Ana Guevara, el sexenio en el que México vivió con claroscuros en el deporte

Ana Guevara en una conferencia de prensa en diciembre del año pasado. (Luis Barron / Eyepix Group/Future Publishing via Getty Images)
Ana Guevara en una conferencia de prensa en diciembre del año pasado. (Luis Barron / Eyepix Group/Future Publishing via Getty Images)

Ana Guevara tendrá en París 2024 los segundos Juegos Olímpicos de su gestión en agosto próximo, cuando la delegación mexicana viaje a París. Han sido seis años de intensidad, peleas y conflictos sin fin que han puesto a la Conade en el ojo público de manera recurrente. Guevara ha tomado esas críticas de forma especial, pues en entrevista con Milenio ha dicho que, según su apreciación, este organismo nunca antes había sido tan golpeado.

Dijo que durante su estancia se ha pensando en un modelo supuestamente diferente, a nivel deportivo, para que los atletas tengan un roce constante con rivales selectos a nivel mundial. Y fue enfática en destacar que ha habido hasta 48 auditorias durante su gestión y que ha cargado con lo que le dejaron los gobiernos anteriores. Es la narrativa que Guevara ha impulsado en estos años, pero ahora con más fuerza —no se sabe todavía si seguirá en el cargo cuando Claudia Sheinbaum asuma el gobierno—.

"Me ha tocado a mí ser la cobradora de los errores del pasado. No solamente la administración que no han encontrado absolutamente nada sino del pasado. Entonces hemos armonizado la Conade, a la fecha llevamos 48 auditorías, o sea nunca en la historia de la institución se le habían hecho tantas auditorias, no hay ninguna que ha notificado ni tampoco se ha fundamentado en lo que han dicho; corrupción, que si robó, todo ha sido contestado y también pues un poco el juego mediático, una observación no significa delito, una petición de información no significa que se haya ya configurado el daño patrimonial", expresó la exatleta.

Y le dio tiempo para resaltar los resultados. "Si todo lo que se ha dicho públicamente, tratando de desprestigiar fuera verdad, estos resultados no existirían”. Parece ignorar de manera intencional todo el combo de resultados que han obtenido los atletas de deportes acuáticos, que no han contado con apoyo de la Conade y sin que ellos tengan la culpa: por una disputa de poder entre World Aquatics y la Federación Mexicana, que Guevara se empeñó en defender incluso con presiones directas a los deportistas.

En los anteriores Juegos Olímpicos, México cosechó un total de cuatro medallas, todas de bronce. Esa cifra resultó ser satisfactoria en aquel momento y demostró que había motivos para pensar que el deporte nacional conservaba su competitividad en tales disciplinas. Es un parámetro que servirá para evaluar el rendimiento en París: menos que eso se considerará un fracaso y Guevara tendrá que lidiar con las críticas. Y no es que las cuatro de Tokio fueran ya un logro excepcional para Conade.

En realidad, no hay salida para ella, por más que ahora busque anticiparse al escenario. Su oportunismo no ha pasado desapercibido. Y, en particular, los ojos de la opinión pública se centrarán en lo que pase en los deportes acuáticos, los que Guevara se ha esforzado en bloquear y negar apoyos. De hecho, se ha esmerado en reforzar la versión de que estos deportistas no han ganado demandas, como ha trascendido en la prensa nacional. Esa postura fue confrontada por Luis Jiménez, abogado que ha defendido a diferentes atletas acuáticos.

“Es evidente que no es especialista en Derecho, no tendría por qué saber los términos, pero si un juez, que es una autoridad y dicta una sentencia donde le dice a una autoridad que cometió una violación de los derechos humanos y constitucionales de un atleta que le restituyen sus derechos, no veo otra conclusión que ese atleta al tener restituidos sus derechos, pues ganó”, dijo a El Universal. La gestión de Guevara no pasará inadvertida a la historia por ningún motivo, aunque ella elija la posición de víctima.

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