Un alud de teorías de la conspiración reaparece con cada catástrofe ambiental

Bogotá, 21 sep (EFE).- Un alud de teorías de la conspiración sin ningún tipo de fundamento en la realidad reaparece en redes sociales con cada catástrofe natural, con mensajes que culpan a una élite global de crear con armas secretas terremotos, ciclones o incendios forestales.

Mensajes desinformantes de ese estilo aparecieron sobre los incendios que asolaron la isla de Maui, en Hawái, el pasado mes de agosto, en los que murieron al menos 97 personas, y también resurgieron con el terremoto en Marruecos o el ciclón Daniel en Libia, con miles de fallecidos.

Cuando todavía se estaban haciendo las primeras evaluaciones de daños en Maui, empezó a circular contenido engañoso que aseguraba que los fuegos habían sido creados artificialmente con "armas láser" o "energías dirigidas".

Otra versión de esta teoría decía que fotografías y videos mostraban cómo unas sombrillas azules habían quedado intactas, porque supuestamente ese color era inmune a la potencia del láser con la que se habían generado los fuegos, algo que EFE Verifica ya desmintió.

El supuesto culpable: la élite global

"Las catástrofes son materia prima de la teoría conspirativa porque son sucesos terribles, que nos producen miedo, incertidumbre y queremos una explicación", dice a EFE Verifica Alejandro Romero, profesor de Sociología en la Universidad de Granada (España).

En el centro de las narrativas, se repite la idea de una élite global y maligna que controla a su gusto los desastres naturales y accidentes en distintas partes del mundo.

Las teorías de la conspiración sobre los incendios de Hawái mencionaban nombres como el de Oprah Winfrey, Jeff Bezos, Lady Gaga, Bill Gates o Morgan Freeman.

"Todos ellos tienen una mansión de lujo en Hawái y no han resultado dañadas", decía un mensaje en X -antes Twitter-, que sugería sin ningún sustento que los famosos sabían que el color azul los protegía del láser y que por eso habían pintado así el techo de sus viviendas, algo falso.

En la medida en la que proporcionan una explicación y señalan culpables, las teorías de la conspiración "generan la sensación de que por lo menos hay alguien en control de la situación, aunque sean malvados", añade Romero.

Desconfianza en las instituciones

EFE Verifica también refutó mensajes que culpaban del reciente terremoto de Marruecos a las "hondas (sic) electromagnéticas" del proyecto Haarp, a pesar de que esta iniciativa científica estadounidense estudia la ionosfera, que no afecta a los movimientos del suelo.

Además de las armas, en estos relatos se mezclan distintas teorías conspirativas más transversales que atacan por ejemplo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, algo recurrente en el flujo diario de la desinformación.

En esa dirección, cuentas en X acusaban al gobernador de Hawái de querer convertir la isla en una ciudad inteligente, ser uno de "los oradores principales de la Agenda 2030", y, con una intención antisemita, mencionaban sin pruebas que el político era "de origen judío".

Las teorías de la conspiración son, expone Romero, el "armazón argumental" de fondo en el cual se engarzan los mensajes engañosos virales en redes, y que en el fondo buscan crear "una desconfianza en las instituciones, ya sean científicas, estatales o periodísticas".

"Parte de su potencia está en el componente de identidad, que muchas veces activa", desarrolla el sociólogo.

¿De dónde vienen?

La mayoría del contenido conspirativo encontrado por EFE Verifica sobre los incendios en Hawái tenía origen en Estados Unidos y fue traducido por canales de Telegram en español que suelen difundir desinformación sobre la vacuna de la covid-19.

Los vídeos traducidos provenían de cuentas en inglés como "Unjected Official", una plataforma de citas para aquellos que solo quieren relacionarse con otras personas antivacunas.

Por otra parte, Microsoft, las organizaciones Recorded Future, RAND Corp, NewsGuard y la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, hallaron una campaña de desinformación proveniente de cuentas chinas que aprovechaban el desastre para sembrar dudas sobre el Gobierno de Estados Unidos, como publicó The New York Times.

Los mensajes hablaban de que el Gobierno estadounidense estaba probando un "arma climática" secreta en Maui, e iban acompañados de imágenes que "parecían haber sido creadas con inteligencia artificial" para darle más verosimilitud a la campaña, según el reporte.

Ares Biescas

(c) Agencia EFE