Amuleto cristiano de hace 1.800 años revela nuevas pistas sobre el Imperio romano en Alemania
Unos arqueólogos descubrieron en Alemania un amuleto de plata de casi 1.800 años de antigüedad, que constituye la prueba más antigua del cristianismo al norte de los Alpes.
El artefacto, conocido como la “Inscripción de plata de Fráncfort”, fue descubierto durante una excavación de 2017-2018 después de que los investigadores desenrollaran de manera digital un pequeño pergamino dentro del amuleto que sacó a la luz una inusual inscripción en latín.
Es probable que el hallazgo ayude a los historiadores a comprender cómo se practicaba el cristianismo en los primeros tiempos del Imperio romano. El amuleto mide 2,5 cm y contiene una lámina de plata muy fina enrollada.
Se descubrió en la tumba de un hombre de entre 25 y 35 años enterrado en un cementerio de la zona de Heilmannstraße, en las afueras de Fráncfort. Los investigadores concluyeron que el hombre probablemente llevaba el amuleto en un cordón alrededor del cuello, ya que se encontró justo debajo de la barbilla.
La finalidad de estos amuletos, también conocidos como filacterias, “era proteger o curar a sus dueños de una serie de desgracias, como enfermedades, dolores corporales, infertilidad o incluso fuerzas demoniacas”, explicó a LiveScience Tine Rassale, arqueóloga bíblica independiente que no participó directamente en la investigación.
“En una época sin conocimientos médicos avanzados, estos artículos eran fuentes vitales de consuelo y seguridad para las personas y sus seres queridos”, añadió. Dado que el uso de estos amuletos era más raro en el mundo romano occidental, su descubrimiento en Alemania “sugiere que las ideas cristianas ya habían empezado a penetrar en zonas alejadas de los primeros centros de crecimiento del cristianismo”.
Los expertos del Centro Leibniz de Arqueología (Leiza) de Maguncia pasaron varios años conservando, restaurando y analizando el artefacto tras su descubrimiento, antes de compartir los hallazgos en un comunicado el 11 de diciembre.
“Lo difícil del análisis era que la lámina de plata estaba enrollada, pero después de unos 1.800 años, por supuesto también estaba arrugada y prensada”, explica en el comunicado Ivan Calandra, responsable de la plataforma de imágenes de Leiza.
“A través de una tomografía computarizada, pudimos escanearlo con una resolución muy alta y crear un modelo en 3D”.
El proceso reveló 18 líneas de texto, que fueron bautizadas como la Inscripción de plata de Fráncfort, y fueron descifradas por el profesor Markus Scholz, arqueólogo de la Universidad Goether de Fráncfort. Incluye referencias a San Tito, alumno y confidente del apóstol Pablo.
“A veces pasaban semanas, incluso meses, antes de que tuviera la siguiente idea”, comentó el profesor Scholz. “Llamé a expertos de historia de teología, entre otros, y abordamos juntos el texto, parte por parte, y finalmente lo desciframos”.
La traducción es la siguiente:
(¿En el nombre?) de San Tito.
¡Santo, santo, santo!
¡En el nombre de Jesucristo, hijo de Dios!
El señor del mundo
resiste lo mejor [¿que puede?]
todas las convulsiones (¿?)/los contratiempos (¿?).
El dios (¿?) concede la admisión
del bienestar.
Este dispositivo de rescate (¿?) protege
a la persona que
se rinde a la voluntad
del Señor Jesucristo, el hijo de Dios,
ya que todos deben hincarse
ante Jesucristo: los celestiales,
los terrenales y
los inframundanos, y cada lengua
confiesa (a Jesucristo).
El aspecto más significativo del descubrimiento es su antigüedad, según un comunicado de prensa emitido por el Gobierno de la ciudad de Fráncfort. La tumba donde se encontró el amuleto está datada entre los años 230 y 270 d.C., lo que la convierte en el primer ejemplo de “una prueba bastante auténtica de cristianismo puro al norte de los Alpes” durante este periodo.
Hasta ahora, las primeras pruebas fiables de la vida cristiana en las regiones alpinas septentrionales del Imperio romano databan en general del siglo IV d.C., es decir, al menos 50 años antes que el artefacto recién descubierto.
Traducción de Michelle Padilla