Alcalde ausente: Francis Suárez difuminó la línea entre el deber público y la búsqueda de riqueza

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Cuando los habitantes de Miami se preguntan en dónde está su alcalde, la respuesta es: nadie lo sabe.

El alcalde Francis Suárez, quien antes era una presencia habitual, ahora rara vez asiste a las reuniones de las comisiones, su despacho suele estar vacío y su agenda como alcalde suele estar marcada como ocupada, sin más detalles, a veces durante semanas.

Resulta que Suárez no suele estar en la ciudad para la que fue elegido. El alcalde pasó al menos 85 días fuera de Miami en 2022, incluida la mitad de esos días en el extranjero, principalmente en Oriente Medio, según un análisis de Miami Herald de los registros de la ciudad. Pasó casi una semana en Qatar, dos semanas en Arabia Saudita y unos días en los Emiratos Árabes Unidos. Está en camino de haber pasado la misma cantidad de tiempo fuera de la ciudad en 2023.

Suárez no quiere dar detalles sobre lo que ha estado haciendo en Medio Oriente, con quién se ha reunido o quién ha pagado las facturas y lo único que dirá es que viaja mucho por su trabajo como abogado privado de un bufete internacional, el más lucrativo de los 14 empleos paralelos que lo han transformado de un comisionado municipal agobiado por las deudas a un alcalde multimillonario.

Su afición al secretismo —en particular las negativa de Suárez a nombrar a sus clientes legales— hace casi imposible identificar posibles conflictos de intereses entre su cargo público, en donde su remuneración anual es de $130,000, y sus mucho más lucrativos negocios privados.

En un día cualquiera, Suárez alterna con fluidez sus funciones públicas y privadas, de acuerdo con la oficina del alcalde. Esto puede dificultar saber a quién representa cuando pasa su tiempo en el extranjero relacionándose con miembros de familias reales árabes y otras personas que buscan introducirse en Miami.

Suárez dijo que mantiene un muro entre sus obligaciones como alcalde de medio tiempo y su trabajo fuera de la ciudad. Aun así, sus acciones como alcalde parecen beneficiar en ocasiones, si no a sus clientes personales, sí a los de Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, el bufete en el que trabaja Suárez, que cuenta con abogados y oficinas en todo el mundo. El bufete dijo que eso es “falso”.

Pero una cosa está clara: las ya borrosas líneas que separan los deberes de Suárez como alcalde y sus intereses financieros personales se hacen más difusas cuanto más se aleja de Miami.

El fundador y presidente John Quinn, jefe de Suárez en el bufete de abogados, lo elogió, diciendo que “el alcalde es un abogado carismático” que el bufete envía a Oriente Medio y a otros lugares para “servir a los clientes y hacer crecer nuestro negocio”.

En un viaje a Qatar, Suárez asistió a un partido de semifinales de la Copa del Mundo con la estrella del fútbol David Beckham, quien, con la ayuda del alcalde, acababa de conseguir la aprobación municipal para un acuerdo multimillonario para el estadio de su equipo de Major League Soccer (MLS).

Los miamenses se enteraron de que su alcalde estaba en el extranjero cuando Beckham se tomó una selfie con Suárez y la publicó en Instagram con un texto en el que se leía “Chicos de Miami en la ciudad”. Los investigadores estatales de ética están examinando ahora si Beckham le dio a Suárez un boleto gratis, lo que sería ilegal, ya que Beckham es un cabildero registrado de la ciudad.

Luego del acuerdo sin licitación de Beckham, que el alcalde ayudó a negociar en reuniones a puerta cerrada con otros comisionados, la superestrella internacional Lionel Messi vino a jugar a Miami, lo que provocó una explosión de interés por MLS, cliente de la empresa en la que trabaja Suárez.

Un vocero de Quinn Emanuel dijo que la empresa trabajó con un asesor de ética externo para desarrollar directrices que “trazan una clara línea de separación entre sus funciones de alcalde y de bufete de abogados”.

“El señor Suárez y todo nuestro bufete se han mantenido vigilantes en el cumplimiento de las mismas”, dijo el vocero, añadiendo que el bufete nunca envió a Suárez a Qatar y que ninguno de los clientes del bufete —entre los que se incluye la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial— había proporcionado los boletos para el partido.

Ya sea por asuntos municipales o no, Suárez suele viajar con agentes de policía, financiados con impuestos, quienes actúan como guardaespaldas y cuyos recibos, itinerarios de viaje y otros registros crean el único rastro en papel de su paradero cuando no está en Miami. Herald reconstruyó los viajes de Suárez a través de esos registros.

Los registros cuentan la historia de un alcalde ausente que no asistió a un tercio de las reuniones municipales, dejando las decisiones críticas en manos de un cuadro disfuncional de comisionados municipales, uno de los cuales fue condenado a una sentencia civil de $63.5 millones por usar su cargo público para acosar a sus enemigos y otro que recientemente fue acusado de soborno y destituido de su cargo.

Aunque Suárez dijo que la ciudad no paga por sus gastos de viaje, los contribuyentes han gastado al menos $164,579 en gastos relacionados con el envío de funcionarios fuera de la ciudad con el alcalde, incluidas las veces en las que viaja por negocios privados, una práctica duramente criticada por un ex jefe de policía y un comisionado de la ciudad recién elegido en una plataforma de reforma. Esta cifra incluye hoteles, boletos de avión y comidas. Los costos salariales son aparte.

Pero Suárez defendió la práctica, diciéndole a Herald que, gracias a sus viajes, “el mundo ve ahora a Miami como un lugar próspero, dinámico e innovador”.

“He equilibrado mi trabajo en nombre de la comunidad y mis obligaciones privadas lo mejor que he podido, en cumplimiento de las normas establecidas para los funcionarios electos”, dijo.

Sin embargo, una de las otras actividades paralelas de Suárez ya le ha acarreado problemas.

Está siendo investigado a nivel federal por su contrato de $10,000 al mes con un urbanizador que usó la oficina del alcalde para acelerar un proyecto de construcción.

¿Dónde está Francis Suárez?

Aunque ya se reportaron algunos detalles de los viajes del alcalde, un análisis de los datos recopilados de los registros policiales obtenidos por Herald ofrece la imagen más completa hasta ahora de cómo pasa el tiempo el alcalde cuando no está en el Ayuntamiento.

No obstante, el alcalde recientemente hizo un viaje a Arabia Saudita sin su equipo de seguridad municipal. Ese y otros viajes no acompañados no se incluyen en los datos.

Aunque dijo que está al servicio de los contribuyentes como un agente viajero que promueve los encantos de Miami, los electores le contaron a Herald las ocasiones en las que desearían que hubiera estado aquí para ayudar con los asuntos locales.

Suárez se reunió con funcionarios de la FIFA en Qatar, dijeron las fuentes, y literalmente montó a camello por invitación de un embajador a principios de 2021, cuando el estado de emergencia de la ciudad por el COVID-19 entraba en su segundo año, además de que estuvo en Dubai el año pasado cuando la Comisión Municipal aprobó un controvertido plan de redistribución de distritos y en el Mundial de Qatar cuando la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) demandó a la ciudad por ese plan de redistribución de distritos, diciendo que equivalía a una manipulación racial.

El profesor de Derecho de la Nova Southeastern University (NSU) Bob Jarvis, especializado en ética, se mostró escéptico respecto a que la presencia del alcalde hubiera marcado la diferencia.

“Como alcalde débil de medio tiempo, no estoy seguro de que los electores puedan esperar que realmente haga algo y no parece que necesite estar en el Ayuntamiento para no hacer nada”, dijo Jarvis.

Pero Nathan Kurland, habitante de Coconut Grove, recuerda que le decepcionó que Suárez no asistiera a la reunión municipal en la que él y otros vecinos se manifestaron en contra del plan de redistribución de distritos, que, según le preocupaba, privaría de derechos a los electores negros del vecindario. “Creo que eligió un mal momento para ausentarse de la ciudad de Miami”, dijo Kurland.

El 24 de marzo de 2022, el día de la polémica votación, Suárez se encontraba en los Emiratos Árabes Unidos —en donde Quinn Emanuel representa a varios fondos soberanos y otras entidades gubernamentales—, firmando un memorando de entendimiento no vinculante con funcionarios emiratíes junto al príncipe heredero de Dubai.

El gobierno de Dubai celebró el acuerdo de hermanamiento en las redes sociales, pero el Instagram de Suárez se centró en otra proclamación firmada ese día, en la que el alcalde designaba el 24 de marzo como el “día oficial del flan” de Miami. Su publicación de Instagram mostraba imágenes de un evento local relacionado con el flan con un video de Suárez probando un bocado del postre.

La oficina de Suárez no promocionó el acuerdo Miami-Dubai en el Ayuntamiento, por lo que el equipo del administrador de la ciudad Art Noriega no tuvo conocimiento del memorando durante más de un año sino hasta que Herald pidió una copia.

El acuerdo explica que Miami y Dubai planificarán proyectos mutuamente beneficiosos en sectores como el turismo, la seguridad pública y la promoción empresarial. Al preguntarle por detalles concretos, la directora de comunicaciones del alcalde Stephanie Severino dijo que tales acuerdos “no pretenden tener beneficios inmediatos y cuantificables”.

“El propósito es acordar fomentar las relaciones”, dijo.

Los Emiratos Árabes Unidos se apoyaron en su nueva relación con Miami al menos una vez, de acuerdo con lo que muestran los correos electrónicos.

En agosto, funcionarios de la embajada de los Emiratos Árabes Unidos se pusieron en contacto con la oficina del alcalde para pedir ayuda en la creación de un “par de compromisos con el sector privado en la ciudad de Miami”. Saeed Mubarak Al Hajeri, ministro adjunto del departamento de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos (DFA), tenía previsto visitar la Florida en septiembre, dijeron los funcionarios de la embajada en un correo electrónico enviado al asesor principal del alcalde Jeremy Schwarz.

“¿Con quién sería útil ponerse en contacto?”, dijo el asesor del alcalde, pidiéndole a la embajada “por favor, aconseje sobre los próximos pasos”.

La respuesta incluía una lista de cuatro poderosos de Miami, entre ellos el jefe del fondo de cobertura Citadel Ken Griffin, un cliente de Quinn Emanuel con el que Suárez había forjado recientemente una relación. Según el correo electrónico, el funcionario emiratí quería explorar el potencial de una “futura colaboración” con el multimillonario y calibrar el interés de Citadel en abrir una oficina en los Emiratos Árabes Unidos.

Zia Ahmed, vocero de Citadel, dijo que ni Griffin ni su empresa fueron contactados por la oficina del alcalde.

“Con respecto a sus otras ridículas preguntas”, escribió Ahmed, “no tenemos ninguna obligación de hablar de las reuniones que mantienen nuestros empleados ni de nuestra estrategia empresarial con Miami Herald”.

Costos ocultos de los viajes

La ciudad no paga ninguna de las excursiones internacionales de Suárez, según un comunicado de la oficina del alcalde, pero, de hecho, los contribuyentes siguen sufragando importantes costos.

Algunos de los mejores agentes de policía de Miami —un grupo altamente calificado conocido como sargentos de armas— estuvieron allí para proteger a Suárez durante sus viajes internacionales. La ciudad paga su salario y sus prestaciones, así como sus comidas todos los días que están fuera; a veces, la ciudad también paga los hoteles y los vuelos.

Cuando viaja para Quinn Emanuel, el bufete o sus clientes sufragan los gastos de viaje de Suárez, así como los boletos de avión y los hoteles de su equipo de seguridad, de acuerdo con declaraciones de Quinn Emanuel y de la alcaldía.

En los casos en los que Suárez viajó al extranjero únicamente en calidad de alcalde, sus gastos fueron cubiertos por “la entidad que invitaba al alcalde a participar” o la factura corrió a cargo de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, de la que Suárez fue presidente durante un mandato, según la oficina del alcalde. La oficina del alcalde atribuye en parte el significativo aumento de sus viajes a su trabajo en la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, pero la organización no respondió a las preguntas sobre qué viajes de Suárez había financiado.

Aunque no es el primer funcionario de Miami que viaja con agentes armados, Suárez amplió drásticamente el programa luego de convertirse en alcalde. A menudo, de acuerdo con los registros, Suárez va acompañado de dos —y a veces incluso tres— policías cuando sale de la ciudad.

El jefe de policía Manny Morales defendió el programa, citando “una preocupante escalada de acoso y amenazas contra funcionarios públicos en todo el país”. Dijo que el nivel de protección está en “consonancia con las mejores prácticas nacionales”.

Pero su predecesor, el ex jefe Jorge Colina, quien fue ascendido responsable principal de la policía a principios del mandato de Suárez, es crítico con el programa, que según él pone a los agentes de Miami en peligro, porque “no tienen absolutamente ninguna jurisdicción fuera de la ciudad de Miami”.

Para Colina, la mayor preocupación es “qué pasa si tienes que usar tu arma de fuego”.

Colina dijo que planteó sus preocupaciones a Suárez, pero fue desoído, y los registros muestran que el ex jefe finalmente firmó docenas de detalles de seguridad que viajaron con el alcalde.

En retrospectiva, Colina dijo que los beneficios no compensaron los costos.

“Seamos sinceros: no hay necesidad de ir a Qatar o Arabia Saudita y llevar un sargento de armas”, dijo. “Nadie va a reconocerlo y hacerle daño por ser el alcalde de Miami”.

De alcalde fuerte a ausente

Las personas cercanas a Suárez dijeron que el enfoque del alcalde cambió notablemente entre su primer y su segundo mandato.

Antes de Suárez, los alcaldes de Miami —que tienen derecho a veto, pero no a voto en la Comisión Municipal— solían observar las reuniones desde el público. Después de fue elegido alcalde por primera vez en 2017, Suárez hizo que se añadiera un asiento en el estrado para él junto al administrador de la ciudad.

“Conocía a la gente por su nombre, tenía sus números de teléfono”, dijo Mike Hernández, analista político de Telemundo que trabajó en la primera campaña de Suárez para la comisión en 2009. “Creo que se ha alejado de ese estilo”.

El cambio se produjo después de que Suárez propusiera cambiar los estatutos de la ciudad para otorgarse más poderes ejecutivos, convirtiendo su cargo en uno encargado de gestionar los asuntos cotidianos de la ciudad, pero los electores rechazaron la propuesta y, con el tiempo, el alcalde dejó de estar presente en el Ayuntamiento, situado en la antigua sede de la aerolínea Pan American Drive en Dinner Key. Se dedicó a otros trabajos privados, pasó más tiempo en el extranjero, su patrimonio neto se disparó y se presentó —brevemente— a las elecciones presidenciales.

“Parecía que tenía la vista puesta en Washington”, dijo Hernández, “en vez de en Pan American Drive”.

Fuentes:

Este reportaje se basa en un análisis de los registros policiales del alcalde Francis Suárez, correos electrónicos, formularios de registro de grupos de presión, publicaciones en redes sociales y datos de OurAirports.

Créditos:

• Sarah Blaskey: Reportera de investigación.

• Joey Flechas: Reportero de la ciudad de Miami.

• Tess Riski: Reportera de gobierno municipal.

• Susan Merriam: Reportera gráfica.

• Casey Frank: Editora jefa de investigación.

• Dana Banker: Editora ejecutiva jefa.