Aliados de escuela privada dicen que acuerdo sobre parque no debe anularse por escándalo de sobornos

Tráfico sexual. Agujas dispersas por el suelo. Riesgos de cáncer de piel por la actividad al aire libre.

Estas son algunas de las razones citadas por los partidarios de una pareja adinerada de Miami mientras los aliados se reunían en el Ayuntamiento para defender la construcción de una instalación deportiva cubierta en una de las mayores extensiones de terreno sin urbanizar que quedan en la ciudad. El jueves acudieron en masa al Ayuntamiento con camisetas a juego.

Lo que no mencionaron es que el complejo deportivo proyectado está en el centro de un escándalo de corrupción que condujo al arresto de un ex comisionado de Miami acusado de soborno.

Lo que podría haber sido una resolución sencilla para anular un acuerdo resultante de una votación que, según fiscales, fue comprada y pagada, pareció tener solo un apoyo tenue en la actual Comisión Municipal. Un comisionado recién elegido que se postuló con base en una plataforma anticorrupción –y que incluyó el punto en el orden del día– acabó aplazándolo tras escuchar los comentarios de docenas de personas.

La propuesta del comisionado municipal Miguel Gabela consistía en rescindir un acuerdo de terrenos que la ciudad hizo en 2022 con David y Leila Centner, operadores de la Centner Academy de Miami. La escuela privada adquirió notoriedad durante la pandemia cuando los Centner amenazaron despedir a los maestros que se vacunaran. El escándalo de los presuntos sobornos está inextricablemente ligado al ascenso de Gabela a la función pública. En noviembre desbancó a Alex Díaz de la Portilla, arrestado por corrupción dos meses antes de las elecciones y a la espera de juicio.

En los cargos presentados contra Díaz de la Portilla, fiscales estatales alegan que los Centner canalizaron dinero a través de su cabildero, Bill Riley, a Díaz de la Portilla para asegurar su voto a favor de un acuerdo que permitiera a la pareja comprar Biscayne Park a la ciudad. La pareja planea construir en el terreno un complejo deportivo juvenil para su escuela privada. Los Centner no fueron acusados, pero Díaz de la Portilla y Riley enfrentan varios cargos, entre ellos soborno y lavado de dinero.

En la reunión del jueves, el mar de gente que lucía camisetas verdes con el lema “Apoya a Biscayne Park” –el nombre del parque de Miami, cerca de la escuela, donde está previsto construir la instalación– omitió esos hechos. Y Gabela, que construyó su marca como rival de Díaz de la Portilla, desbancándole en noviembre, empezó a vacilar.

Aunque en un principio tenía la intención de votar a favor de la rescisión del acuerdo con los Centner, Gabela declaró a que era evidente que no contaba con suficientes votos de apoyo de otros miembros de la comisión para aprobar la moción. Aunque sigue preocupado por las circunstancias en las que la comisión firmó el acuerdo con los Centner, Gabela dijo que aplazó la votación hasta una reunión el mes próximo después de escuchar a docenas de padres que hablaban a favor de los proyectos.

“Cuando vi que se presentaban unas 100 personas, y a las madres hablar ... eso me convenció y dije: ‘Muy bien, vamos a darles una oportunidad’”, explicó Gabela en una entrevista con el Miami Herald.

Gabela dijo que el tiempo extra permitiría una mayor revisión legal del acuerdo. El recién elegido comisionado Damián Pardo, quien también se postuló con base en una plataforma anticorrupción, no respondió de inmediato a la petición del Herald de comentar el asunto.

‘Por lo buenos que son’

Desde el arresto de Díaz de la Portilla, los Centner solo han hecho declaraciones mínimas a los medios. Pero el jueves la pareja se presentó con un ejército de padres.

“Por desgracia, la política se ha convertido en una batalla desagradable y a veces personas inocentes se ven atrapadas en el fuego cruzado de las malas intenciones de la gente”, dijo Leila Centner a la Comisión Municipal, añadiendo que los Centner han invertido”una enorme cantidad de tiempo y dinero” en preparar el parque, que no debe confundirse con el municipal Biscayne Park, para su construcción.

“Si cancelan todo el duro trabajo que se ha hecho”, continuó Leila Centner, “otros filántropos como nosotros nunca jamás volverán a confiar en la ciudad. Será una grave pérdida para la ciudad”.

La pareja no reconoció las acusaciones contra Díaz de la Portilla durante su comentario público.

En la reunión, las docenas de partidarios de los Centner –la mayoría de los cuales dijeron ser padres de alumnos de la Centner Academy– ignoraron en gran medida la supuesta corrupción que rodea al acuerdo sobre los terrenos y centraron sus comentarios en los beneficios del complejo deportivo propuesto para sus hijos y la comunidad.

Múltiples oradores se describieron como madres solteras. Varios de ellos, incluyendo a Kiana Lowrance, habitante de Miami, afirmaron que se trata de un tema de seguridad.

“El tráfico sexual está en su punto más alto, y quiero sentirme segura cuando llevo a mis hijos a jugar”, dijo Lowrance a los comisionados mientras sostenía a un bebé. “Este parque es un refugio seguro y una seguridad para la comunidad de nuestros hijos y las generaciones futuras”.

Añadió que los Centner “lo hacen por lo buenos que son”, un sentimiento común entre los partidarios.

Afuera de la sala, los padres que tomaron la palabra sugirieron que o bien desconocían los cargos pendientes contra el comisionado o bien los desdeñaban. “No lo creería”, dijo una madre que no quiso identificarse después de que reporteros describieran el caso contra Díaz de la Portilla. Otros intentaron distanciar a los Centner de los cargos presentados contra Díaz de la Portilla.

“No es culpa de los Centner que un comisionado de la ciudad de Miami esté haciendo las cosas mal con sus contribuciones financieras”, dijo otra madre de un estudiante que se negó a dar su nombre después de acceder inicialmente a una entrevista.

Yoanna Grand, que se describió como madre soltera de un estudiante de siete años, dijo a los reporteros que nunca había oído hablar de las acusaciones de soborno, pero acudió al Ayuntamiento para apoyar el programa en nombre de la comunidad. Dijo que se enteró del esfuerzo de apoyo organizado porque ella es “parte de la escuela”.

Dijo que los Centner no le habían pedido que acudiera.

Derek DeGrazio, quien dijo a los reporteros que tiene dos hijos en la Centner Academy, también dijo que no estaba al tanto de los cargos de soborno, pero acudió para expresar su apoyo por su amor a los deportes.

“Creo que el deporte tiene un valor incalculable para los niños: para aprender habilidades sociales y aprender a trabajar juntos como equipo, a trabajar juntos para hacer frente al fracaso, a superar la adversidad”, dijo DeGrazio. No quiso comentar si las acusaciones de soborno afectarían a su apoyo al proyecto.

Al ser abordada por un reportero en el Ayuntamiento, Leila Centner declinó decir si ella y su esposo habían proporcionado las camisetas o si habían pedido a los padres de la escuela que se pronunciaran en contra de la rescisión de su contrato. Cuando un reportero preguntó si el matrimonio negaba haber canalizado dinero a través de Riley para conseguir el acuerdo sobre los terrenos, Leila Centner respondió: “¿De verdad cree que voy a responder a alguna de sus preguntas?”.

Los Centner pidieron a los periodistas del Herald que formularan sus preguntas por escrito. Al momento de esta publicación no habían respondido.

La Centner Academy imparte clases a alumnos desde preescolar hasta secundaria, y la matrícula oscila entre $17,000 y más de $36,000, según el portal digital de la escuela. En su intervención en la reunión del jueves, David Centner dijo que la escuela concede más de $1 millón en becas al año.