Análisis: Los barcos rusos desplegados en Cuba son una "demostración de fuerza" por parte de Putin
La llegada de unos barcos y un submarino nuclear de la Armada rusa a las costas cubanas ha revivido el sentimiento de la Guerra Fría. Las autoridades de Cuba se han apresurado a tranquilizar a los actores internacionales, e indirectamente a la OTAN, confirmando que la visita de los marineros se enmarca en una serie de actividades diplomáticas como muestra de la buena relación entre ambos países.
Si bien tanto Canadá como Estados Unidos han movilizado buques en la zona, la Casa Blanca ha confirmado que no ve este movimiento como una amenaza para su seguridad nacional en un intento de disipar de la memoria los funestos recuerdos del 1962 y la crisis de los misiles que mantuvo al mundo en vilo e hizo temer una guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Aunque no hay visos de una amenaza para la región según los Gobiernos de los países implicados, los expertos en seguridad reconocen que la situación es, cuanto menos, inquietante para Estados Unidos.
Eso es lo que opina Manuel Gazapo, doctor en Relaciones Internacionales y director institucional de Universae. "El movimiento de la diplomacia rusa con respecto a Cuba es un elemento que, sin duda, inquieta a Estados Unidos" aunque reconoce que "tampoco representa una situación realmente grave o preocupante de cara a su seguridad nacional, al menos en este momento".
La tensión entre Washington y Moscú ha aumentado
Hay que tener en cuenta el contexto internacional en el que se produce este acercamiento de Rusia a Cuba, cuando Occidente ha dado la espalda al Kremlin tras la invasión a Ucrania y la tensión entre Washington y Moscú ha aumentado con motivo de la guerra.
"La situación internacional actual se caracteriza por la vulnerabilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad" explica el experto en seguridad a 'Euronews'. Manuel Gazapo está de acuerdo con la influencia de la guerra de Ucrania en este y otros movimientos geoestratégicos internacionales.
"La guerra de Ucrania, sin duda alguna ha sido un factor que ha alterado de forma drástica la relaciones internacionales y el proceso de diálogo entre unos actores y otros. Ante este escenario Rusia ha intentado activar nuevas alianzas y reactivar otras que previamente existían, pero que habían estado en una especie de proceso de 'stand-by'. Este puede ser el caso de Cuba", explica.
Es algo en lo que coincide Juan Carlos Pereira, catedrático en Historia Contemporánea y gran conocedor de la Guerra Fría así como de las relaciones entre Rusia, Cuba y Estados Unidos. El catedrático señala un hecho concreto y asegura que se trata de "un órdago por parte de Rusia porque Estados Unidos ha autorizado el uso de determinadas armas en la guerra de Ucrania".
"Una demostración de fuerza"
Pereira matiza: "No es que pueda haber un enfrentamiento, pero yo creo que Putin quiere mostrar su fortaleza, su poder frente a lo que ellos consideran el enemigo exterior, es una demostración de fuerza, del poderío de Rusia con el submarino y con el acorazado".
No obstante, tanto el ministerio de Defensa de Rusia como el propio Gobierno de Cuba e incluso la Casa Blanca han reiterado que la presencia de los barcos de Moscú no suponen una amenaza. No obstante, parece estar claro que sí implica un acercamiento de Cuba al eje soviético a pesar de que en los últimos años su relación con Estados Unidos se había intentado normalizar.
"Hemos de tener en cuenta que los acercamientos entre Cuba y Estados Unidos se desarrollaron especialmente durante la última etapa de Barack Obama pero posteriormente, con las siguientes administraciones republicanas y demócratas esa senda no se ha seguido construyendo ni impulsando", dice Gazapo.
Rusia parece haber aprovechado esa pausa en las relaciones entre La Habana y Washington "para volver a ser un actor importante, ya no solo de manera pasiva, sino también activa en la evolución contemporánea de Cuba".
El catedrático en Historia Contemporánea explica a 'Euronews' que Rusia y Cuba se vuelven a dar la mano porque "Putin se siente acosado por gran parte de la comunidad internacional y se acerca a otros aliados como China, India y ahora Cuba". Este mismo viernes cientos de cubanos han visitado la flota que se encuentra en su país y que permanecerá ahí hasta el 17 de junio.
La visita de oriundos y turistas a estos barcos reafirmaría que no tienen una misión bélica, pero movilizarlos "no deja de ser una muestra de poder que encaja dentro de las estrategias de disuasión que ejercen todos los países dentro del tablero geopolítico", dice Manuel Gazapo en referencia al submarino de propulsión nuclear Kazán que forma parte de la escuadra.
Pero Rusia no solo ha trasladado parte de su Armada para visitar Cuba en el marco de sus relaciones diplomáticas, ha aprovechado para realizar ejercicios militares en el océano Atlántico. "Rusia ha aprovechado el escenario para mostrar su músculo bélico, como ya hecho en otras ocasiones a la hora de mantener encuentros bilaterales con otros países", añade el director institucional de Universae.
Ecos de la Guerra Fría
Todos estos acontecimientos recuerdan al periodo de la Guerra Fría, aunque Juan Carlos Pereira aclara que estamos lejos de un conflicto a tal escala. "Una Guerra Fría tiene una definición muy precisa y supone el enfrentamiento entre dos superpotencias con el uso de armas nucleares como elemento de disuasión". Eso no está ocurriendo actualmente, pero si que estamos "en un momento de tensión multipolar con Rusia, China y Estados Unidos".
Se trata de un duelo entre Estados Unidos y Rusia particularmente; pero es importante tener en cuenta el papel que la Unión Europea debe jugar en este tipo de situaciones. "Debe tener como prioridad ser un actor global, capaz de mantener su burbuja de seguridad y de trasladar serenidad al resto de la comunidad internacional" dice Gazapo, aunque no lo considera "una prioridad para Bruselas dado que hay otra serie de puntos mucho más urgentes desde el punto de vista, diplomático, económico y militar".