Dos acusados de espiar para China en Reino Unido quedan en libertad bajo fianza

El exinvestigador del Parlamento británico Christopher Cash, llega a un tribunal para enfrentar una acusación por supuesta recopilación de información para China, en London, el 26 de abril de 2024. (Jeff Moore/PA vía AP)

LONDRES (AP) — Un antiguo investigador que trabajaba en el Parlamento británico y otro hombre acusado de espiar para China quedaron libres bajo fianza el viernes tras su primera comparecencia ante un tribunal en Londres.

Christopher Cash, de 29 años, y Christopher Berry, de 32, fueron acusados de violar la Ley de Secretos Oficiales al proporcionar información o documentos que podría ser “útiles para un enemigo” — China — y “perjudiciales para la seguridad o los intereses” de Reino Unido entre finales de 2021 y febrero de 2023.

Por orden judicial, Cash, un investigador parlamentario que trabajaba con altos cargos del gobernante Partido Conservador, no podrá entrar al Parlamento ni ponerse en contacto con miembros de la Cámara de los Comunes.

Cash ha trabajado, entre otros, con Alicia Kearns, que ahora dirige la poderosa Comisión de Relaciones Exteriores, y con su predecesor en el cargo, Tom Tugendhat, quien ahora funge como ministro de Seguridad.

Al parecer, Berry es un académico afincado en Oxfordshire.

Ninguno de los dos acusados se declaró culpable en la corta vista en el Tribunal de Magistrados de Westminster.

Los acusados tampoco podrán viajar fuera de Reino Unido ni ponerse en contacto entre ellos. Tendrán que comparecer el próximo 10 de ante el Tribunal Penal Central, conocido como el Old Bailey, para una audiencia preliminar.

La embajada de China en Reino Unido calificó las acusaciones de “completamente inventadas” y de “calumnias malintencionadas” e instó a Londres a “detener la manipulación política contra China”.

Los dos sospechosos británicos fueron acusados el mismo día en que tres personas fueron arrestadas en Alemania por supuesto espionaje para China y por organizar la trasferencia de información sobre tecnología con posibles usos militares.

En los últimos años, los servicios británicos de inteligencia han reforzado sus advertencias sobre las actividades encubiertas de Beijing.