Yahoo Noticias Andrew Gillum estuvo a punto de ser elegido gobernador de la Florida, ahora los juzgan en un tribunal federal
Hace cinco años, Andrew Gillum era una de las estrellas más brillantes de la política de la Florida.
El entonces alcalde de Tallahassee tenía un perfil nacional: ganó la nominación demócrata de 2018 a gobernador de la Florida y casi derrotó a Ron DeSantis, perdiendo por menos de 34,000 votos, equivalente a 0.41 puntos porcentuales.
Luego llegó la caída.
En 2020, fue encontrado por la Policía en una habitación de hotel de South Beach en compañía de un hombre que parecía haber sufrido una sobredosis de drogas.
Y el año pasado fue acusado por un jurado federal de instrucción, acusado de mentir a agentes del FBI y estafar a importantes donantes de campaña y organizaciones que creían que estaban donando a causas políticas legítimas.
Gillum, de 43 años, y su asesora política y mentora, Sharon Janet Lettman-Hicks, de 54, se enfrentan a un juicio de tres semanas en el tribunal federal de Tallahassee que comienza el lunes.
El juicio con jurado debe proporcionar una visión inusual de una investigación federal de corrupción política, con potencialmente horas de grabaciones secretas que implican a Gillum y su hermano Marcus, y el testimonio de agentes encubiertos del FBI.
Gillum negó las acusaciones. Pero la investigación federal de corrupción que condujo a los cargos contra Gillum ya dio lugar a condenas contra otro ex alcalde de Tallahassee y un urbanizador local.
“Esta es nuestra oportunidad de demostrar la inocencia de Andrew y estamos deseando hacerlo”, dijo esta semana su abogado, David O. Markus, de Miami.
¿De qué se acusa a Gillum?
El gobierno lo acusa de solicitar contribuciones políticas bajo falsas pretensiones, desviar el dinero a través de la compañía de comunicaciones de Lettman-Hicks para luego entregarle el dinero a Gillum.
El día después que perdió las elecciones de 2018, por ejemplo, Gillum le envió un correo electrónico a su personal de campaña y dijo que estaba asignando a Lettman-Hicks para supervisar el presupuesto de la campaña.
La campaña luego transfirió $60,000 a la compañía de comunicaciones de Lettman-Hicks, llamada P&P Communications, para gastos relacionados con los esfuerzos electorales, alegaron los fiscales federales. P&P Communications hizo entonces cuatro transferencias de $5,000, denominadas “bonificaciones”, a la cuenta personal de Gillum.
La acusación señaló que casi $57,000 en contribuciones de campaña y de otro tipo se desviaron ilegalmente a la cuenta personal de Gillum.
Gillum también está acusado de mentir a los agentes del FBI.
Durante la extensa investigación de corrupción pública del FBI en Tallahassee, agentes encubiertos que se hicieron pasar por urbanizadores pagaron parte de un viaje de 2016 que Gillum y su hermano hicieron a Nueva York. La acusación indicó que los agentes pagaron su habitación en el hotel Millennium Hilton, la comida y bebidas, un paseo en barco por el puerto de Nueva York y una entrada para el exitoso espectáculo de Broadway Hamilton.
Cuando Gillum se sentó voluntariamente con los agentes del FBI en 2017, negó haber recibido regalos de los supuestos “urbanizadores”.
En un movimiento inusual, un jurado federal de instrucción emitió el martes una acusación actualizada contra Gillum y Lettman-Hicks. La acusación eliminó dos cargos de fraude electrónico.
En la corte el jueves, Markus dijo que era “indignante” que la acusación actualizada se emitiera menos de una semana antes de la fecha de comienzo del juicio.
“Teníamos nuestras razones para hacerlo”, respondió el fiscal federal adjunto Gary Milligan.
En última instancia, ni Gillum ni Lettman-Hicks pidieron que el juicio se retrasara debido a la nueva acusación.
¿Qué penas enfrenta?
Gillum se enfrenta a años de prisión federal.
Los 17 cargos de fraude electrónico y un cargo de confabulación para cometer fraude electrónico conllevan cada uno una pena máxima de 20 años, aunque si es declarado culpable es probable que las sentencias se le impongan simultáneamente, no consecutivamente.
El cargo de hacer declaraciones falsas al FBI conlleva un máximo de cinco años de prisión.
¿Cómo respondió Gillum?
Se declaró inocente y dijo que la investigación estaba motivada políticamente.
“Ha habido un blanco en mi espalda desde que era alcalde de Tallahassee”, dijo después de ser acusado. “No encontraron nada entonces y tengo plena confianza en que mi equipo legal demostrará mi inocencia ahora”.
Negó saber nada de lo que Lettman-Hicks hacía con las cuentas de la campaña.
En 2017 dijo a los periodistas que su hermano Marcus le regaló la entrada para Hamilton.
Durante una audiencia procesal el jueves, Gillum saludó y estrechó la mano de los dos reporteros en el tribunal. Tomó un papel activo en el procedimiento, revisando documentos y pruebas.
Después abrazó y dio las gracias a su madre, quien lo observaba en la sala del tribunal.
¿Quién es su coacusado?
Lettman-Hicks fue amiga y mentora de Gillum durante su ascenso político, siguiendo su infancia en Richmond Heights, en Miami. Gillum es padrino de su hijo.
De 2001 a 2009, fue vicepresidenta ejecutiva del grupo progresista de defensa People for the American Way. En 2014, el entonces presidente Barack Obama la nombró miembro de la Comisión Asesora Presidencial sobre Excelencia Educativa para Afroamericanos.
El año pasado se postuló a un escaño en la Cámara de Representantes de la Florida, hasta que puso fin a su campaña luego de la acusación federal.
También se declaró inocente de los cargos.
¿Quién es el juez que lleva el caso?
El juez federal de distrito Allen C. Winsor, nombrado por el entonces presidente Donald Trump en 2018, preside el juicio.
Bajo el mandato de la entonces procuradora general de la Florida Pam Bondi, Winsor fue abogado del gobierno estatal y supervisó las apelaciones del estado en casos civiles y penales.
Winsor rechazó varias de las peticiones de Gillum en el caso, incluida una solicitud el año pasado de que el caso fuera desestimado por motivos políticos. Winsor escribió que los abogados de Gillum no aportaron pruebas de discriminación, según el Tallahassee Democrat.
Gillum y Lettman-Hicks también pidieron ser juzgados por separado, pero Winsor escribió que sus cargos estaban demasiado vinculados como para separar los casos.
