Alberto Márcico. El ídolo de Boca que devino en empresario y ahora intenta gambetear la crisis

Alberto Márcico alejado del fútbol

Alberto Márcico, el exídolo de Boca que hoy atiende a los clientes en la obra, dice estar al tanto en todo lo que se refiere a la economía del país; maneja al dedillo los precios del cemento, la cerámica y el hierro. Hace 22 años, cuando una lesión en el tendón de aquiles lo obligó a jubilarse como futbolista, decidió iniciarse como agente inmobiliario y, siete años más tarde, emprendió en la construcción.

En 2005, mientras hablaba con un amigo, le preguntó cómo se hacía un departamento. "Lo primero que me dijo ese muchacho fue que necesitaba un arquitecto y un ingeniero y que esas personas son las encargadas de conseguir la mano de obra", cuenta a LA NACION Márcico. El primer edificio que construyó se convirtió en el emblema de su compañía: "La mejor, hasta ahora, fue la de Godoy Cruz y Niceto Vega porque fue la primera", recuerda.

En 1982 y 1984, Márcico salió campeón con Ferro Carril Oeste en el Campeonato Nacional (hoy llamado Superliga). En 1992 consiguió con Boca el mismo título en el entonces Torneo Apertura. En esa misma temporada, obtuvo con el Xeneize la Copa Máster y un año más tarde se hizo con la Copa Oro, de la mano de Jorge Carlos Habegger. Su último club fue Gimnasia y Esgrima La Plata, con el que salió subcampeón en el Torneo Clausura de 1998, en el día de su retiro.

En su época como futbolista, ayudaba a sus compañeros a comprar departamentos y, a la vez, los incitaba a ahorrar en ladrillos.

"Empecé de a poco a hacer construcciones. Contrataba gente que se encargara de contratar gente para laburar. Al principio me tomó tiempo tomarle la mano por los vaivenes que tiene el país", cuenta sobre la adaptación en el rubro. "Desde 2006 hasta 2009 me fue bien. Era otro país, pero a medida que pasan los años, cada vez, se hace más difícil vender un departamento. Cuando comenzó el cepo al dólar todo empezó a ir mal: subieron los precios de los materiales, los distribuidores no te venden porque no saben a qué precio va a estar el dólar el día siguiente. La gente ya no confía, siente miedo ", asegura el exfutbolista.

A partir de 2011, su constructora comenzó a registrar una caída significativa en las ventas de departamentos que se ha ido agravando con el tiempo, explica Márcico. Según el informe del Indec, en el acumulado de los últimos 11 meses de 2019, la industria de la construcción presentó una caída del 8% con respecto al mismo período de 2018.

"Tengo varios departamentos disponibles. Hay algunos que desde hace más de ocho meses no llama nadie para comprarlos. La construcción está en crisis, la venta se para en un 100%. Fue el rubro más golpeado por el cepo al dólar y la financiación. Acá tenes el problema de los créditos UVA. Pararon todos, porque hay gente que dice que ellos estaban en $3000 y ahora están en $14.000 entonces se paró el rubro constructor", dice.

Parte de las edificaciones del exjugador están distribuidas en los barrios de Barracas, Belgrano y Coghlan. También admite que la mejor zona para construir es Palermo, pero que "allí se necesita una espalda muy grande" para llevar adelante un proyecto. "Los que construyen en esa zona son grandes constructores. Yo soy súper pequeño. No hay comparación, tengo socios, pero generalmente la gente se acerca a comprar para vender o alquilar una vez que están terminados", explica sobre el funcionamiento de la empresa.

En una encuesta realizada por la FIFA en 2001, Márcico fue elegido como el segundo entre los mejores enganches de la historia del fútbol argentino, después de Diego Armando Maradona, con quien fue contemporáneo. De su época como futbolista añora todo: desde su debut con Ferro, los años de gloria con Boca, hasta su última temporada en el Lobo. Fue entonces cuando empezó a relacionarse con las inmobiliarias: les compraba y vendía departamentos a los futbolistas y los incitaba a ahorrar en ladrillos.

"En la Argentina falta financiación. No solamente para comprar un departamento, sino para comprar un coche, hacer arreglos y emprendimientos. La constructora es algo en lo que vos podés invertir porque te sentís resguardado, pero también te podés sentir castigado", explica Márcico. "En todo el mundo se puede crecer. España, Francia, Estados Unidos tienen financiación, pero la inestabilidad económica que tiene este país hace muy difícil todo", razona.

En una encuesta realizada por la FIFA en 2001, Márcico fue elegido como el segundo entre los mejores enganches de la historia del fútbol argentino, después de Diego Armando Maradona.

Aunque no se siente identificado con ningún partido político, "el Beto" concuerda con el presidente Alberto Fernández en que se pesifique la economía: "Si vas a Uruguay a Brasil no te piden dólares, no los quieren, ellos quieren su moneda, su plata. El dólar acá se prefiere por la inestabilidad monetaria, la gente que llega al poder no tiene el suficiente conocimiento para manejar el país", dice.

"Construimos monoambientes, de dos y tres ambientes. Lo que se pueda, en la franja más económica para el cliente. Hay gente que no tiene para hacerse un piso de 300 metros cuadrados, pero sí hay quien me puede comprar 30 o 35 metros cuadrados", describe sobre las unidades que construyen. El exfutbolista cuenta que se involucra en la parte comercial con las inmobiliarias y, que su mejor oficina, está dentro de la obra, lo que le permite tener un mejor control del trabajo.