8M. Andrea busca justicia por una violación desde hace 4 años, pero halla revictimización y amparos a favor del agresor

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Han pasado más de tres años desde que Andrea Zorrilla denunció al hombre que la violó, pero hasta el día de hoy no ha conseguido justicia

Aunque en cuatro instancias judiciales le han dado la razón para que se vincule a proceso al acusado, él ha impugnado estas decisiones, alargando el proceso, lo que ha afectado la salud mental de la víctima, al tener que revivir una y otra vez los episodios de violencia.

Andrea reclama que, desde octubre de 2021, el proceso contra Gerardo “N” se encuentra “en un círculo sin salida”, debido a que el acusado ha interpuesto diversos recursos, lo que ha provocado en la sobreviviente y sus familiares “una enorme frustración”.

“Lo más frustrante ha sido que pasan los años y yo sigo en terapia, y hay cosas de mi vida que me hacen sentir un poco mejor, pero cada que tengo que regresar al proceso siento que no puedo avanzar y sanar, porque debo volver y volver a la peor etapa de mi vida”, señala Andrea en entrevista.

En los siguientes días, el juez de distrito Julio Veredín definirá si procede la vinculación a proceso de Gerardo, quien era pareja sentimental de Andrea cuando ocurrieron las presuntas agresiones, o si nuevamente la joven tendrá que recurrir a un amparo para impedir que su caso quede impune.

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Foto: Cuartoscuro/Archivo

“Es un proceso muy deshumanizante”

En abril de 2020, dos años después de cuando se dieron las agresiones sexuales en su contra, Andrea acudió al Ministerio Público para denunciar lo ocurrido, un proceso que casi cuatro años después aún le resulta incómodo de recordar, por la revictimización que vivió.

“La mayor revictimización se da en la etapa de presentación de pruebas, que es justo al principio, y es horrible porque te realizan un examen médico en el que te debes desnudar para que revisen todo tu cuerpo, y luego te pasan con varias personas distintas a contar la misma historia, en lugares te hacen preguntas muy incómodas y específicas, no hay privacidad”, cuenta.

Fue ahí donde pasó horas narrando una y otra vez “las peores noches de mi vida” en las que vivió violencia sexual mientras estuvo con Gerardo “N”, y tuvo que “aguantar incontables peritajes, exámenes médicos y valoraciones psicológicas” en las que le preguntaron detalles íntimos y en más de una ocasión mencionaron la posibilidad de que ella estuviera mintiendo.

Además, se enfrentó a los cuestionamientos de por qué había tardado dos años en denunciar, y por qué había continuado con su entonces pareja a pesar de estar siendo víctima de reiteradas situaciones de violencia, descritas por Andrea como eventos en los que recuerda “decir que no y haber sido ignorada una y otra vez”.

Según la experiencia de Andrea, “es en ese momento del proceso donde empieza lo más difícil, porque una vez que pasan la etapa de las pruebas iniciales te someten constantemente a juicios, a escuchar cosas horribles de ti, que te digan que estás loca, que eres una mentirosa y otras acusaciones que después de varias veces pueden hacer cuestionar tu propia realidad… se me hace una cosa horrible, es un proceso muy deshumanizante“.

De acuerdo con el estudio “El panorama de la violencia sexual contra las mujeres en México, elaborado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, hasta 2022, había un total de 35 mil 480 personas recluidas en cárceles del país por delitos sexuales, de los cuales el 76% está preso por violación en sus distintas modalidades.

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“Muy pocas víctimas tienen acceso a la justicia”

Aunque un juez de control vinculó a proceso a Gerardo “N”, en octubre de 2021 consiguió frenar las acciones en su contra con un amparo que le permitió quedar en libertad, mismo que le fue otorgado por el juez de distrito Julio Verdin, recurso ante el cual se inconformó Andrea y el caso escaló a un tribunal colegiado.

En esta instancia se solicitó que se hiciera una nueva valoración del caso, bajo criterios de perspectiva de género, pero nuevamente no ocurre porque el acusado se amparó. En respuesta, Andrea solicitó al juez Julio Verdín no admitir este recurso legal, pero después de nueve meses sigue sin conocer cuál será el futuro de su denuncia.

“Esto es algo que no tendría que pasar. He aprendido mucho, creo que las mujeres tenemos muchísima fortaleza y ganas de salir adelante a pesar de todo, lo cual se me hace horrible, que seamos tantas mujeres, y que en realidad muy pocas víctimas tienen acceso a la justicia, que no es pronta y mucho menos expedita“, reclama la joven.

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Dentro de todo este proceso largo y revictimizante, Andrea dice saberse “muy afortunada, porque tengo la oportunidad de pagar un psicólogo y a un psiquiatra especialistas en abusos sexuales y en estrés postraumático, porque la ayuda psicológica que ofrecen a las víctimas en las instancias públicas no es suficiente, al final las que podemos acabamos buscando por fuera”.

“Se necesita atención personalizada, contención durante el proceso, y el no contar con este apoyo es muy desgastante, vuelve más complicado seguir en un proceso que constantemente te está tirando hacia atrás y jalando y ahogando… no es sostenible, porque cuando al fin piensas que estás acercándote a la justicia otorgan otro amparo y se viene abajo todo de nuevo“, subraya la sobreviviente.

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Foto: Cuartoscuro/Archivo

Con todo y este desgaste que la ha afectado en todos los aspectos de su vida, Andrea dice que continuará con la exigencia de justicia: “Si no fuera porque una organización nos está ayudando en lo legal y porque mis papás me están apoyando mucho yo ya hubiera dejado el juicio, ahora que lo he vivido sé que es muy desgastante y que con la revictimización una quiere dejar todo, porque pasan años y quieres seguir con tu vida y pasar la página… pero quiero que se haga algo”.

El estudio elaborado por el Instituto Belisario Domínguez indica que tan solo en 2021 en México se cometieron 1.7 millones de delitos sexuales contra mujeres, que van desde el acoso hasta la violación, aunque formalmente se denuncia menos del 1%.

En la mayoría de los casos, la impunidad prevaleció, ya que el mismo año solo fueron condenados a prisión 10 mil 807 agresores por este tipo de violencias, lo que implica que por cada 157 delitos sexuales cometidos, solo una persona pisó la cárcel.

Organizan tendedero sobre la falta de justicia

Como parte de las actividades para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, organizaciones sociales -entre ellas la que acompaña jurídicamente a Andrea- convocaron a un tendedero de denuncias para que las sobrevivientes de violencia sexual cuenten cómo ha sido su camino en la búsqueda de justicia.

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Foto: especial

Algunas de las denuncias son recibidas a través de un sitio web para que el 8 de marzo puedan ser colocadas en el tendedero que se instalará en la Glorieta de las mujeres que luchan, aunque también podrán entregarse los testimonios el mismo día, y habrá un micrófono para que puedan compartir sus historias con las asistentes a la marcha que se llevará a cabo en la Ciudad de México.

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Foto: especial

Hasta ahora, la iniciativa ha recibido más de 200 denuncias, la mayoría de las cuales hablan de procesos que llevan más de siete años sin que los agresores hayan sido sancionados y sin que las víctimas hayan tenido una reparación del daño.