Alarma entre los jóvenes rusos por una nueva ley que facilita la movilización en el Ejército

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, en una visita a un centro de entrenamiento militar en Ryazan. (Mikhail Klimentyev / Sputnik / AFP)
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, en una visita a un centro de entrenamiento militar en Ryazan. (Mikhail Klimentyev / Sputnik / AFP) - Créditos: @MIKHAIL KLIMENTYEV

MOSCÚ.- Decidida a aumentar el número de soldados en el frente, Rusia adoptó este miércoles una ley de enrolamiento destinada a evitar la evasión de los reclutas, un problema que complica los esfuerzos ofensivos del Kremlin en la guerra que el Ejército libra en Ucrania.

En solo dos días, con rapidez inusual, ambas cámaras del Parlamento ruso adoptaron una norma que autoriza el envío de las órdenes de movilización por vía electrónica, y no solo personalmente como antes, lo cual prevé impedir a los jóvenes rusos en edad de combate ignorar los llamados.

Muchos rusos evitaban ser reclutados manteniéndose alejados de sus direcciones registradas. La nueva ley cerraría ese vacío legal. Las notificaciones enviadas a las oficinas locales de reclutamiento seguirán enviándose por correo postal, pero se considerarán válidas desde el momento en el que se publican en un portal estatal de servicios.

Convoy militar ruso en Ucrania
Convoy militar ruso en Ucrania - Créditos: @Getty Images

Cuando se envía la orden, la persona movilizable ya no puede salir del país, como sucedía hasta el momento, con filas de reclutas evadidos cruzando las fronteras de los países vecinos, además de muchos miles que se embarcaban en aviones en busca de destinos más remotos.

“Es preocupante como todas las leyes votadas desde hace un año. Como se adoptó en solo dos días, nada bueno se puede esperar de ella”, comentó un joven ruso de 28 años, movilizable y residente en el norte del país y quien pidió el anonimato por razones de seguridad.

Si recibe la convocatoria, prevé “ignorarla”, pese a los riesgos. “No iré a la oficina de reclutamiento, ya que es un boleto directo a Bakhmut”, dice, en referencia a la ciudad epicentro de los combates en el este de Ucrania, donde el grupo mercenario Wagner lidera las acciones.

Soldados ucranianos a borde de un YPR-765, cerca de Bakhmut. (Genya SAVILOV / AFP)
Soldados ucranianos a borde de un YPR-765, cerca de Bakhmut. (Genya SAVILOV / AFP) - Créditos: @GENYA SAVILOV

El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, subrayó que la iniciativa era necesaria para agilizar el anticuado sistema de llamada a filas, a la vista de los fallos que quedaron al descubierto en la movilización parcial del pasado otoño.

Reclutas rusos toman un tren en la estación de Prudboi, en la región rusa de Volgogrado
Reclutas rusos toman un tren en la estación de Prudboi, en la región rusa de Volgogrado - Créditos: @AssociaP

El presidente Vladimir Putin decretó la movilización de 300.000 reservistas en septiembre de 2022, lo que se realizó de manera caótica, con miles de evasiones.

Aunque el Kremlin desmiente que quiera lanzar una segunda ola de reclutamiento, muchos están preocupados en Rusia, cuando el Ejército ucraniano prepara una amplia contraofensiva, para lo cual se estima que Rusia debe aumentar de manera considerable sus tropas mediante nuevos reclutamientos.

“El frente se fragmentará como en el pasado otoño y será necesario acumular urgentemente carne humana para tapar los huecos”, añadió el joven ruso de 28 años, para quien la amplitud de la próxima movilización “dependerá directamente del éxito” de los ucranianos en el campo de batalla.

Llamado a filas

Otro ruso de 21 años que vive en Siberia y prefiere también el anonimato para garantizar su seguridad, se dice “tan preocupado como todo el mundo”, más todavía porque aún no realizó el servicio militar obligatorio de un año.

“Lo que es alarmante es la urgencia y la intransigencia de la nueva ley”, afirma. Como muchos otros ignoró “la oficina de reclutamiento” desde el inicio del conflicto. “El otro día, mis padres recibieron un llamado en el que se les anunciaba que yo figuraba en la lista”, agrega.

“Gente uniformada me busca para llevarme al comisariado militar”, añade este ruso, que afirma cambiar con frecuencia de lugar vivienda para escapar al reclutamiento. “Vivo un poco por aquí o por allá. Mi estrategia está todavía en proceso de elaboración, es poco clara”.

Soldados rusos prestando juramento en una foto difundida por el minsterio de defensa ruso el 22 de enero del 2022. (Servicio de Prensa del Ministerio de Defensa ruso vía AP)
Soldados rusos prestando juramento en una foto difundida por el minsterio de defensa ruso el 22 de enero del 2022. (Servicio de Prensa del Ministerio de Defensa ruso vía AP)

Entre los rusos interrogados en Moscú, son muchos los que no quieren hablar abiertamente. Uno de ellos reconoció que es refractario a cumplir la ley. Otros expresan cierta resignación, algo usual en parte de la sociedad. “Si hay que ir, hay que ir. La suerte de muchas personas depende de nosotros en cierta medida. Y si uno muere, vale la pena”, afirmó Denis Chevtchenko, un obrero de 35 años.

Kirill Asmadeous, un programador de 34 años, considera que “eso debía ser así desde hace tiempo”.

“Comprendo a la gente preocupada, pero no entiendo la razón”, añadió Asmadeous.

La policía tiene derecho a buscar a los refractarios, que según la ley rusa pueden ser condenados a penas de cárcel. El servicio de impuestos, las universidades y toda una serie de organismos públicos tendrán por deber suministrar todas las informaciones personales de los movilizables.

El rechazo a presentarse en la oficina privará a los rusos de la posibilidad de trabajar como empresarios o independientes, recibir préstamos o disponer de casa o auto. Estas medidas se aplican también a decenas o centenares de rusos que huyeron del país y viven especialmente de alquileres de viviendas o trabajan a distancia con empresas rusas.

Según el experto ruso Alexei Tabalov, director de la organización Escuela del Conscripto, hay formas de evitar el Ejército, como certificados de incapacidad, de estudios, o sobornos. Pero la vida se volverá cada vez más difícil para quienes buscan un escondite.

“El grado de libertad es reducido para quienes desean esconderse de la oficina de reclutamiento. El Estado los atrapará”, señala Tabalov, que se fue de Rusia. Para este experto, las autoridades tratarán de convencer a los conscriptos que son llamados cada año a enrolarse.

“Harán un trabajo de fondo con los convocados, los convencerán, los amenazarán y presionarán para que formen el contrato”, dijo. La anterior movilización de septiembre de 2022 provocó de todas maneras la fuga de decenas de miles de rusos al extranjero.

“¿Hay que irse de Rusia ahora? Respuesta corta: sí”, tituló el sitio de información Meduza, popular entre los jóvenes rusos y declarado “indeseable” por las autoridades.

Agencias AFP y AP