Agustín Canapino: de la ilusión del regreso, a un toque, penalización y el 18° lugar en la IndyCar

El decimotercer puesto en la clasificación, el mejor en 25 carreras desde que en 2023 se sumó a la categoría, y un tercer puesto en el warm-up alentaron un regreso auspicioso, aunque un despiste después del segundo relanzamiento, un rendimiento irregular, no descubrir una estrategia para ser protagonista y una penalización luego de la última bandera amarilla que tuvo la competencia, ubicó a Agustín Canapino en la 18ª posición en Laguna Seca, en la 8ª fecha de IndyCar que ganó con autoridad el español Alex Palou (Chip Ganassi Racing).

La desafectación del arrecifeño por parte del Juncos Hollinger Racing (JHR) para Road América, tras los días agitados que el Titán desanduvo tras el incidente con Theó Pourchaire (Arrow-McLaren) en Detroit generó incertidumbre sobre su futuro, aunque la propia estructura lo confirmó para la carrera en Laguna Seca y también para el resto del calendario, junto a Romain Grosjean.

El suizo-francés finalizó 4°, en una actuación que lo tuvo siempre en el lote de pilotos que pulsearon por la cabeza de la carrera y que espiaban algún error de Palou, aunque el catalán solamente estuvo en aprietos en el inicio: una vez que se recuperó, controló cada relanzamiento para sumar una nueva victoria, la segunda del calendario y la tercera del año, ya que también se impuso en The Thermal Club, en California, en la Carrera que repartió 1.756.000 dólares.

El resumen de la carrera de IndyCar en Laguna Seca

Aquel incidente de Canapino con el francés Pourchaire se convirtió en un desborde que movilizó a IndyCar: amenazas para el galo en redes sociales, la ruptura de la alianza estratégica entre el JHR y Arrow-McLaren, un comunicado de Canapino en el que rechazaba los mensajes de odio y defendía al público argentino que es amante del automovilismo, los ataques del que también fue víctima el argentino… Una novela que tuvo a un tercer piloto como actor secundario: Nolan Siegel, de 19 años, que ganó las 24 Horas de Le Mans en la clase LMP2, suplantó al Titán en Road América y en la última semana fue anunciado como reemplazante de Pourchaire para el resto del campeonato y con un contrato multianual en Arrow-McLaren. La decisión de separarlo por una fecha fue una exclusividad del equipo que lidera Ricardo Juncos, aunque la determinación la tomó David O’Neill, el team principal del JHR.

La maniobra que provocó la penalización de Canapino

En Laguna Seca, el Titán firmó una de sus mejores actuaciones el año pasado, aunque un incidente con Callum Ilott impidió cerrar la temporada con un resultado destacadísimo –se perfilaba para terminar entre los cinco mejores–: ahora, el desempeño fue irregular en una pista demandante para el auto y el piloto, donde se multiplicaron los accidentes, despistes, roces... Canapino marchaba en el puesto 12° y repetía su mejor resultado en la categoría, pero esa montaña rusa que resultó la carrera –más allá de las características del circuito, con trepadas, toboganes y curvas ciegas- también envolvió al arrecifeño y se reflejó en el clasificador, que lo hizo subir y bajar de modo pronunciado puestos durante las 95 vueltas.

El argentino provocó la última bandera amarilla, después de un pequeño toque con Kyffin Simpson (Chip Ganassi Racing), que fue atropellado por Graham Rahal (Rahal Letterman Racing), y las autoridades determinaron un pase y siga por la calle de boxes como penalidad por el incidente. La sanción empañó el resultado, porque lo hizo descender de la posición 12 a la 18. En el retorno a la categoría, Canapino enseñó momentos para ilusionar, como en la clasificación y el warm-up, y otros de enredos, como en la carrera. El calendario lo devolverá a la pista el 7 de julio en Mid-Ohio, cuando IndyCar ensaye un nuevo ciclo con los motores híbridos.