La aniquilación, mecánica de contención de la movilidad humana

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El 11 de septiembre pasado, en el marco de la presentación de su informe 2021-2022 “La esperanza en el camino: La Redodem en un país de impunidad, militarización y violencias”, se dio a conocer en un apéndice a este informe, un primer análisis con la información registrada en el último trimestre de 2022, para constatar los cambios vividos ante el aumento de flujos migratorios y la diversificación de los perfiles de personas en contexto de movilidad humana en distintas regiones del país.

En este Apéndice analizamos diferentes formas de violencia que el Estado mexicano ejerce en contra de la población en movilidad humana, ya sea por intervención directa, colusión u omisión. Para realizar este estudio, además de los datos registrados en la nueva plataforma de la Redodem, utilizamos un monitoreo de fuentes abiertas.

Con este análisis, además de brindar elementos más actuales alertamos sobre la grave situación de la realidad migratoria en México, la cual se debe a una mecánica de contención, que engrana el ejercicio de diferentes tipos de violencias a partir de la operación de tres dimensiones: la política, mediante discursos y prácticas que señalan a la migración como un problema de seguridad nacional; la social, cimentada en la exclusión social para aislar y, por ende, desproteger a quienes transitan “al margen del Estado”, y la dimensión corporal y psicológica que funciona a través de violencias ejercidas con extrema crueldad sobre los cuerpos (desplazamiento, desapariciones, tortura, secuestros, agresiones físicas, agresiones sexuales, homicidios, etc.) y sobre la psique de las personas (tratos crueles, inhumanos y degradantes, tortura psicológica, etc.).

Todo ello, con el objetivo de generar terror y silencio. Un terror que reprima el deseo de continuar el tránsito y un silencio que invisibilice y ahogue el grito de auxilio.

El engranaje de estas dimensiones lleva al último fin: la aniquilación del ser. Lo cual no necesariamente implica la muerte sino una ruptura física, emocional y espiritual de las personas para evitar que continúen su camino. Una apuesta criminal por “detener” los flujos migratorios, pese a que toda la evidencia apunta a que las políticas de contención no sólo no funcionan, si no que agravan la situación y violan los derechos de las personas migrantes y solicitantes de refugio.

Dada la dificultad de documentar este tipo de eventos, por el miedo y la desconfianza de las personas sobrevivientes a denunciarlos, el uso de diversas fuentes y contar con un marco de análisis contribuye a entender que la violencia que permea el tránsito de las personas en contexto de movilidad humana por México no es un hecho aislado, pues sólo a partir de la operación de las dimensiones política y social, las violencias que son ejercidas con extrema crueldad sobre los cuerpos y la psique de las personas cumplirán su fin: aniquilar a las personas.

El análisis que se presenta en este estudio muestra los primeros resultados de una herramienta que está en etapa piloto, pero desde ya permite constatar que las violencias que padecen las personas en contexto de movilidad humana son parte de una mecánica de contención que apunta a la aniquilación de quienes buscan poner a salvo sus vidas y encontrar un espacio seguro para lograr una vida digna.

En este estudio concluimos que el escenario más próximo es sumamente preocupante, pues la población en movilidad humana forzada está más desprotegida y vulnerable que nunca, mientras que las organizaciones de la sociedad civil estamos al límite de nuestras capacidades para brindar atención humanitaria. No obstante, este mismo escenario es el motor de la labor de las y los defensores de derechos humanos de las personas en contexto de movilidad humana, pues no repararemos en esfuerzos por contribuir a cambiar esta realidad.

Descarga el documento completo en este enlace.

@RedodemMX