la desnuclearización, estamos dispuestos a trabajar con la comunidad internacional para presentar un plan audaz que fortalezca enormemente la economía norcoreana y mejore la calidad de vida de su pueblo”, añadió.
Yoon podría enfrentarse a una crisis de seguridad si Corea del Norte lleva a cabo su primera prueba nuclear en cinco años, como advirtieron funcionarios estadounidenses y surcoreanos, después de que en marzo rompiera una moratoria de 2017 sobre las pruebas de misiles de largo alcance.
Kim Jong-un dijo en abril que tomaría medidas para desarrollar “nuestras capacidades nucleares a un ritmo más rápido”, lo que analistas señalan como una respuesta a la dura postura de Yoon.
La inflación de Corea del Sur alcanzó el mes pasado su nivel más alto en 13 años, de 4,8% interanual, ya que la invasión rusa de Ucrania disparó los precios de las materias primas, lo que podría frenar las perspectivas de crecimiento.
Inexperto
El nuevo gobernante indicó en una ocasión que pretende adquirir otro sistema de misiles estadounidense THAAD, lo que podría generar una represalia económica de China, el principal socio comercial de Corea del Sur.
“Su falta de habilidad política influirá el campo de la política internacional”, comentó Minseon Ku, profesora de ciencias políticas de la Universidad Estatal de Ohio.
Durante su campaña tuvo varias equivocaciones, como cuando elogió a un exdictador surcoreano o despreció el trabajo manual y a los africanos.
“La próxima presidencia llega en un momento de transición en el mundo”, en especial con la invasión rusa a Ucrania, señaló Karl Friedhoff del Consejo de Chicago sobre Asuntos Mundiales.
”Eso significará plantearse retos difíciles sobre compensaciones que Corea del Sur no ha tenido que hacer en el pasado. ¿Estará Yoon listo para esa tarea?”, cuestionó.
Agencias Reuters y AFP