Último adiós: una multitud despidió a Mijail Gorbachov en su funeral en Moscú

Irina Virganskaya, la hija de Mijail Gorbachov, se inclina sobre el cuerpo de su padre en su funeral en Moscú
Irina Virganskaya, la hija de Mijail Gorbachov, se inclina sobre el cuerpo de su padre en su funeral en Moscú - Créditos: @ALEXANDER ZEMLIANICHENKO

MOSCÚ.- Miles de personas despidieron este sábado al exlíder soviético Mijail Gorbachov, que puso en marcha reformas drástica que ayudaron a poner fin a la Guerra Fría y precipitaron la desintegración de la Unión Soviética.

El funeral, en el que desfilaron miles de ciudadanos de a pie, políticos y personalidades, tuvo lugar en el Salón de Columnas de la Casa de los Sindicatos, una opulenta mansión del siglo XVIII próxima al Kremlin que ha albergado funerales de Estado desde la época soviética.

El féretro de Gorbachov es trasladado para su despedida en Moscú
El féretro de Gorbachov es trasladado para su despedida en Moscú - Créditos: @ALEXANDER ZEMLIANICHENKO

La negativa del gobierno de Vladimir Putin a declarar un funeral de Estado reflejó la incomodidad que despierta el legado de Gorbachov, venerado en todo el mundo por la caída de la “cortina de hierro”, pero cuestionado por muchos en su país por el colapso soviético y la crisis económica que arrastró a millones de personas a la pobreza.

En privado, el presidente Putin depositó el jueves flores ante el féretro de Gorbachov en el hospital de Moscú en el que falleció. El Kremlin dijo que la apretada agenda del líder le impediría asistir al funeral.

Los asistentes pasaron junto al féretro abierto de Gorbachov, flanqueado por una guardia de honor, y depositaron flores mientras sonaba una música solemne. La hija de Gorbachov, Irina, y sus dos nietas, estuvieron sentadas junto al ataúd.

La gente aguarda en fila su oportunidad de acercarse al féretro de Gorbachov
La gente aguarda en fila su oportunidad de acercarse al féretro de Gorbachov - Créditos: @NATALIA KOLESNIKOVA

El gran salón, adornado con candelabros y columnas, albergó los bailes de la nobleza con los zares, y durante la época soviética fue testigo de reuniones y congresos de alto nivel. La elevada asistencia obligó a alargar el acto una hora, más allá de las dos que se habían programado.

La declaración de funeral de Estado habría obligado a Putin a asistir y a Moscú a invitar a líderes extranjeros, algo a lo que al parecer el Kremlin era reacio ante las crecientes tensiones con Occidente tras la invasión a Ucrania comenzada el 24 de febrero pasado y que motivó un fuerte repudio de la comunidad internacional.

Presencias

Quien sí acudió a despedir a Gorbachov fue el expresidente Dimitry Medvedev, que ahora ocupa la vicepresidencia del Consejo de Seguridad de Rusia. Más tarde se refirió al colapso de la Unión Soviética en 1991, y acusó a Estados Unidos y a sus aliados de tratar de urdir la ruptura de Rusia, una política que describió como “un partido de ajedrez con la muerte”.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, quien a menudo se ha mostrado crítico con las sanciones occidentales contra Rusia, estuvo presente en la ceremonia, igual que los embajadores de Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania.

El periodista Dimitry Muratov, Premio Nobel Nobel de la Paz, durante el funeral con un retrato de Gorbachov
El periodista Dimitry Muratov, Premio Nobel Nobel de la Paz, durante el funeral con un retrato de Gorbachov - Créditos: @MAXIM SHIPENKOV

La modesta ceremonia contrasta con el lujoso funeral de Estado celebrado en 2007 por Boris Yeltsin, el primer líder ruso postsoviético, que ungió a Putin como su sucesor predilecto y sentó las bases para que ganara la presidencia tras su renuncia.

Putin, que en su día calificó el colapso de la Unión Soviética como la “mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”, siempre evitó las críticas personales explícitas a Gorbachov, pero lo culpó repetidamente de no haber conseguido compromisos escritos de Occidente que impidiesen la expansión de la OTAN hacia el este.

Este asunto enturbió la relación entre Moscú y Occidente durante décadas y fue uno de los argumentos de los que se valió el líder ruso para justificar la invasión de Ucrania, junto con la mentada “desnazificación” del país vecino y la presunta “protección” de las poblaciones de habla rusa, mayoritariamente afincadas en el sur y el este del país.

Una guardia de honor desfila frente al féretro de Mijail Gorbachov en su funeral en Moscú
Una guardia de honor desfila frente al féretro de Mijail Gorbachov en su funeral en Moscú - Créditos: @ALEXANDER ZEMLIANICHENKO

En una carta de condolencias cuidadosamente redactada, publicada el miércoles, que evitó los elogios o críticas directas, Putin describió a Gorbachov como un hombre que dejó “un enorme impacto en el curso de la historia mundial”.

“Lideró al país durante cambios difíciles y dramáticos, en medio de retos a gran escala en política exterior, económicos y sociales”, dijo Putin. “Entendió que las reformas eran necesarias y trató de ofrecer sus soluciones a los graves problemas”.

La ambivalencia del Kremlin en torno a Gorbachov se reflejó en las emisiones de la televisora estatal, que recogió el reconocimiento mundial y las grandes expectativas generadas por sus reformas, pero lo responsabilizó de sumir al país en la confusión política y económica y de no defender adecuadamente los intereses de la nación en las conversaciones con Occidente.

Agencias AFP y ANSA