Quién es Andrés Ojeda, el disruptivo candidato en Uruguay que pone a Milei como ejemplo y sorprende en las encuestas

El candidato presidencial del Partido Colorado, Andrés Ojeda
El candidato presidencial del Partido Colorado, Andrés Ojeda - Créditos: @PABLO PORCIUNCULA

MONTEVIDEO.- Al político uruguayo Andrés Ojeda, candidato del Partido Colorado, en vertiginoso ascenso, le gusta levantar pesas, propone cuidar de las mascotas, y asegura ser “de capricornio, muy de capricornio”, es decir, un hombre trabajador y responsable.

Toda esa información, novedosa en una carrera presidencial uruguaya, la fue destilando de cara a las elecciones del domingo. Los sondeos tienen primero en intención de voto al candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi; le sigue Álvaro Delgado, del Partido Nacional, y luego Ojeda.

Su proyecto es desplazar a Delgado del segundo puesto, y quedar como el líder de la coalición oficialista para disputar el balotaje con Orsi. Si bien los números no parecen alcanzarle, su auge huracanado revolucionó la campaña y sentó de nuevo a su histórico partido, que estaba venido a menos, a la mesa de los grandes.

Andrés Ojeda junto al presidente Luis Lacalle Pou durante un evento en Paysandú, el 8 de julio de 2024
Andrés Ojeda junto al presidente Luis Lacalle Pou durante un evento en Paysandú, el 8 de julio de 2024 - Créditos: @Twitter

Después de todo, el dirigente de 40 años, que sacó solo 40.000 votos en las primarias coloradas de junio, menos de los habitantes de su barrio de Malvín, ahora presiona a sus rivales de igual a igual con un estilo alegre y disruptivo que lo levantó como la espuma en los sondeos.

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Desde las trincheras del Frente Amplio y del Partido Nacional le tiraron con munición gruesa para no dejarlo crecer y con la intención de que quede solo en eso, en un aspirante que dio que hablar y se fue a su casa. Por eso, de ser necesario confrontó con ambos, sabiendo que precisa cada punto para trepar el tramo que le falta.

“Mi barrio es Malvín. Yo estudié Derecho y después Derecho Penal. Soy de capricornio y muy de capricornio”, dice en un video de campaña, donde levanta pesas en el gimnasio. Luego responde sobre su película favorita. “¿Para este momento? 300″, dice en alusión a la trama del rey espartano Leónidas y sus 300 guerreros. Y con una sonrisa: “No hay tiempo libre. Esto es política 24/7 y algo de gimnasio”.

En un segundo video se muestra con otro perfil, mate en mano, como un hombre serio y cercano a la vez, y argumentando por qué quiere ser presidente. Dice que quiere “pisar el acelerador” porque “Uruguay puede ser el primer país desarrollado de América Latina“.

En su programa de gobierno, Ojeda propone un Estado más eficiente a través de un mejor funcionamiento. También promete un “programa integral” de seguridad. Y retoma una expresión del ex primer ministro británico Tony Blair: “Duros con el delito, pero mucho más con la causa del delito”.

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Pero Ojeda añade al menú proselitista elementos menos explorados en la política habitual, que le dan una resonancia singular y lo ayudan a subir más y más peldaños en la escalera con la que espera ser presidente.

“Yo quiero ser el candidato de la salud mental y de bienestar animal”, dijo durante un mitin denominado “Mano a Mano con Andrés”. Lo dice en realidad todo el tiempo; en spots, entrevistas, actos y recorridas: “Tenemos familia multiespecie. Tenemos padre, madre, niños, y el perro, gato, la mascota que ustedes decidan. Y son parte de la familia, absoluta parte de la familia.

Lo de las mascotas dio mucho que hablar y lo posicionó en un asunto que nadie había abordado. Pero en vez de dejarlo pasar como una estrella fugaz frente a los temas supuestamente temas más serios, desde algún lugar en la oscuridad se echó a andar lo que Ojeda calificó de “campaña sucia”. Ya lo decía el rumor que tronó en las redes contra su línea de flotación: que la novia de Ojeda era una cazadora.

Ojeda se defendió señalando que conocía a la chica en cuestión, pero no era su novia, y que a fin de cuentas era una operación para coartar su ascenso. “Lo claro es que hay una campaña en mi contra con pauta invertida de alguien que no quiere que yo llegue a balotaje”, replicó.

Así las cosas, el gimnasio, las mascotas, la sonrisa gardeliana, el recelo de sus rivales y la apelación a la juventud, lo situaron como un outsider que de pronto sacudió el establishment.

La comparación con Milei

La combinación de músculos, propuestas extravagantes y carisma le dio buen resultado en una campaña fuertemente basada en las redes sociales, y donde tampoco escatimó entrevistas, que se le dan muy bien, incluyendo un tour por radios y canales porteños donde se presentó ante los argentinos.

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“Rompimos el molde del político tradicional”, dijo en una entrevista con la agencia AFP, y atribuyó el constante crecimiento en las encuestas a “la potencia de la renovación” y a “hablar de todos los temas”, inclusive salud mental, bienestar animal y medioambiente, “que la vieja política siempre califica de frívolos”.

Si bien las propuestas concretas y la mirada sobre el rol del Estado son bien diferentes, en esa misma charla, Ojeda señaló “puntos en común” con Javier Milei. Lo hizo sobre la forma de comunicarse directamente con la gente, de entender el alcance de las redes sociales y de prescindir de las estructuras políticas territoriales.

“Yo lo pongo mucho de ejemplo. Siempre digo que hay una política tradicional a la cual le llegó su Uber, y el que no se sube al Uber queda en el pasado”, aseguró.

Andrés Ojeda durante una presentación de campaña
Andrés Ojeda durante una presentación de campaña - Créditos: @El País - Uruguay

Ojeda sube en medio de la vorágine del final de campaña, y con él sube el histórico Partido Colorado, la formación que más años gobernó en los dos siglos de vida de Uruguay, y que en las últimas cuatro elecciones pareció volverse un fantasma, un vago recuerdo de sí mismo, una reminiscencia que a juzgar por los votos nadie extrañaba demasiado.

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Es cierto que el abogado multiespecie no es el único responsable del regreso del Partido Colorado al centro del ring. El otro protagonista es Pedro Bordaberry, candidato al Senado, un referente del partido que volvió por sus fueros tras cinco años sin hacer política.

Como sea, lo de Ojeda es un vendaval. Y tiene el visto bueno del expresidente Julio María Sanguinetti, que sin dejar de sonreír se sumó a la campaña y recordó que también él, el celebrado primer presidente de la vuelta de la democracia en Uruguay, es de capricornio.