Él era Alfredo Beltrán Leyva, el papá de "El Mochomito"
CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 19 (EL UNIVERSAL).- Este miércoles 18, autoridades federales informaron sobre un ataque armado en Culiacán, Sinaloa, que dejó como saldo la muerte de un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC).
Este ataque, presuntamente fue organizado por Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, alias "El Mochomito", quien es hijo de Alfredo Beltrán Leyva y sobrino de Joaquín Guzmán Loera, en apoyo a los hijos de "El Chapo" en la guerra que mantienen con la facción de Ismael "El Mayo" Zambada.
A pesar de que recientemente se dio a conocer este suceso, desde el pasado 30 de noviembre, fuentes del gabinete de seguridad dieron a conocer que el hijo de Alfredo Beltrán Leyva, así como el sobrino de Joaquín Guzmán Loera, estaba apoyando a los hijos de "El Chapo" en la guerra que mantienen con la facción de Ismael "El Mayo" Zambada.
Su relación con estos dos protagonistas han encendido el foco de varios usuarios, quienes se ha preguntado quién fue Alfredo Beltrán Leyva, por lo que a continuación te lo decimos.
Alfredo Beltrán Leyva, conocido como "El Mochomo", fue uno de los principales narcotraficantes en México, considerado un pilar en la estructura del Cártel de Sinaloa.
Originario de La Palma, Badiraguato, Sinaloa, Beltrán Leyva nació el 15 de febrero de 1951, según el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, aunque su fecha de nacimiento varía en algunas fuentes. Fue el líder de una de las fracciones más poderosas del crimen organizado en México, al ser fundador y dirigente del Cártel de los Beltrán Leyva.
A lo largo de su carrera criminal, Alfredo Beltrán Leyva desempeñó un papel fundamental en el tráfico de drogas, específicamente en el traslado de grandes cantidades de cocaína y metanfetamina desde Sudamérica hacia Estados Unidos.
Su involucramiento en el narcotráfico comenzó como escolta de Amado Carrillo Fuentes, conocido como "El Señor de los Cielos", uno de los narcotraficantes más poderosos de la historia. Tras la muerte de Carrillo Fuentes, Alfredo y sus hermanos comenzaron a operar bajo el nombre de su propio cártel, formando una estrecha alianza con Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera y el Cártel de Sinaloa.
A finales de la década de 1990, el Cártel de los Beltrán Leyva se consolidó como uno de los principales jugadores en el tráfico de drogas a través de México hacia Estados Unidos, abasteciendo mercados de cocaína, marihuana y metanfetamina. Las operaciones del cártel se extendieron por gran parte del territorio mexicano, con una influencia que llegaba a los estados más relevantes en el tráfico de drogas, como Sinaloa, Guerrero y el Estado de México.
El quiebre definitivo entre los Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa ocurrió en 2008, tras la detención de Alfredo Beltrán Leyva, conocido como "El Mochomo". El arresto fue un punto de inflexión en la historia del narcotráfico en México, ya que desató una serie de eventos violentos que terminaron con la fragmentación de "La Federación", una alianza entre varios cárteles, entre ellos los de Sinaloa y los Beltrán Leyva.
Según diversas versiones, los hermanos Beltrán Leyva, liderados por Arturo Beltrán Leyva, responsabilizaron a Joaquín Guzmán Loera de la detención de Alfredo, acusándolo de haberlo entregado al gobierno mexicano a cambio de una mayor protección. Ese año ordenaron el asesinato de Édgar Guzmán, hijo de "El Chapo", fallecido en Culiacán, Sinaloa en mayo del 2008.
La ruptura dio inicio a una violenta guerra entre las facciones del Cártel de Sinaloa y el Cártel de los Beltrán Leyva. La rivalidad alcanzó niveles extremos, y se reportaron múltiples enfrentamientos en todo el país. Esta guerra no solo involucró a los cárteles, sino también a las autoridades federales y estatales, quienes se vieron atrapadas en un conflicto sin fin.
Tras la detención de "El Mochomo" vino una captura y el abatimiento de dos de los hermanos Beltrán Leyva, por lo que el cártel se debilitó.
El "Jefe de Jefes", como también era llamado murió en un operativo de la Armada de México, el 16 de diciembre de 2009. De acuerdo con el testimonio de "El Grande", hasta el momento de su muerte Arturo Beltrán siguió pagando a García Luna.