Aunque sin acuerdo, líderes haitianos salieron de Jamaica con la promesa de seguir hablando

Tres días de negociaciones de alto nivel entre el primer ministro interino de Haití Ariel Henry y un grupo representativo de dirigentes políticos y cívicos haitianos concluyeron sin que se haya resuelto la crisis polifacética de su país, pero con un acuerdo para seguir hablando en Puerto Príncipe.

En esas conversaciones participarán no solo los 50 haitianos que finalmente llegaron a la capital jamaicana esta semana, sino también los tres ex primeros ministros caribeños —Perry Christie, de Bahamas; Bruce Golding, de Jamaica, y Kenny Anthony, de Santa Lucía— que facilitaron las tensas negociaciones políticas destinadas a conseguir que los haitianos se comprometieran.

Los ex dirigentes y los estadistas acordaron viajar a Haití en los próximos días para reunirse con los miembros del Consejo de Transición, cuyo cometido es preparar al inestable país para unas elecciones que deberían haberse celebrado hace tiempo. El Consejo está formado por tres miembros y presidido por Mirlande Manigat, experta en derecho constitucional y ex primera dama y candidata presidencial.

Manigat había declinado la invitación de viajar a Jamaica para debatir la crisis de Haití, alegando que el Consejo había celebrado una reunión similar en Puerto Príncipe y que tales debates debían celebrarse en Haití, no en Jamaica.

La esperanza era que, reuniéndose en un lugar neutral para hablar entre ellos, los líderes políticos y cívicos haitianos pudieran llegar a un amplio consenso político, después de casi dos años de esfuerzos fallidos por parte de otros miembros de la comunidad internacional para celebrar elecciones y mejorar la seguridad.

Pero al igual que en las negociaciones anteriores, la cuestión central no resuelta en las discusiones a puerta cerrada, que en ocasiones llegaron a ser acaloradas, seguía pendiente: ¿cómo debe gobernarse Haití en ausencia de un presidente y un Parlamento?

Haití no ha tenido un representante electo desde enero, cuando los últimos de sus parlamentarios, 10 senadores, dejaron el cargo al expirar sus mandato. El país no ha celebrado elecciones presidenciales luego del asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021.

Henry, quien surgió como primer ministro después de una lucha a tres bandas por el poder, gobierna el país desde finales de julio de 2021. Aunque ha firmado dos acuerdos políticos con partidos y grupos de la sociedad civil y ha instalado el Consejo de Transición para que lo asesore, se le acusa de amasar poder. Contra esa acusación se defendió repetidamente en Kingston, donde después de negarse a asistir a la primera jornada de negociaciones, participó en las dos últimas.

“Es un partido y este fue el primer tiempo”, dijo el arquitecto y ex candidato presidencial Leslie Voltaire, quien acompañó a la Dra. Maryse Narcisse a Kingston en representación de Fanmi Lavalas, el partido político liderado por el ex presidente Jean-Bertrand Aristide.

Antes de regresar a Haití el miércoles con los demás, Voltaire dijo que, a pesar de la falta de un acuerdo concreto, cree que se ha avanzado.

Por un lado, se amplió el número de voces políticas para incluir a otras, no solo a la coalición de grupos de la sociedad civil y partidos políticos conocida como el Acuerdo de Montana, que ha sido muy crítica con Henry y ha estado impulsando su propio plan de transición. Como resultado, algunos partidos decidieron crear un bloque para seguir presionando por una apertura, dijo Katia Bonté, de la Organización del Pueblo Luchador (OPL).

En segundo lugar, los haitianos tuvieron la oportunidad de hablar entre ellos y expresar su descontento por la situación de erosión en su país. Sus comentarios iban dirigidos no solo a Henry, sino también a otros presentes en la sala que habían formado parte del gobierno de Moïse y del ex presidente Michel Martelly, quien había elegido a dedo a Moïse para que lo sucediera.

En su conversación con Henry, Voltaire dijo que le imploró al primer ministro que se comprometiera.

“Le dije que si tenía todo el poder, tenía toda la presión, ¿por qué no distribuir la presión?”, dijo Voltaire.

En principio, Henry aceptó incluir una representación más amplia en su gobierno mediante la creación de un gobierno de unidad; también aceptó ampliar el número de personas en el Consejo y tanto él como los demás acordaron trabajar para crear un Concejo Electoral Provisional.

Pero persisten los escollos que han obstaculizado anteriores acuerdos provisionales: ¿cuánto poder debe tener el concejo? ¿Podrá despedir al primer ministro? ¿Podrá este despedir al Concejo?

Los miembros del Acuerdo de Montana, que ahora están dispuestos a que Henry permanezca en el cargo, quieren que el Consejo tenga autoridad presidencial para que Haití, en el espíritu de su Constitución, tenga una estructura gubernamental de dos niveles: un primer ministro y un presidente.

“Estamos en una autocracia y es peligroso”, dijo Magalie Comeau Denis, quien lidera la coalición Montana.

Dos años después del asesinato de Moïse, Denis dijo que hay “caos” en Haití y al frente del gobierno. “El caos no puede resolver el caos”, dijo. “Hace falta un poco de orden”.

Jacques Ted Saint-Dic, quien se unió a Denis en Jamaica, dijo que asistieron a las conversaciones con la idea de que era posible llegar a un consenso político para crear una apertura y discutir el futuro del país.

“La cuestión del poder personal de Ariel para nosotros es un problema importante”, dijo. “Siempre decimos que somos una democracia. Desgraciadamente no funcionan las instituciones y el poder es personal”.

Aunque las conversaciones son iniciativa de la Comunidad del Caribe, formada por 15 miembros, contaron con un gran apoyo y financiación de Estados Unidos y Canadá.

Antes de la visita, diplomáticos en Haití y en Washington se reunieron con varios de los invitados, lo que envalentonó a algunos participantes en la mesa de negociaciones, pero despertó recelos en otros sobre si el resultado estaba decidido de antemano, a pesar de que no se permitió la presencia de diplomáticos extranjeros en la sala durante las conversaciones.

Políticos de ambos bandos acusaron tanto a Henry como a los miembros del Grupo Montana de estar bajo la influencia de gobiernos extranjeros, acusaciones que todos niegan.

Sorel Jacinthe, ex senador y partidario de Henry, dijo que los negociadores regresarán a Puerto Príncipe de la misma manera que se fueron: con las manos vacías y sin un acuerdo.

“No hemos resuelto nada”, dijo.

Jacinthe acusó al grupo Montana de no dar marcha atrás en su insistencia en que se nombre un presidente en Haití, a pesar de que no ha habido elecciones y ha habido cierta oposición en la comunidad internacional, dado que el jefe de la Corte Suprema estaba muerto y el Parlamento no funcionaba.

“Saben claramente que mientras no tengamos elecciones, no puede haber un presidente”, dijo Jacinthe refiriéndose a la coalición Montana. “No puede haber un ejecutivo al frente y sin embargo insisten en mantener la misma postura después de dos años, aunque no sea posible”.

Jacinthe dijo que antes de las conversaciones de Jamaica, el Concejo celebró un foro en Puerto Príncipe y muchos de los grupos representados en Jamaica se negaron a asistir.

“Prefirieron venir a Jamaica, pero ninguno fue al foro”, dijo Jacinthe. “Ahora regresarán a Haití sin que se haya resuelto nada”.