Secretario Mayorkas da discurso a cubanoamericanos reunidos en la Casa Blanca

Un día después de que el Senado desestimara los artículos de juicio político en su contra, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se dirigió a los cubanoamericanos reunidos en la Casa Blanca el jueves por la tarde en un evento en el que funcionarios estadounidenses también discutieron la política y la migración hacia Cuba.

El evento, organizado por la Oficina de Participación Pública y anunciado como “Día cubano en la Casa Blanca”, se llevó a cabo para “reconocer” las contribuciones de la comunidad cubanoamericana a Estados Unidos y “destacar el compromiso de la administración Biden-Harris con comunidades latinas”, según la invitación.

Mayorkas, cubanoamericano y el primer latino en dirigir el Departamento de Seguridad Nacional, habló después de un panel sobre política cubana y gestión migratoria y otro sobre los logros económicos de la administración de Biden. El miércoles, el Senado votó rápidamente a favor de desestimar dos artículos de juicio político en su contra, frustrando un esfuerzo republicano de la Cámara de Representantes para sacarlo del gabinete por su manejo de la frontera sur.

El secretario de la marina de Estados Unidos, Carlos del Toro, también cubanoamericano, pronunció un discurso antes que Mayorkas, según la agenda proporcionada por la Casa Blanca. José Javier Rodríguez, ex legislador estatal de Florida confirmado el mes pasado como subsecretario del Departamento de Trabajo, casi tres años después de ser nominado, pronunció las palabras de apertura.

El reconocido pianista cubano Chucho Valdés cerró la velada.

La reunión en la Casa Blanca sigue a las últimas conversaciones bilaterales sobre migración entre funcionarios estadounidenses y cubanos en Washington, D.C., el martes. Después de las tensiones por las recientes protestas contra el gobierno de la isla, que Cuba atribuyó a Estados Unidos, el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, quien encabezó la delegación cubana, adoptó un tono más conciliador y dijo a CBS News que su gobierno estaba abierto a aceptar más vuelos de deportación desde Estados Unidos.

Actualmente, Cossío dijo que Cuba recibe un vuelo de deportación por mes, pero sugirió que ese número lo decidió la parte estadounidense y que las autoridades cubanas han dicho anteriormente que estaban dispuestas a aceptar más.

Una portavoz del Departamento de Estado dijo que las autoridades cubanas “han aceptado un calendario regular de vuelos de expulsión desde las conversaciones sobre migración en abril de 2023. Nos complace ver que estos vuelos vuelven a una cadencia más regular”.

La funcionario dijo que además de discutir la implementación de los actuales acuerdos migratorios entre los dos países, funcionarios estadounidenses y cubanos también se reunieron el miércoles en Washington, D.C., para discutir “temas de interés bilateral en materia de aplicación de la ley internacional”.

“Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos, consistente con nuestro interés de fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, dijo la portavoz. “Una mayor cooperación en materia de aplicación de la ley permite a Estados Unidos proteger mejor al pueblo estadounidense y la seguridad nacional y facilita llevar a los criminales ante la justicia”.

Los funcionarios cubanos también pidieron un alivio de las sanciones, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano. El gobierno está casi en quiebra. Recientemente no pudo pagar los envíos de petróleo y alimentos que estaban a bordo de barcos que ya se encontraban en aguas cubanas, revelaron funcionarios en la televisión estatal. El gobierno cubano culpa a las sanciones estadounidenses por la situación, pero durante años ha sido incapaz de reformar su economía socialista, que está centralmente planificada y estancada por restricciones burocráticas y mala administración, para hacerla eficiente.

Aún así, no se esperaba que el evento en la Casa Blanca generara noticias sobre la política hacia Cuba, ya que un esfuerzo de la administración Biden para emitir nuevas regulaciones para apoyar al emergente sector privado en la isla se ha estancado después de que el representante republicano de Florida Mario Díaz-Balart se opusiera, insinuando que la ayuda a Ucrania podría estar en peligro si la administración sigue adelante con ese proyecto.

Díaz-Balart, un cubanoamericano que preside el subcomité de la Cámara que decide el presupuesto del Departamento de Estado, es un firme partidario de las sanciones contra el gobierno cubano. Recientemente incluyó una disposición en el presupuesto gubernamental de 2024 que prohíbe el uso de fondos destinados a la promoción de la democracia en Cuba para actividades de apoyo al sector privado.

Sin embargo, el Herald se enteró de que la administración no está utilizando esos fondos para actividades destinadas a promover una clase empresarial en Cuba, lo que plantea dudas sobre cuán efectiva sería esa medida en el presupuesto para bloquear los esfuerzos de la administración de Biden.

Cuba también ha rechazado los llamados a liberar a cientos de prisioneros políticos, un obstáculo para la mejoría en la relación diplomática con Estados Unidos.