El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoce daño en cenotes por obras del Tren Maya

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El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció daños en cenotes por las obras de construcción del Tren Maya e informó que se dará una solución al derrame de concreto derivado de la colocación de pilotes. Cuestionando sobre el tema, el mandatario indicó que hubo un “accidente” en el que se desprendió concreto pero ya trabajan con especialistas para limpiar la zona afectada.

“La solución es limpiar porque sí se desprendió concreto, se está limpiando todo el sitio, estamos trabajando en eso con especialistas para remediar la situación y procurar que eso no vuelva a pasar, es un solo asunto, un solo caso”, apuntó.

Desde inicios de febrero, el activista e integrante del colectivo Sélvame del Tren, José Urbina, ha documentado derrames de cemento en las cavernas por donde pasa el tramo 5 del Tren Maya

Según afirman activistas y especialistas, los derrames se derivan de la colocación de los pilotes que sostienen la estructura del tren.

Sin embargo, López Obrador insiste en que se trata de un caso aislado e incluso ha llegado a afirmar que las denuncias provienen de personas vinculadas al bloque conservador.

“Sobre todo quienes están detrás de estas denuncias pseudoambientalistas no nos ven con buenos ojos porque ellos pertenecen al bloque conservador, al que nosotros enfrentamos, ven nada más la paja en el ojo ajeno y lo la viga en el propio”, reprochó esta mañana.

Ambientalistas documentan daños en cuevas y cenotes en Tramo 5 del Tren Maya

El activista y buzo José Urbina reveló a Animal Político que en uno de sus recorridos por los cenotes que se encuentran en el tramo 5 del Tren Maya, se encontró con pilotes desgarrados que vertieron cemento al interior.

“Estábamos buceando a unos cien metros de los pilotes y todavía había polvo gris depositado en el fondo, en un estado como gelatinoso. Lo moví un poco y se elevó en el agua formando un muro, literalmente no se veía nada. Luego hundí mi brazo para buscar el suelo natural de la cueva y no lograba alcanzarlo, cuando saqué el brazo, estaba lleno de cemento. No sabemos cuánto ha sido derramado, pero podemos imaginar que lo mismo se está produciendo en otros lugares que no podemos alcanzar”.

Cerca de la cueva donde Urbina y sus compañeros hallaron los pilotes desgarrados, se puede documentar otros derrames de concreto.

En el momento de la entrevista, en la cueva Dos Balas se podía hallar una parte del suelo cubierta por una capa gris de un par de centímetros, donde quedaron huellas de animales como mapaches y zarigüeyas que bajan a la caverna en búsqueda de agua.

Durante un recorrido en la cueva Hoppenheimer, el biólogo Roberto Rojo explicó a este medio cómo el cemento llega a derramarse por el acuífero.

“Para construir los pilotes que sostienen el viaducto, hacen un agujero con una broca gigante, después meten la camisa de metal, luego viene una armadura de varillas y entonces vierten el concreto que va a sellar la columna”.

También señaló que, en otros casos, el derrame se da porque vierten demasiado concreto en la camisa y éste acaba rebosando por arriba, como cuando el agua escurre de una olla al hervir; o por debajo, que es lo que ocurre cuando la camisa no adhiere perfectamente al suelo de la cueva. Lo que ocurrió en la cueva Dos Balas.

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