Acuerdo por diez años para que el ATP de Buenos Aires se siga jugando en el BALTC: crecen las posibilidades de un salto de categoría
El Buenos Aires Lawn Tennis Club , el escenario tenístico más emblemático del país, y Tennium , la empresa propietaria del ATP 250 de Buenos Aires , comercialmente llamado Argentina Open, llegaron a un valioso acuerdo para la continuidad del torneo porteño y también para proyectar, con más certezas, la chance de que el certamen realice un salto de calidad en el futuro, un upgrade a la categoría 500, tal como se viene mencionando desde hace tiempo.
El BALTC y la compañía con sede en Barcelona, en nuestro país representada por Altenis, renovaron la “sociedad” por diez años . Así, el BALTC se asegura ser la sede del torneo, al menos, hasta 2033. El convenio entre ambas partes había finalizado en febrero pasado, tras el título del español y actual número uno, Carlitos Alcaraz, quien ya prometió regresar al torneo el año próximo.
Por tradición, ubicación geográfica, accesos y transportes, la ATP -organismo que administra el circuito profesional de tenis masculino- pretende que el torneo de Buenos Aires continúe físicamente en el BALTC, pero para seguir dando el aval oficial, el organismo reclama una serie de refacciones en la infraestructura de un estadio central que, en 2026, alcanzará su centenario y presenta limitaciones. Ese requisito llegó a la mesa de negociación entre los distintos actores y se avanzará. Para Tennium, que desembarcó en el torneo en 2017 con la idea de “modernizar el evento”, también es una buena noticia haber llegado a un acuerdo más amplio del que tenía con el BALTC: le permite proyectar más.
De esta manera, el BALTC y Tennium acordaron varias refacciones en la Catedral del tenis: se rediseñarán los vestuarios con salida directa al court; se construirá un nuevo salón VIP, de unos 500 metros cuadrados; se instalarán nuevos sistemas de refrigeración; se refaccionarán dos baños públicos (damas y caballeros) que necesitaban dicho tratamiento; se hará una obra de pisos exteriores del estadio (anillo perimetral y calles de accesos) y cabinas de transmisión para los medios de comunicación (las actuales fueron inauguradas en 1988 y presentan falencias).
Los trabajos comenzarán el lunes próximo y se extenderán durante unos cinco meses. La obra será financiada por Altenis, que se hará cargo del proporcional del club. El ATP porteño de 2024 está programado para la semana del 12 de febrero. Antes, también en el BALTC como sede, está confirmada la serie de Copa Davis entre la Argentina y Lituana, el 16 y 17 de septiembre, pero la obra no será un obstáculo. El WTA 125 de Buenos Aires, que también es organizado por Tennium, está proyectado para noviembre y pasará a jugarse en el Tenis Club Argentino, en Palermo.
El acuerdo a largo plazo entre el club y la empresa propietaria de la fecha del ATP porteño es, entre otros aspectos, una invitación a que se siga avanzando en la chance de un crecimiento de jerarquía: pasar del ATP 250, la menor categoría del circuito, a 500 (¿Para 2025?). Para que ello suceda hace falta que congenien diversos factores, no sólo los económicos de un país inestable. Para crecer, el torneo necesitará más espacio e infraestructura. El court central tiene capacidad para cinco mil espectadores y, con una estructura tubular, podría ampliarse. Sí haría falta un segundo estadio, con unas 1300 butacas, que también podría armarse, pero es necesaria la habilitación de mayor espacio en los terrenos.
Vale recordar que el Argentina Open, de cierta manera, cierra la grieta política: el gobierno nacional, a través de “Visit Argentina” (Ministerio de Turismo y Deportes), y el porteño, desde BA Buenos Aires Ciudad, son dos de los más de 30 sponsors que posee. Llegado el momento de continuar las charlas para el potencial upgrade, en una misma mesa de negociación deberán estar los representantes del torneo, de ambos gobiernos y del BALTC, que alquila las instalaciones al evento.