Más allá de River: por qué Boca precisa tanto ganarle a Colón en Santa Fe

Boca precisa ganarle a Colón. Pero no sólo para ilusionarse con pelearle la Superliga a River. El equipo xeneize precisa ganarle a Colón para seguir enfocado en la construcción de una identidad como equipo. Que le permita, además de postergar al menos una semana el festejo de su máximo rival y seguir con chances matemáticas de ser campeón, continuar por la vereda del triunfo. Acostumbrarse a ganar siempre es una buena señal. Y eso logró en poco más de un mes Miguel Ángel Russo.

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Porque además, la prueba en Santa Fe será la última antes del viaje a Venezuela para el debut en la Copa Libertadores. El martes, a las 21.30 de la Argentina y frente a Caracas, será el primer paso en el torneo continental. Y también se viene la Copa de la Superliga y la Copa Argentina.

Por todo eso es tan necesario para Boca ganar esta noche. Porque en lo que va del año ganó cuatro partidos y empató el restante. Marcó 11 goles y recibió apenas uno (cuatro vallas invictas).

Pero al mismo tiempo, el choque contra Colón vuelve a dejar en claro que Russo encontró en tiempo récord una estructura firme de titulares. Boca repetirá la formación después de 92 partidos: la última vez había sido entre el 10 y el 14 de marzo de 2018, el partido con Tigre, por el torneo local, y la final de la Supercopa Argentina con River, en Mendoza.

Ahora, desde el estreno contra Independiente, Russo realizó sólo tres modificaciones, todas obligadas por lesiones (como fueron los casos de Esteban Andrada y Lisandro López) o por expulsión (Carlos Izquierdoz). Con un plus: los reemplazantes estuvieron a la altura de las circunstancias.

"Estamos llegando al nivel en el que nos cuesta elegir. Ojalá sigamos manteniendo los rendimientos y me sigan poniendo en un problema, porque eso es justamente lo que buscamos: que el técnico tenga problemas para decidir quién juega", dice Russo. Además, el equipo recuperó la actitud ofensiva que lo caracterizó desde siempre: salir a ganar en cualquier cancha.

El caso Tevez es el más sorprendente. Después de un 2019 para el olvido, el Apache se oxigenó con el cambio de DT y disfruta de su mejor momento desde que regresó de China. Anotó cuatro goles en los primeros cinco partidos, y definitivamente le ganó la pulseada por ese lugar en el campo de juego a Mauro Zárate y a Ramón Ábila.

Pero sería injusto monopolizar los elogios en Tevez. En lo que va del año también se destacan Jorman Campuzano, Sebastián Villa, Eduardo Salvio y Frank Fabra, mientras que aun se espera más de Guillermo "Pol" Fernández y Franco Soldano.

Enfrente habrá un equipo muy golpeado, que parece haberse derrumbado después de perder en noviembre pasado la final de la Sudamericana con Independiente del Valle, de Ecuador.

Con 18 puntos, Colón es uno de los tres equipos que están perdiendo la categoría, junto a Gimnasia de La Plata y Patronato, como consecuencia de una racha adversa que ya enhebra ocho partidos sin sumar de a tres, con dos empates y seis derrotas, la última ante Newell's (4-0) en la fecha pasada.

El entrenador de Colón, Diego Osella, dará un golpe de timon para intentar cambiar un destino que parece irreversible. Hará al menos seis cambios y por eso dejarán el equipo Gastón Díaz, Rafael García, Federico Lértora, Luis Pulga Rodríguez y Lucas Viatri. Además no podrá jugar Rodrigo Aliendro, expulsado en el Parque de la Independencia.

Ante ese escenario, ingresarán Alex Vigo, Bruno Bianchi, Fernando Zuqui, Tomás Chancalay, Marcelo Estigarribia y Wilson Morelo, respectivamente. Jugadores más veloces.

El escenario es el habitual cada vez que Boca pisa cualquier rincón del interior del país. Miles de fanáticos se acercaron al hotel donde se hospeda el plantel azul y oro, a expresarle de cerca todo su cariño y con la ilusión de llevarse como recuerdo una selfie o un autógrafo de sus ídolos. Aunque claro, cuando esta noche la pelota comience a rodar, la gran mayoría hará la fuerza necesaria para ayudar al Sabalero, en un Cementerio de los Elefantes que parece dormido, pero que mantiene su respeto porque históricamente le ha dado más de un dolor de cabeza a los equipos grandes del fútbol argentino.

Ya sea para volver a meterle presión a River (como ocurrió en la fecha pasada), o para seguir fortaleciéndose como grupo en base a sumatoria de triunfos. O incluso para utilizarlo como última gran prueba antes del debut copero, hay algo claro: Boca precisa ganarle a Colón.