La adhesión de Ucrania a la UE se "congelará" durante la presidencia húngara

La adhesión de Ucrania a la UE se "congelará" durante la presidencia húngara

Las ambiciones de Ucrania de formar parte de la Unión Europea podrían verse bloqueadas durante seis meses a partir de que Hungría asuma la presidencia rotatoria del Consejo. Del 1 de julio al 31 de diciembre, el gobierno de Viktor Orbán será el encargado de la agenda semanal y presidirá las reuniones ministeriales en Bruselas, decidiendo qué temas se priorizan y cuáles pasan a un segundo plano.

El lema oficial de la presidencia será "Make Europe Great Again" (Hagamos a Europa grande de nuevo), un guiño a Donald Trump. Una elección que ha causado malestar entre los diplomáticos, que temen que Orbán aproveche esta posición privilegiada para promover sus opiniones nacionalistas y de extrema derecha. En particular, se considera que la política del bloque respecto a Ucrania -que el primer ministro ha impugnado vocalmente y, en ocasiones, bloqueado ejerciendo su derecho de veto- es la que corre más riesgo de descarrilarse.

El martes, al desvelar Budapest el programa oficial de la Presidencia, estos temores parecieron confirmarse: János Bóka, ministro húngaro de Asuntos Europeos, dejó claro que su país no ayudaría a Kiev a abrir ninguno de los 35 capítulos que componen los seis grupos temáticos de las negociaciones de adhesión. "Según mis expectativas, durante la Presidencia húngara no se planteará en absoluto la cuestión de la apertura de capítulos", declaró Bóka.

El programa de 21 páginas hace varias alusiones a Ucrania en relación con la economía, la integridad territorial, la reconstrucción, las implicaciones para la seguridad, los refugiados, los crímenes de guerra y la libre circulación, pero no en el contexto de la ampliación. "El proceso de ampliación debe contribuir sustancialmente a la mejora de la situación de las minorías nacionales", reza el texto. (Orbán se ha quejado repetidamente de la falta de protección de la minoría húngara en Ucrania, que Kiev ha abordado modificando la legislación sobre educación y lenguas minoritarias).

El tono contrasta con el de Bélgica, actual titular de la presidencia rotatoria, que se esforzó por impulsar al máximo la candidatura de adhesión de Ucrania. La semana pasada, Bélgica consiguió alcanzar la unanimidad necesaria para aprobar el marco de negociación para Ucrania y Moldavia, que Hungría había bloqueado.

Este avance permitirá a Bélgica celebrar la primera conferencia intergubernamental con Ucrania el 25 de junio. En otras palabras, la primera ronda de conversaciones. "Excelentes noticias de Bruselas", declaró entonces Olga Stefanishyna, Viceprimera Ministra ucraniana. "Pasamos a la siguiente fase de nuestra adhesión". El impulso, sin embargo, probablemente se verá truncado.

Frenar el entusiasmo

Durante la rueda de prensa del martes, Bóka afirmó que su país intentará que el proceso de ampliación sea "basado en el mérito, objetivo y creíble" y que la atención política se desplace de Ucrania a los Balcanes Occidentales. "Lo que hemos visto es que en ciertos Estados miembros (e) instituciones hay una especie de entusiasmo por la ampliación por, claramente, el trío oriental", dijo Bóka, refiriéndose a Ucrania, Moldavia y Georgia.

"La Presidencia se ha fijado el objetivo de que parte de este entusiasmo se extienda a los Balcanes Occidentales para que todos ellos puedan (estar) un paso más cerca de la adhesión", apuntó. Bóka dijo que sería "realista" que Serbia, eterna candidata que se ha ido alejando progresivamente de las normas de la UE, abriera un nuevo grupo de capítulos durante la presidencia húngara, mientras que Montenegro debería desbloquear "tantos capítulos como sea posible". Añadió que debería celebrarse una nueva conferencia intergubernamental para Macedonia del Norte y Albania, cuyas candidaturas avanzan en paralelo.

En cuanto a Ucrania, Bóka señaló que el proceso podría "continuar" después de la reunión del 25 de junio, pero esto debería hacerse "de la manera prescrita" y sólo después de que la Comisión Europea lleve a cabo el escrutinio necesario para examinar la capacidad de Ucrania para unirse al bloque.A continuación, aclaró que la apertura de nuevos capítulos para Kiev no se plantearía "en absoluto" en los próximos seis meses.

La política de ampliación, al igual que los asuntos exteriores, la fiscalidad y el presupuesto común, se rige por el principio de unanimidad, lo que significa que un solo país puede detener una decisión acordada por los otros 26 Estados miembros. Orbán ha utilizado ampliamente este principio para obtener concesiones y paralizar acuerdos, sobre todo en relación con Ucrania y Rusia. En la actualidad, Hungría impide el desembolso de 6.600 millones de euros de ayuda militar de la UE a Ucrania, un bloqueo que comenzó en mayo del año pasado y no da señales de que vaya a romperse pronto.

Zoltán Kovács, portavoz internacional del gobierno, se ha negado anteriormente a descartar el uso del poder de veto durante la presidencia, algo que, de producirse, agravaría seriamente las tensiones entre Hungría y sus pares.

El martes, Bóka prometió que el país actuaría como un "intermediario honesto" y trabajaría "lealmente". Sin embargo, añadió, Hungría "representa una alternativa europea muy clara. Y esta visión de Europa va a estar representada también en nuestro trabajo".

Preguntada por el debate en curso sobre los altos cargos de la UE, Bóka reafirmó la oposición de Hungría a la reelección de Ursula von der Leyen como Presidenta de la Comisión Europea, pero dijo que no había objeciones a las candidaturas de António Costa (Consejo Europeo) y Kaja Kallas (Alta Representante). Se espera que los líderes sellen el acuerdo el 27 de junio.