El alcalde Suárez dijo que el número de indigentes en Miami se redujo de 6,000 a 600. Aquí verificamos

En los primeros días de su campaña presidencial, el alcalde de Miami y candidato republicano a las primarias, Francis Suárez, ha pregonado una disminución de la población indigente de la ciudad, pero las cifras que cita son un misterio.

“Ahora, en lugar de 6,000 personas sin hogar, tenemos 608”, dice Suárez en el video de lanzamiento de su campaña divulgado hace dos semanas. En un tuit publicado el viernes, Suárez escribió “nuestra población indigente, que alcanzó un máximo de 6,000 —según nuestro último censo, está en 608— y no pararemos”. Ha repetido la afirmación en varios discursos.

Los dos datos que Suárez compara son el resultado de dos métodos de conteo diferentes, y con 31 años de diferencia.

Matthew Marr, sociólogo e investigador de la indigencia en la Universidad Internacional de la Florida (FIU), calificó la afirmación de Suárez de “presentación conveniente y engañosa de las enumeraciones puntuales”.

El 26 de enero de 2023 se contabilizaron 608 personas durmiendo en la calle, la cifra que Suárez cita como el “censo más reciente”. Otros 2,037 indigentes dormían en refugios, la mayoría en Miami, según el reporte del Censo del Miami-Dade Homeless Trust.

En esta foto de archivo del 28 de enero de 2022, Maxie Espinosa, una especialista en remisiones de la ciudad de Miami, se ofrece a llevar a un indigente a refugiarse contra el frío en el downtown de Miami. Pedro Portal/pportal@miamiherald.com
En esta foto de archivo del 28 de enero de 2022, Maxie Espinosa, una especialista en remisiones de la ciudad de Miami, se ofrece a llevar a un indigente a refugiarse contra el frío en el downtown de Miami. Pedro Portal/pportal@miamiherald.com

Suárez no ha dicho cuándo había 6,000 personas sin techo en la ciudad, y su campaña no respondió a las preguntas del Miami Herald sobre estas afirmaciones. El reporte del Homeless Trust incluye 6,000 en un subtotal de 1992. Pero según el fideicomiso, esa cifra procede de un perfil de la población indigente en todo el condado, junto con la Comisión del Gobernador sobre la Indigencia. Y no especifica si esto incluye a las personas en refugios.

La cifra de 608, que refleja a los que viven en la calle, procede solo de la ciudad.

El Homeless Trust de Miami-Dade, una entidad financiado con dinero de los impuestos fundada en la década de 1990, envía equipos dos veces al año para contar el número de personas que duermen en la calle en una noche concreta. A esto se le llama conteo puntual, y el Fideicomiso ha usado esta estrategia para calcular el número de personas sin hogar desde 1997. Aunque las cifras puntuales tienen sus defectos, se aceptan como cálculos y son fundamentales para obtener subvenciones federales destinadas a programas sociales que ayuden a reducir el número de desamparados.

James Torres, presidente de Downtown Neighbors Alliance, un consorcio de asociaciones de propietarios de viviendas, declaró: “Me sorprendió y me escandalizó”, describiendo así su reacción ante la afirmación de Suárez: “No es exacta”.

Los mismos datos citados por la campaña de Suárez para destacar la cifra de 608 muestran que la población estimada de indigentes de la ciudad ni ha disminuido ni ha aumentado drásticamente durante su mandato como alcalde, según un análisis del Herald. Las cifras fluctuaron entre 500 y 700. En enero de 2017, pocos meses después de ser elegido alcalde, el fideicomiso contó 609 personas durmiendo en las calles, solo una más que las contadas en enero de 2023.

Según los datos puntuales proporcionados por Homeless Trust, la población de personas sin hogar en Miami alcanzó su máximo en enero de 2001, cuando se contabilizaron 1,157 indigentes durmiendo en la calle.

Hay menos desamparados, pero no durante el mandato de Suárez

Según las propias cifras del Fideicomiso, que se remontan a 1997, el conteo de personas sin hogar en la ciudad experimentó el descenso más significativo entre 2003 y 2009: de 1,152 contabilizadas en abril de 2003 a 411 en enero de 2009. Suárez es funcionario electo desde 2009. El descenso comenzó a finales de la década de 1990, cuando Suárez era estudiante en la Universidad de la Florida.

Durante ese período, se ampliaron las opciones de alojamiento para la población indigente. Lotus House, el único refugio para personas sin hogar de Miami destinado exclusivamente a mujeres y niños, abrió en 2006. Camillus House también amplió las opciones de alojamiento para los indigentes durante este período.

El Homeless Trust, la principal dependencia responsable de abordar el problema de los indigentes, tiene un presupuesto operativo de $90 millones que se financia en parte con un impuesto del 1% sobre las cuentas de los restaurantes en la mayoría de las ciudades de Miami-Dade, incluida Miami. La ciudad también ha aportado millones al Trust y a otras instituciones que trabajan con desamparados, como Lotus House y Camillus House.

El apoyo financiero de la ciudad a las iniciativas para los indigentes, que son anteriores a la etapa de Suárez como alcalde, ha continuado bajo su administración.

Un indigente se acuesta en la acera en el Museum Park, en el downtown de Miami, durante el censo anual de verano Point-in-Time (PIT) Homeless del Condado Miami-Dade, donde diferentes equipos realizaron el recuento anual de verano de las personas sin hogar desde Homestead y Miami Beach hasta North Miami, el jueves 18 de agosto de 2022. Pedro Portal/pportal@miamiherald.com

Torres, que vive en el downtown desde hace unos nueve años, dice que no ha visto mejoras significativas a pesar del gasto en programas sociales.

“Me encantaría decirle a Francis Suárez que tiene que enfrentar estos retos en lugar de darse el gusto y promocionarse para su candidatura presidencial”, dijo Torres.

La historia de Miami con los indigentes

A finales de la década de 1980, mucho antes que Suárez entrara en la vida pública, el supuesto acoso de la Policía de Miami a los indigentes dio lugar a una demanda colectiva dirigida por abogados de la American Civil Liberties Union (ACLU). El caso desembocó en un acuerdo histórico en 1998 que protegía a los indigentes del acoso policial y de los arrestos por merodear.

Veinte años después, Suárez patrocinó una iniciativa para poner fin al decreto de consentimiento en su primer año como alcalde, a pesar de las objeciones de la ACLU. Un juez federal se puso de parte de la ciudad y eliminó las protecciones en 2019.

Desde entonces, la ciudad ha promulgado normas que adoptan más restricciones para las personas sin hogar, y cada una ha provocado un apasionado debate.

En 2020, la Comisión de Miami creó normas que limitan dónde y cuándo las personas y las organizaciones pueden alimentar a los desamparados. Quienes incumplan las normas pueden enfrentar multas de cientos de dólares. En 2021, los comisionados prohibieron los campamentos de indigentes y facultaron a la Policía para arrestar a los infractores.

Suárez, que se ha mantenido en gran medida alejado de las reuniones públicas de la comisión y rara vez participa en debates sobre las legislaciones, no comentó públicamente ninguna de las dos medidas.

En 2022, los miembros de la Comisión consideraron la posibilidad de construir hasta 100 “casas pequeñas” para personas sin hogar en Virginia Key, una “zona de transición” sugerida por primera vez por el comisionado Joe Carollo. Más tarde, Suárez convenció a Carollo y a la Comisión para que abandonaran la idea y crearan un campamento temporal en otro lugar. Aún no se ha elegido un lugar.

El trato dado por la ciudad a los desamparados dio lugar a otra demanda federal en 2022. Los abogados de la ACLU, que representan a varias personas que viven en la calle, impugnan la práctica municipal de destruir objetos personales durante las limpiezas periódicas de las aceras públicas. Se espera que el caso llegue a juicio en noviembre.