Acusado de matar a dos en asilo de Houston

Imagen del fichaje cedida por la Policía de Hoston el miércoles 23 de abril del 2014 muestra a Guillermo Correa. Según las autoridades, Correa, de 56 años y residente de un asilo de Houston, enfrenta un cargo de homicidio por matar a golpes a sus dos compañeros de habitación. (Foto AP/Policía de Houston)

HOUSTON (AP) — Un hombre que vivía en un asilo y que fue acusado de matar a dos compañeros con el reposabrazos de una silla de ruedas enfrenta la pena capital, informó el miércoles la policía.

Guillermo Correa, de 56 años, estaba detenido tras ser acusado formalmente tras el incidente del martes por la noche en el Asilo y Centro de Rehabilitación Lexington Place.

La policía dijo que las dos víctimas, identificadas en documentos del tribunal como Antonio Acosta, de 77 años y Primitivo López, de 51, sufrieron traumas en la cabeza y los declararon muertos en el lugar de los hechos.

Empleados del asilo dijeron a los investigadores que Correa no se llevaba con sus compañeros de habitación y tuvo una pelea con ellos, dijo el portavoz policial Víctor Senties, quien agregó que no se sabe exactamente que provocó el incidente. La policía está interrogando a otra persona que estaba en la habitación.

Irma Chavez, hija de Acosta, dijo que su padre se había quejado desde hace mucho que Correa lo asustaba, la última vez el martes.

"Mi padre me dijo: 'Mija, por favor, ¿pueden llevarse a este hombre a otra habitación?''', dijo, parada frente al asilo el miércoles.

Chávez, de 51 años, dijo que Correa se hacía cortaduras él mismo, con frecuencia hablaba solo y discutía con otras personas en el centro. La policía dijo que Correa está en una silla de ruedas pero que Chávez afirmó que podía caminar.

Según Irma Chávez, cuando reportó esas quejas a la dirección asilo le dijeron que podía trasladar a su padre a otra instalación.

"Me dijeron que para trasladar a esa persona tiene que cometer un delito o algo. Y ahora hay dos muertos", dijo llorando.

Sergio Godoy, nieto de Acosta, dijo que su abuelo decía con frecuencia que temía por su seguridad.

"Siempre decía: 'Este tipo tiene algo. Un día nos va a hacer daño''', dijo Godoy.

Una empleada del asilo se negó a identificarse y declinó comentar al respecto.

Los registros estatales indican que Pinnacle Health Facilities, de Plano, Texas, es el propietario de del asilo, que tiene 200 camas. Nadie respondió el miércoles a un mensaje telefónico dejado en la compañía.