Amargura y decepción tras la eliminación de los Dolphins en los playoffs. ¿Por qué la historia se repite otra vez?

Los Dolphins habían despertado tantas expectativas que la eliminación la noche del sábado en la primera ronda de los playoffs, pese a que la historia se repite desde hace 23 años, dejó amargura y honda decepción.

El entrenador Mike McDaniel fue crítico al admitir que no alcanzaron las metas que se habían trazado al inicio de la temporada: ganar la división Este y llegar lo más lejos posible en los playoffs.

“Llegamos a Kansas City a ganar y no pudimos”, se lamentó el estratega. “Nos quedamos cortos en nuestros objetivos. En el balance total de la campaña este resultado no hace justicia a lo rendido por el equipo”.

Los Dolphins cayeron 26-7 contra los Chiefs en el Arrowhead Stadium a -7 grados Fahrenheit (-21 grados Celsius), el cuarto partido más frío en la historia de la NFL.

La decepción es mayor porque durante la temporada regular el equipo de Miami tuvo la ofensiva más productiva en total de puntos y en el juego aéreo y fue una de las mejores en general.

Rasheem Mostert sumó 21 touchdowns, 18 por tierra y tres por aire, en un récord extraordinario.

El sábado nada de eso funcionó y los Dolphins consiguieron apenas siete puntos.

“Hubo errores en la comunicación en el partido contra los Chiefs”, analizó el quarterback Tua Tagovailoa.

“En líneas generales la campaña estuvo plagada de altibajos. Muchos de los jugadores que comenzaron la temporada no pudieron terminarla debido a las lesiones. No es una excusa, eso fue lo que ocurrió”.

Tyreek Hill, quien anotó el único touchdown de los Dolphins con una recepción que extendió a 53 yardas tras pase de Tua, contradijo las razones de su quarterback.

“No, yo me sentí bien con la comunicación, no creo que Tua hable de los wide receivers”, replicó Hill. “Probablemente ocurrió con su línea ofensiva, los running backs o algún otro tema”.

Hill señaló que hay muchas cosas en las que hay que trabajar para no tener un final tan amargo como el del sábado.

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El wide receiver quedó como el mejor en su posición en la NFL con 1,799 yardas recibidas y 13 touchdowns.

“Siento en mi corazón que tenemos el grupo correcto para ganar”, comentó Hill.

“Desafortunadamente cada año hay cambios en los equipos, pero tenemos lo que se necesita como se vio en la defensiva y ofensiva durante la temporada. Debemos sacar las lecciones para no quedarnos cortos la próxima campaña”.

Hasta diciembre las expectativas de los Dolphins eran extraordinarias. Iban como líderes camino a conquistar la Conferencia Americana por primera vez desde la era de Dan Marino en 1984.

Una inesperada derrota 28-27 con una conversión en la última jugada contra los Titans de Tennessee, en la décimacuarta fecha el 11 de diciembre pasado, descarriló todas las esperanzas.

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Luego de ese tropiezo, Miami venció a los Jets de Nueva York y a los Cowboys de Dallas y aseguraron temprano su clasificación a los playoffs, pero todavía quedaban posibilidades para un premio mayor: el título en la división y la conferencia y asegurar la condición de local en los playoffs.

Se perdió contra los Ravens en Baltimore en una batalla por el primer puesto de la conferencia y contra los Buffalo Bills en Miami, en una lucha por la división Este y el segundo lugar en la conferencia.

Los Dolphins se habían derrumbado en sus dos últimos partidos.

De haber vencido a los Titans otra hubiese sido su suerte porque hubiesen sido segundos en su conferencia y los dos partidos iniciales de postemporada los hubiesen jugado en casa siempre y cuando ganaran el primero.

“Vamos a tener que revisar muchas cosas y de esa manera tener una concreta y actualizada información de lo que podemos hacer mejor”, afirmó McDaniel.

“Hay muchas cosas que debemos aprender rápido y de manera enérgica ahora que empieza la etapa de entre temporadas”.

McDaniel agregó que es necesario evolucionar y ajustar las habilidades de los jugadores.

“Es muy dura la derrota en Kansas City especialmente con la clase de equipo que poseemos”, comentó McDaniel.

“Todos teníamos grandes expectativas, y nadie esperaba quedar eliminado en la primera ronda de playoffs. El mensaje es que no hay que olvidar esta caída. Hay que recordar su sabor amargo. No es divertido estar en el lado de los perdedores”.

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Los Dolphins dejaron bien en claro que no culpan a las lesiones por la temprana eliminación.

Lo cierto es que jugaron en Kansas City sin seis de sus defensores fundamentales: Bradley Chubb, Jaelan Phillips, Andrew van Ginkel, Jerome Baker, Xavien Howard y Jevon Holland.

Moster y Jaylen Waddle no habían jugado la fecha anterior en el cierre de la temporada regular por lesiones, y el sábado volvieron quizás apurados porque se trataba de un juego de ganar o morir.

No estuvieron al 100 por ciento. Mostert corrió para 33 yardas y perdió tres yardas en una recepción. Waddle recibió para 31 yardas y corrió para nueve, ambos muy por debajo de su producción.

Miami dejó la impresión como aquellos boxeadores que realizan una gran pelea para desinflarse en los últimos rounds y perder por nocaut.