Altas temperaturas afectarían a El Niño y ahora se espera esto para la temporada de huracanes

La temporada de huracanes en el Atlántico ahora se pronostica como superior al promedio con 18 tormentas, incluyendo las que se han formado, nueve huracanes y de estos cuatro con vientos superiores a las 111 mph, a pesar de la presencia del fenómeno meteorológico El Niño, que ayuda a suprimir la actividad ciclónica en la cuenca atlántica.

Los investigadores de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) dieron a conocer este jueves la actualización de su pronóstico emitido el pasado abril en la que prevén una mayor actividad por los niveles récord de las temperaturas en la superficie del mar.

“El continuo calentamiento anómalo de los trópicos y del Atlántico subtropical es la razón principal del aumento en nuestros números de pronóstico con esta actualización. Se recuerda a los residentes costeros que solo se necesita un huracán que toque tierra para que sea una temporada activa para ellos”, precisaron.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) pronosticó en mayo pasado una actividad de huracanes casi normal para la temporada de huracanes en el Atlántico de 2023, que va del 1 de junio al 30 de noviembre.

Prevé de 12 a 17 tormentas, de esas cinco a nueve podrían convertirse en huracane, incluidos de uno a cuatro huracanes de categoría mayor. La próxima actualización será a inicios de agosto justo antes del pico de la temporada.

El Pacífico tropical se caracteriza actualmente por tener las condiciones de El Niño, sin embargo, la intensidad de este fenómeno meteorológico “sigue sin estar clara, aunque un evento de moderado a fuerte parece relativamente probable”.

El Niño reduce la actividad de huracanes en el Atlántico a través de aumentos en la cizalladura vertical del viento.

Pero las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico tropical oriental y central registran niveles récord, “por lo que a pesar del alto potencial de El Niño, la cizalladura vertical del viento en el Atlántico/Caribe pudiera no ser tan fuerte como normalmente se experimenta dado el extremadamente cálido Atlántico”, detallaron los expertos de la CSU.

En promedio, el Atlántico tropical está alcanzando alrededor de 2°C más de lo normal, o alrededor de 3.6°F, según datos de satélite de la NOAA.

Los 26.5°C es el umbral que usan los científicos para determinar si el agua está lo bastante caliente para propiciar la formación de tormentas o huracanes, ya que es uno de los factores que funciona como combustible para los sistemas tropicales.

Científicos del Centro de Predicción Climática de la NOAA confirmaron en junio que estaban presentes las condiciones de El Niño y emitieron un aviso del fenómeno que generalmente favorece una fuerte actividad de huracanes en las cuencas del Pacífico central y oriental.

El Niño es un fenómeno climático natural caracterizado por temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio en el Océano Pacífico central y oriental cerca del Ecuador, que ocurre en promedio cada dos a siete años.

La influencia del fenómeno en EEUU es débil durante el verano y más pronunciada desde fines del otoño hasta la primavera. Para el invierno, hay un 84% de posibilidades de que tenga una fuerza mayor que moderada, y un 56% de posibilidades de que se desarrolle fuerte, según la NOAA.