El acuerdo sobre el techo de la deuda de EEUU se enfrenta a su primera prueba en el Congreso

FOTO DE ARCHIVO: El presidente Joe Biden estrecha la mano del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy

Por Moira Warburton y Andy Sullivan

WASHINGTON (Reuters) - El acuerdo bipartidista para dejar en suspenso el techo de la deuda de Estados Unidos, de 31,4 billones de dólares, se enfrenta este martes a su primera prueba en el Congreso, preparando lo que podría ser una semana de votaciones llena de nervios antes de que Estados Unidos se quede sin dinero para pagar sus facturas.

El Comité de Reglas de la Cámara de Representantes tiene previsto examinar el proyecto de ley de 99 páginas a las 15.00 horas (19.00 GMT) del martes, antes de las votaciones en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y el Senado, controlado por los demócratas.

Tanto el presidente demócrata, Joe Biden, como el máximo representante republicano en el Congreso, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, han pronosticado que conseguirán los votos suficientes para promulgarlo en ley antes del lunes, cuando el Departamento del Tesoro de Estados Unidos dice que no tendrá dinero suficiente para cubrir sus obligaciones.

La representante Stephanie Bice, una republicana encargada de contar los votos, se mostró confiada en que se aprobará.

"Es una verdadera negociación y un reflejo de un Gobierno dividido", declaró a la prensa.

Pero primero tendrá que pasar por el Comité de Reglas.

McCarthy colocó a tres conservadores intransigentes en el panel de 13 miembros como precio para ganar la posición de presidente en enero.

Dos de esos legisladores han dicho que votarán en contra del proyecto de ley, mientras que el tercero, el representante Thomas Massie, ha dicho anteriormente que no quiere utilizar su posición para bloquear la legislación.

El lunes insinuó que podría apoyar el paquete. "Creo que es importante tener en cuenta que el proyecto de ley sobre el límite de la deuda en sí no gasta dinero", escribió en Twitter. Su oficina declinó hacer más comentarios.

Los cuatro demócratas del grupo suelen votar en contra de la legislación respaldada por los republicanos, pero no está claro si se opondrían a un acuerdo elaborado por Biden.

Al menos uno de ellos, la representante Mary Gay Scanlon, es miembro de un grupo moderado que apoya el acuerdo. Su oficina no respondió a la petición de comentarios.

McCarthy dijo el lunes que no le preocupaba que el Comité de Reglas rechazara el proyecto de ley.

Si se aprueba, el Congreso votará el miércoles.

La votación en el Senado podría prolongarse hasta el fin de semana si los legisladores de esa cámara intentan frenar su aprobación. Al menos uno de ellos, el republicano Mike Lee, ha dicho que podría intentarlo, y otros republicanos también han expresado su malestar con algunos aspectos del acuerdo.

El proyecto de ley suspendería el límite de la deuda estadounidense hasta el 1 de enero de 2025, lo que permitiría a Biden y a los legisladores dejar de lado esta cuestión políticamente arriesgada hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.

También limitaría parte del gasto público durante los próximos dos años, aceleraría el proceso de concesión de permisos para algunos proyectos energéticos, recuperaría los fondos COVID-19 no utilizados e introduciría requisitos de trabajo para los programas de ayuda alimentaria destinados a algunos estadounidenses sin recursos.

Otra victoria para los republicanos sería la reducción de la financiación del Servicio de Impuestos Internos, aunque la Casa Blanca afirma que ello no debería menoscabar la aplicación de las leyes fiscales.

Biden también puede apuntarse ventajas: el acuerdo deja prácticamente intactas sus leyes de infraestructuras y energía verde, y los recortes del gasto y los requisitos laborales son mucho menores de lo que habían pedido los republicanos.

Los republicanos han argumentado que son necesarios fuertes recortes del gasto para frenar el crecimiento de la deuda nacional, que con 31,4 billones de dólares equivale aproximadamente a la producción anual de la economía.

Según las previsiones del Gobierno, el pago de los intereses de la deuda absorberá una parte cada vez mayor del presupuesto en las próximas décadas, a medida que el envejecimiento de la población aumente los costes sanitarios y de jubilación.

El acuerdo no haría nada para frenar estos programas de rápido crecimiento.

La mayor parte del ahorro se obtendría limitando el gasto en programas nacionales como vivienda, control de fronteras, investigación científica y otras formas de gasto "discrecional". El gasto militar podría aumentar en los próximos dos años.

El estancamiento del techo de la deuda llevó a las agencias de calificación a advertir que podrían rebajar la calificación de la deuda estadounidense, que sustenta el sistema financiero mundial. De momento, los mercados han reaccionado positivamente al acuerdo.

(Reporte de Moira Warburton y Andy Sullivan; Edición de Kieran Murray y Chris Reese, editado en español por José Muñoz)