Se anotó para un trabajo y lo detuvieron por un crimen que había cometido 20 años atrás

Todd Barket, de 51 años, se inscribió para solicitar trabajo en un geriátrico de Florida, en Estados Unidos. Nunca pudo saber si le hubieran dado el empleo, porque pocos días después de aplicar por el trabajo, fue detenido por la policía acusado del asesinato de una mujer ocurrido en 1998.

El hombre vivía en los suburbios de la ciudad de Tampa, Florida cuando en marzo de este año la policía llamó a su puerta para hacerle algunas preguntas. Tenían pruebas suficientes para pensar que Barket era el autor del crimen de Sondra Better, ocurrido en la ciudad de Delray Beach 20 años atrás. Este lunes, comenzó el juicio por el que esperan condenarlo por homicidio simple.

El autor del crimen de Sondra Better, que sucedió el 24 de agosto de 1998, permanecía como un fantasma para la justicia estadounidense. La mujer había sido apuñalada y golpeada en la tienda en la que trabajaba y su cadáver fue descubierto por dos adolescentes que entraron al lugar sorprendidos porque se encontraba abierto a una hora inusual. Ellos encontraron a la mujer, de 68 años, tendida en el suelo. Las heridas en sus manos daban a entender que se había defendido de su atacante, según informa The Washington Post.

Según informaron los medios en aquel entonces, la mujer se había mudado una década antes a la zona con su esposo, y no tenía necesidad económica de trabajar, pero lo hacía para combatir el aburrimiento cotidiano luego de que sus tres hijas habían crecido y abandonado su hogar.

Trabajó como empleada en esa tienda de muebles antiguos y algunos objetos de colección durante ocho años, hasta la fatídica noche del 24 de agosto de 1998. Su marido, Zeke Better, contaría luego que tenían planeado viajar ese mismo año a Nueva York a celebrar sus bodas de oro. Pero ese viaje nunca pudo realizarse.

Un criminal fantasma

La policía trabajó a destajo para encontrar al autor del crimen. El asesino había dejado un rastro de sangre, entre otros lugares, sobre dos pesadas bolas decorativas de mármol que se encontraba junto al cadáver. En una tercera bola decorativa, los investigadores hallaron las huellas digitales de quien sería el criminal.

Aparentemente, el homicida había actuado para robar la tienda, pero llamativamente, había dejado un Rólex y un anillo de diamantes de su víctima intactos. Por otra parte, las pesquisas manejaron la hipótesis de que el crimen había sido cometido con un cuchillo para pastel, que había desaparecido ese mismo día de la tienda.

Además, un testigo señaló que había visto a la mujer mientras hablaba con un hombre alto, delgado y blanco que regateaba por el precio de un sofá.

Pero tenían solamente eso. Ni las huellas digitales, ni el ADN de la sangre coincidía con ninguna de las personas registradas en un banco de datos nacional. El asesino era un fantasma. Hasta marzo de este año...

Zeke Better, el viudo de la víctima murió en 2015. Se fue sin saber quién había asesinado a su esposa, a pesar de que él mismo financió una beca para estudiantes de justicia para que hallaran al culpable del crimen. "Siempre la extrañaré sin importar a dónde me lleve mi vida", fueron sus palabras ante la prensa local poco antes de fallecer.

Pidió trabajo y cayó

Llegó el día de diciembre de 2018 en que Barket, el apuntado como asesino de la mujer, solicitó un trabajo de asistente de enfermería, para lo que debía presentar, entre otras cosas, sus huellas digitales. Poco tiempo más tarde, los oficiales de Delray Beach recibieron una llamada: las señales dactilares concidían con las que estaban en la tercera bola de mármol, en aquella escena del crimen de hace más de 20 años.

El hombre vivía entonces en Brandon, Florida, a más de 320 kilómetros de distancia del lugar del crimen. Pero los detectives se enteraron de que había vivido en una casa rodante próxima de Delray Beach, en el momento del asesinato. Otros detalles se verificaron, incluidas las descripciones de un sospechoso. Lo curioso es que Barket no había aparecido nunca siquiera como sospechoso.

Cuando la policía apareció en su puerta y le dijo que lo buscaban por un homicidio de 1998, el hombre dijo sencillamente "está bien". Más tarde, con una muestra de sangre, comprobaron que el ADN coincidía con las manchas halladas en el lugar del asesinato de Sondra Better.

Comenzó el juicio

Barket se declaró inocente y su juicio comenzó el lunes en el condado de Palm Beach. Pero para entonces, una pieza clave de evidencia, la tercera bola de mármol, había desaparecido.

Nunca verás la bola que el Sr. Barket supuestamente tocó en esa tienda", dijo su abogado, el defensor público asistente Joseph Walsh, al jurado, según el Palm Beach Post. "Hubo una falla en cómo se llevó a cabo el procesamiento de la escena del crimen".

Los fiscales, por su parte, argumentaron que no importaba. Aunque la bola de mármol los había llevado a Barket, fue el rastro de sangre en el piso de la consignación lo que demostró que había matado a Sondra Better más de 20 años antes.

"No hay otra explicación para que su sangre esté en todas partes donde estaría la sangre del asesino y la sangre del ladrón", dijo el fiscal estatal adjunto Richard Clausi, según Sun-Sentinel. "Él fue quien lo hizo".