Alberto Fernández se baja de la final del Mundial y les respondió a Emmanuel Macron y a Lula da Silva

DOHA (enviado especial).- Emmanuel Macron bajó al vestuario del estadio Al Bayt, donde un rato antes la selección de Francia había eliminado a Marruecos y se metía por segunda vez consecutiva en la final de un Mundial. El presidente francés se abrazó con todos los jugadores que el domingo enfrentarán a la Argentina, cantó con las figuras Mbappé, Lloris, Grienzman y Giroud, y se quedó charlando varios minutos con el DT, Didier Deschamps, sobre quien reclamó que siga al frente del equipo por otros cuatro años.

Esa imagen que anoche recorrió las noticias aquí pero también en Francia (donde le cuestionaron al mandatario su arribo a Doha y su relación con la familia real mientras en Europa crece el escándalo del Qatargate) resulta impensada para cualquier presidente argentino de los últimos veinte años.

Desde el entorno de Alberto Fernández finalmente desecharon hoy temprano cualquier posibilidad de que el Presidente esté en Doha el próximo domingo para presenciar la segunda final de Messi en una copa del mundo. El mandatario argentino agradeció a Macron y le mandó un mensaje para el partido del domingo.

“Es argentino y futbolero, va a mirar los partidos donde miró los anteriores de este Mundial”, comentaron desde Presidencia. Así, Fernández, como antes hicieron Cristina Kirchner y Mauricio Macri, se suma a la “tradición” de presidentes argentinos de faltar a una cita que sí aprovechan los principales líderes mundiales.

Pasadas las 12, el Presidente envió varios mensajes en Twitter, en los que respondió comentarios anteriores tanto de Macron como de su futuro par en Brasil, Lula da Silva.

“Gracias querido @LulaOficial por tus buenos deseos. El fútbol latinoamericano estuvo muy bien representado por Brasil (@CBF_Futebol), @Uruguay, Costa Rica (@fedefutbolcrc), @FEFecuador, México (@miseleccionmx) y @Argentina”, escribió primero el mandatario y tras ello se refirió en particular al seleccionado nacional, comandado por Lionel Scaloni y liderado en césped por Lionel Messi.

“Deseo sinceramente el triunfo de nuestra Selección, que tantas alegrías nos está dando. Si gana la Argentina, ¡gana Latinoamérica!”, insistió Fernández, quien no estará en Qatar para ver la final que disputarán la Argentina y Francia, pese a la invitación de su par francés.

Al respecto, indicó: “Querido amigo @EmmanuelMacron, te guardo un enorme afecto y te deseo lo mejor para el futuro. Salvo para el domingo. Argentina es mi maravilloso país, ¡y es Latinoamérica! ¡Vamos la celeste y blanca!”.

Desde la Rosada aseguran que nunca fue una posibilidad el viaje de Fernández al Mundial. Sin embargo, hubo sondeos con Aerolíneas Argentinas para saber si quedaba lugar disponible en alguno de sus vuelos chárter para “un ministro”.

La información no fue confirmada, pero las gestiones ante la línea de bandera existieron. Los posibles candidatos para ser el representante argentino el domingo en el estadio de Lusail: el canciller Santiago Cafiero o el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens. Desde el entorno de ambos ministros sostienen que se quedarán en Buenos Aires, “a no ser” que el Presidente les indique que pueden viajar.

De Qatar a Alemania

Macron festejó desaforado los goles de Theo Hernández y de Muani en el palco presidencial, junto al titular de la FIFA, Gianni Infantino. Algo parecido a lo sucedido hace cuatro años atrás en el estadio Luzhniki de Moscú. El presidente francés había festejado frente a su colega croata, Kolinda Grabar-Kitarovic, fanática de su selección y quien asistía a esa competición con la camiseta a cuadros blancos y rojos. Hubo celebración bajo la lluvia y otra vez en el vestuario.

El entonces presidente Mauricio Macri había anunciado que estaría en esa copa del mundo y en una posible final, si el equipo de Sampaoli hubiera avanzado. En su visita de Estado a Moscú en enero de 2018, había prometido presenciar dos partidos de fase de grupos con su hija Antonia, y la hipotética definición. Sin embargo, un mes antes del inicio bajó la orden explícita desde Casa Rosada: ningún funcionario se mostrará en el Mundial, incluso el presidente. Se trataba de uno de los peores momentos de la gestión de Cambiemos, con la crisis económica desatada y las conversaciones con el FMI ya iniciadas.

La final de 2014 coronó a los verdugos alemanes con la selección de Alejandro Sabella. Faltaban pocos minutos para terminar el tiempo suplementario cuando Mario Gotze arruinó el título que Messi parecía tener servido en bandeja. Angela Merkel, fanática del fútbol y seguidora de esa selección, festejó en el palco del Maracaná junto a Dilma Rousseff.

La excanciller alemana bajó más tarde al vestuario de los campeones del mundo, donde repitió la cábala de varios partidos. Sonriente, en el centro de la escena, junto a varios jugadores sin camiseta, en toalla y prontos para ir a las duchas.

Pese a que Rousseff le había cursado la invitación a Cristina Kirchner, la entonces presidenta denegó el convite. Pese a estar a un par de horas de vuelo y ser recibida por un gobierno “amistoso”.

Cristina Kirchner nunca se mostró cercana a la Selección. Pero igualmente rechazó la invitación ya que estaba recuperándose de una faringolaringitis aguda severa y debía recibir unos días más tarde la visita de Estado de Vladimir Putin. Uno de los principales motivos fue, además, que el lunes siguiente a la final iba a viajar al cumpleaños de su nieto Néstor Iván y que para ello debía guardar reposo.

Tampoco en Sudáfrica 2010 hubo presencia de Cristina Kirchner. En la ceremonia previa a la final estuvo el expresidente y Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela. Y como máximas autoridades extranjeras, asistieron las familias reales de España y Holanda, que jugaron el partido definitorio en el estadio Soccer City de Soweto.

Cuatro años antes, otra vez Merkel, la “jugadora número 12 de la selección alemana”, siguió a su equipo hasta las semifinales. Para la final, se sentó junto al expresidente francés Jacques Chirac y el exprimer ministro italiano, Romano Prodi, quien finalmente se llevó el título de campeón junto a su selección.