Alerta roja en los países nórdicos por la llegada de la tormenta más potente en tres décadas

Las olas rompen al final de la pista del aeropuerto de Sumburgh, en las Islas Shetland, cuando el clima severo de la tormenta Ingunn afecta los vuelos y los viajes en ferry, 31 de enero de 2024. (Andy Buchanan / AFP)
Las olas rompen al final de la pista del aeropuerto de Sumburgh, en las Islas Shetland, cuando el clima severo de la tormenta Ingunn afecta los vuelos y los viajes en ferry, 31 de enero de 2024. (Andy Buchanan / AFP) - Créditos: @ANDY BUCHANAN

OSLO.- Noruega se encuentra en alerta roja ante la llegada de “Ingunn”, la tormenta más potente en tres décadas, con vientos huracanados de hasta 180 km/h.

Las autoridades del país nórdico subrayaron la gravedad de la situación al activar la alerta roja, el nivel más alto, en las áreas cercanas a Trondheim. Esta medida se toma ante la previsión de fuertes vientos y condiciones climáticas adversas provocados por el “ciclón bomba”, por lo que las autoridades advirtieron a la población que no salga de casa para garantizar su seguridad.

La tormenta, bautizada como “Ingunn” por meteorólogos noruegos, se espera que toque tierra en el centro del país este miércoles, antes de continuar avanzando hacia el norte el jueves.

Se espera que la tormenta azote el mismo lugar que en 1992 se vio afectado por un huracán en Año Nuevo, uno de los fenómenos más potentes en la historia de Noruega, escribió el diario VG.

Según informes de la agencia noruega NTB, el primer ministro Jonas Gahr Støre, ajustó su agenda para regresar hoy a Oslo. Hasta el momento, no se reportaron cancelaciones de vuelos, pero las aerolíneas, incluida la nacional Wideroe, expresó preocupación por la situación climática.

Las olas rompen al final de la pista del aeropuerto de Sumburgh, en las Islas Shetland, cuando el clima severo de la tormenta Ingunn afecta los vuelos y los viajes en ferry, 31 de enero de 2024. (Andy Buchanan / AFP)
Las olas rompen al final de la pista del aeropuerto de Sumburgh, en las Islas Shetland, cuando el clima severo de la tormenta Ingunn afecta los vuelos y los viajes en ferry, 31 de enero de 2024. (Andy Buchanan / AFP) - Créditos: @ANDY BUCHANAN

En tanto, un estudio publicado hoy reveló un panorama inquietante para Europa del Norte con olas de frío extremo históricas, impulsadas por el cambio climático. Este análisis surge en el contexto de la brutal ola de frío que golpeó en enero a Finlandia, Noruega y Suecia, rompiendo récords históricos de bajas temperaturas.

Las olas rompen al final de la pista del aeropuerto de Sumburgh, en las Islas Shetland. (Andy Buchanan / AFP)
Las olas rompen al final de la pista del aeropuerto de Sumburgh, en las Islas Shetland. (Andy Buchanan / AFP) - Créditos: @ANDY BUCHANAN

El clima en la región

En el norte de Suecia, la localidad de Vittangi registró la temperatura más baja en los tres países desde principios del siglo, alcanzando un gélido -44,6°C. Paralelamente, Oslo, Noruega, experimentó un inusual descenso por debajo de los -30°C por primera vez, marcando -31,1°C.

Este fenómeno no solo conlleva trastornos en el transporte y daños a las tuberías de agua, sino que también implica la clausura de escuelas y un aumento significativo en los precios de la electricidad, utilizada para la calefacción en la región.

El estudio, liderado por la red Atribución de Meteorología Mundial (World Weather Attribution, WWA, por sus siglas en inglés), sostiene que sin el calentamiento global derivado de la actividad humana, las temperaturas en la región habrían sido aproximadamente cuatro grados más bajos. En un mundo donde las temperaturas globales superan en 1,2°C a la era preindustrial, las olas de frío extremo se vuelven una rareza en Europa del Norte.

El equipo de 19 investigadores internacionales resalta que las olas de frío de cinco días son ahora cinco veces menos probables, mientras que los fríos extremos de un día son 12 veces menos probables.

El vapor se eleva desde el agua alrededor de un histórico velero tri-master amarrado en un puerto de Oslo el 5 de enero de 2024. Temperaturas frías inusuales de alrededor de -22 grados. (Olivier MORIN / AFP)
El vapor se eleva desde el agua alrededor de un histórico velero tri-master amarrado en un puerto de Oslo el 5 de enero de 2024. Temperaturas frías inusuales de alrededor de -22 grados. (Olivier MORIN / AFP) - Créditos: @OLIVIER MORIN

Los peligros y la advertencia de los expertos

“Incluso en un planeta cada vez más cálido, las olas de frío se tornan menos frecuentes, pero más peligrosas”, destaca Izidine Pinto, investigador del Real Instituto Meteorológico de Países Bajos.

Sin embargo, advierte que esto no debería considerarse motivo de celebración. “Incluso si en promedio son menos frecuentes, las del futuro podrían tener mayor impacto si disminuye la percepción de riesgo y la preparación”, indicó Dorothy Heinrich, asesora de riesgo climático del Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja

La disminución en la frecuencia de las olas de frío podría inducir a una disminución en la percepción de riesgo en los países nórdicos, acostumbrados a condiciones extremas. Es decir, esta nueva realidad podría llevar a los países nórdicos, acostumbrados al frío extremo, a bajar la guardia, advirtieron los científicos.

Heinrich subraya que, aunque las olas de frío sean menos frecuentes en promedio, siguen representando un riesgo considerable para la región, sobre todo para las poblaciones más vulnerables, como ancianos, niños y aquellos en viviendas precarias.

El constante congelamiento y descongelamiento del agua también plantea desafíos significativos para la infraestructura y la seguridad vial, como señala Erik Kjellstrom, climatólogo del Instituto Meteorológico e Hidrológico Sueco (SMHI, por sus siglas en inglés).

Además, las fluctuaciones de temperatura pueden intensificar el peligro de avalanchas y afectar el acceso a alimentos para animales como los renos.

Un ferry navega en el fiordo de Oslo la noche del 5 de enero de 2024 con temperaturas cerca de -22 ° C. (Olivier MORIN / AFP)
Un ferry navega en el fiordo de Oslo la noche del 5 de enero de 2024 con temperaturas cerca de -22 ° C. (Olivier MORIN / AFP) - Créditos: @OLIVIER MORIN

“Amplificación del Ártico”

En un contexto más amplio, al norte de los países nórdicos, las altas temperaturas llevaron a que se derrita el hielo marino, contribuyendo al aumento del calentamiento regional. Un estudio de 2022 revela que el Ártico se calentó cuatro veces más rápido que el resto del mundo desde 1979, un fenómeno conocido como “Amplificación del Ártico”.

“Mientras no abandonemos los combustibles fósiles y reduzcamos las emisiones a cero neto, el cambio climático continuará haciendo de la Tierra un lugar más duro para vivir”, advierte Sjoukje Philip, del Real Instituto Meteorológico Noruego.

La cumbre climática COP28 de diciembre en Dubái marcó un acuerdo internacional para la reducción progresiva de los combustibles fósiles. Sin embargo, países productores como Noruega continúan otorgando licencias de exploración, retrasando la transición energética exigida por los científicos y activistas climáticos.

La situación destaca la urgencia de abordar el cambio climático y la necesidad de medidas para mitigar sus impactos, particularmente en comunidades vulnerables que enfrentan condiciones climáticas extremas.

Agencias AFP y AP