El antichavismo al margen de la principal coalición, ¿opción real para el cambio político?

Caracas, 29 abr (EFE).- Las alianzas generadas en la última semana en un sector de la oposición venezolana, de cara a los comicios presidenciales del 28 de julio, puede aumentar las posibilidades de intención de voto, pero de manera insuficiente para desplazar como principal fuerza antichavista a la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), según politólogos.

El principal candidato opositor es el exembajador Edmundo González Urrutia, ratificado por la PUD, en sustitución de María Corina Machado, inhabilitada para ejercer cargos de elección popular hasta 2036.

El sector al margen de esta coalición, que es visto como colaboracionista del chavismo por parte de la PUD, presentó siete candidatos luego de la renuncia de Juan Carlos Alvarado y Luis Ratti en favor del diputado socialdemócrata Luis Eduardo Martínez.

El abogado y consultor político Giulio Cellini considera probable que algunas de estas candidaturas sean impulsadas por el Ejecutivo, porque "al Gobierno le interesa promover candidaturas que fraccionen el voto opositor, dispersar, o más bien, tratar de desmovilizar al votante opositor".

"Pareciera que la tesis en primera instancia fue justamente presentar un tarjetón (electoral) atomizado, en cuanto a la oposición, pero pareciera que el criterio en este momento es fortalecer algunas de estas candidaturas, de manera tal que tengan una perspectiva más fuerte frente a la opinión pública y eso lleve al elector a confundirse", señaló a EFE.

Entretanto, el politólogo Piero Trepiccione dijo a EFE que luego del consenso logrado en la PUD, lo lógico era generar otro consenso para "poder contraponer otra figura importante que logre morder ampliamente ese deseo de cambio del país".

Esta estrategia, a su juicio, puede minimizar las fracturas y aumentar las posibilidades en intención de voto, pero dependerá también de quien logre identificarse con las necesidades de los ciudadanos.

La PUD, principal referente opositor

Cellini señaló que la PUD sigue siendo el principal referente de la oposición, por lo que ve complicado que el otro bloque antichavista pueda sustituirlo, aunque -dijo- algunos de estos dirigentes han logrado calar en determinados sectores de la sociedad.

"El reconocimiento principal por parte de la sociedad venezolana y de los actores internacionales está en la Plataforma Unitaria, tanto así, que el diálogo bajo el mecanismo de Noruega es entre el Gobierno y la Plataforma Unitaria, porque está claro que esa es la oposición oficial, formal", añadió.

Recientemente, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, calificó de "extraordinario" que la oposición se agrupe en torno a un candidato único.

Desconfianza entre opositores

Los candidatos al margen de la PUD, como Luis Eduardo Martínez, José Brito y Daniel Ceballos, fueron parte de esta coalición, llamada antes Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pero se alejaron por visiones distintas sobre la participación en procesos electorales y, en el caso de Brito, por acusaciones de presunta corrupción.

Además, Brito fue nombrado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) como presidente de una junta directiva ad hoc del partido Primero Justicia (PJ), en el cual milita el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles.

Martínez forma parte del partido socialdemócrata Acción Democrática que fue intervenido también por el TSJ, por lo que, a juicio de Cellini, esto provoca la desconfianza entre los dos bloques antichavistas, que dificulta el diálogo entre ellos, aunque sí conversan constantemente -cada uno por su cuenta- con el Ejecutivo.

Pese a esto, el politólogo Piero Trepiccione dijo que en la medida que avance el cronograma electoral y la campaña por la Presidencia, en la que se irán desarrollando narrativas y estrategias políticas, es posible que se produzcan reencuentros.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) estableció que el plazo de sustituciones que se reflejan en la boleta electoral terminó el pasado 23 de abril, y de ahora en adelante, hasta diez días antes de la elección, se podrán hacer modificaciones o sustituciones, pero sin que se vean en la tarjeta de votación.

Saraí Coscojuela

(c) Agencia EFE