Anabel Pantoja pone las fotos de su boda por encima de su padre

El titular es impactante, lo sé, pero en resumidas cuentas es lo que está pasando con el revuelo formado por la futura boda de Anabel Pantoja con Omar Sánchez en la isla de la Graciosa a la cual no acudirá su padre, Bernardo Pantoja.

Anabel ha visto como los secretos mejor guardados de su boda iban siendo destripados en televisión ante su impotencia pero hay un detalle en concreto que la deja en bastante mal lugar, por lo menos, a mis ojos.

Se trata de la localización de su boda con Omar que tendrá lugar bien pronto en una de las playas de la isla Graciosa. ¿Cuál es el problema? Pues hay varios, por un lado, la sobrina de Isabel Pantoja habría firmado una exclusiva con alguna revista del corazón para posar en portada o vender el reportaje fotográfico de su enlace matrimonial.

Este acuerdo implica que la localización tiene que ser vistosa y espectacular, además, Anabel es influencer y seguro que también llena sus redes sociales de cálidas estampas sobre la arena y junto al mar al lado de su marido.

Pero, ¿a qué coste Anabel celebrará su boda en la playa? El precio a pagar es que propio padre no pueda asistir a la ceremonia. Bernardo Pantoja tiene una minusvalía y, como le falta parte de una pierna, va en silla de ruedas motorizada, por lo tanto, no puede asistir a un evento que tiene lugar en la arena.

Anabel es plenamente consciente de esto y, aún así, piensa casarse en la playa porque “ya es hora de pensar en mí”, aseguró en ‘Sálvame’. Obviamente los reproches a su falta de empatía no se han hecho esperar y es que preferir tener una boda ‘cool’ antes de que tu padre pueda asistir, es bastante superficial y de dudosa ética.

La ‘Pantojita’ se justifica diciendo que: “Si queréis dejarme como una mierda, vale, mi padre no puede venir a la boda por su estado, porque me caso en la arena de la playa y no puede acudir” a lo que Kiko Hernández, siguiendo la lógica aplastante, responde: “Tu padre no puede ir porque a ti te apetece casarse en la arena de la playa. Él puede acudir a muchas bodas, pero no puede ir a la tuya porque quieres que sea en la arena, no digas que es por su estado”.

Según Anabel, tiene a su padre en un pedestal y él está conforme con ser excluido de la boda por motivos de acceso “me lo va a respetar y me lo respeta”, asegura la colaboradora. Sin embargo, por su tono, parecía que Bernardo ni siquiera supiese dónde iba a tener lugar dicha boda.

El debate moral que se me planea es evidente, por un lado es el día más importante de la vida de Anabel y Omar y son ellos dos los que deben elegir la localización pero, por otro lado, la importancia de tener a su padre -enfermo- cerca en ese instante, debería primar por encima del sitio, ¿no?

Otra cosa que no comprendo es porqué Bernardo no puede tener una pasarela de madera hasta la arena, para que pueda acceder al lugar y es que eso quizá vale un dineral pero, desde luego, Anabel Pantoja lo debe de cobrar con creces.

En cambio ella, echando balones fuera, solo dice que el año que viene ya hará una fiesta de boda en Sevilla para que él y más gente querida puedan asistir, ¿el año que viene? ¿por qué esperar tanto? Quién sabe dónde estaremos de aquí a un año, solo espero que Anabel no tenga que arrepentirse de sus decisiones en el futuro y, además, me huele a que lo hace en la playa por el tema de la posible exclusiva, ni siquiera por elección propia que eso es todavía más triste.