Administrador municipal de Miami defiende compras a empresa de muebles de su esposa, pero dice que dejará de hacerlo

Casi tres meses después que el administrador municipal de Miami dijo que refutaría públicamente las acusaciones sobre un conflicto de interés en relación con la compra de muebles por parte de la ciudad a la empresa de la familia de su esposa, Art Noriega dijo el jueves que su oficina detendría todas las compras futuras durante su mandato con la ciudad.

“Como administrador municipal, reconozco la oportunidad de mejorar la transparencia y los límites claros con respecto a cualquier negocio realizado dentro de la oficina del administrador municipal”, dijo Noriega en una reunión de la comisión municipal. Dijo que “la única manera de resolver” el asunto de si estuvo involucrado en las compras que su oficina hizo a Pradere Manufacturing —aunque dijo que no lo estuvo— era detener esas compras.

Aunque el comisionado Manolo Reyes comentó que toda la ciudad debería abstenerse de hacer negocios con Pradere, ese límite no se formalizó ni se votó en la reunión del jueves. Otras oficinas en el Ayuntamiento y otras dependientes de la ciudad siguen siendo libres de hacer negocios con Pradere.

Noriega fue objeto de escrutinio después de que WLRN, socio de noticias del Miami Herald, informara en enero de que la ciudad había gastado más de $440,000 en productos de Pradere desde que Noriega fue nombrado administrador municipal en 2020. Noriega, que ha dicho en repetidas ocasiones que no hizo nada malo, se comprometió a responder formalmente a cualquier sospecha de irregularidad a finales de enero, pero no lo hizo hasta el 18 de marzo.

Ese día, la ciudad envió a los medios una presentación de diapositivas y tres hojas de Excel con datos detallados sobre los gastos en mobiliario de la ciudad desde 2010. La presentación decía que la ciudad gastó $228,234 con Pradere de 2020 a 2023, una cifra que difería de lo que WLRN informó originalmente.

La controversia se profundizó al día siguiente cuando Noriega reconoció que el informe y las hojas de cálculo que detallaban las compras de mobiliario eran inexactos. Canceló una entrevista que él había solicitado al Miami Herald sobre el tema y dijo que pronto daría a conocer la información correcta.

La información que Noriega presentó el jueves, que fue compartida con el Herald el miércoles por la noche –tres semanas y media después de que se publicaran los datos inexactos–, afirmaba que la ciudad gastó $354,287 con Pradere entre 2020 y 2023, lo que representaba alrededor del 16% de los gastos totales en mobiliario de la ciudad, según la presentación. Pero Noriega no compartió los datos brutos sobre los gastos esta vez. La directora de comunicaciones de la ciudad, Kenia Fallat, dijo que los datos de apoyo en bruto no se compartirían con la presentación del administrador municipal. Sin los datos adjuntos, el Herald no puede verificar la veracidad de las nuevas cifras de Noriega.

El jueves, Noriega dijo que no participó en la selección de la empresa o el mobiliario cuando su oficina hizo compras a Pradere.

“Yo no influí, pero desde luego supe cuándo se hizo, ¿no? Por razones obvias, supe cuándo ocurrió, pero no tuve nada que ver en la selección de los muebles ni en la selección del proveedor del mobiliario”, dijo Noriega en respuesta a una pregunta de Reyes.

Las nuevas cifras proporcionadas el miércoles y presentadas en la reunión del jueves muestran que la ciudad ha gastado más de $1.1 millones con Pradere desde 2010. Noriega ha dicho en repetidas ocasiones que no se benefició personalmente de los tratos entre Pradere y la ciudad, una postura que sus críticos han rechazado.

“El administrador insulta la inteligencia de todos los habitantes y de todos los profesionales de la ciudad al afirmar que no se ha beneficiado personalmente desde el punto de vista financiero de más de $1 millón gastados en la empresa de muebles de la familia de su esposa”, dijo el encuestador y habitante de Miami Fernand Amandi el jueves por la mañana durante la parte de comentarios públicos de la reunión de la comisión.

Por la tarde, durante su presentación, Noriega dijo que su esposa, Michelle Pradere, es una empleada asalariada y que su salario no se ve afectado por las ventas de la empresa, propiedad de sus padres.

Noriega no se puso en contacto con la Comisión de Ética y Confianza Pública de Miami-Dade sobre el asunto después de convertirse en administrador municipal en febrero de 2020. En su lugar, envió un memorando a los comisionados y al alcalde Francis Suárez revelando que su esposa era la directora de operaciones de Pradere, “una empresa que ha hecho negocios con la ciudad desde 2008”. En la carta, distribuida en abril de 2020, también escribió que se recusaría de “cualquier y toda participación/toma de decisiones y/o aprobaciones entre la Ciudad y la empresa”.

Al ser contactado por WLRN para su reportaje inicial, Noriega dijo que tomó una “decisión de elección” de no buscar una opinión de la Comisión de Ética y dijo que creía que el memorando era suficiente.

Una fuente familiarizada con el asunto confirmó previamente al Herald que los negocios de Noriega con la compañía están bajo investigación preliminar de la Comisión de Ética. Noriega dijo que su oficina estaba en proceso de concertar una entrevista con la comisión.

“Al final, la Comisión de Ética tendrá la oportunidad de pronunciarse al respecto”, dijo Noriega. “Sea cual sea el resultado, nos haremos cargo de las consecuencias”.